Una cuarta parte incrementará su posición en fondos en 2012, según el Observatorio Inverco
Los fondos de inversión españoles encadenan seis meses consecutivos de reembolsos netos y la mayoría de las categorías sufre una rentabilidad negativa en lo que va de año. Sin embargo, el volumen de reembolsos es menor al de 2010 y los ahorradores tienen planes para incrementar sus posiciones en 2012, un mensaje que algunos tildan de "esperanzador" para la industria. Y es que, según el II Barómetro del Ahorro elaborado por el Observatorio Inverco -a partir de 4.000 entrevistas a responsables de los asuntos financieros y de ahorro de los hogares durante septiembre-, una cuarta parte de los ahorradores -que, eso sí, serán menos que antes- aumentará su patrimonio en fondos de inversión el año próximo, mientras que cuatro de cada diez optarán por los planes de pensiones y depósitos. En general, las conclusiones del estudio dibujan un perfil del ahorrador que deja impresiones mixtas sobre la recuperación del producto fondo de inversión, dependiente también del mercado.
Además del previsible aumento del interés por el mismo, a favor también cuenta la tendencia que parece estabilizar o incluso reducir la participación de los depósitos de las carteras, según Gonzalo Rengifo, miembro del Observatorio, si bien siguen siendo el producto principal. Actualmente, los fondos de inversión tienen una presencia en la cartera de los ahorradores del 25%, frente al 50% de los planes de pensiones o el 56% de los depósitos. El experto destaca que "la inversión en productos de inversión colectiva -fondos de inversión y planes de pensiones- es muy superior a la de la inversión directa en renta variable y renta fija -del 24% y 9,5% respectivamente-“, lo que demuestra un cada vez mayor interés por estos productos para canalizar el ahorro a medio y largo plazo.
Los factores de decisión de los ahorradores también juegan a favor, pues los fondos son los únicos productos de ahorro que obtienen el aprobado en todos los atributos que contempla la encuesta (rentabilidad, seguridad, liquidez, transparencia y fiscalidad). Así, los atributos que más se valora en un producto de inversión son la seguridad y la rentabilidad, frente a la liquidez y la transparencia que eran las prioridades hace dos años y ahora se sitúan en tercer y cuarto puesto. La fiscalidad es el último factor, pero que podría incrementar su importancia en un entorno de subidas de impuestos y menor capacidad de ahorro. Si eso es así, el atractivo de los depósitos -que sacan mejor nota en todos los demás aspectos excepto en este último y que se benefician de un horizonte de inversión cortoplacista- disminuiría, pudiendo producirse una búsqueda de alternativas de los inversores, a través de fondos como los monetarios -con suscripciones en los últimos meses- o los garantizados. Algo que podría devolver las suscripciones netas a la industria, que ya son efectivas en los fondos de capital asegurado.
Entre los factores en contra está la reducción del horizonte de inversión de los ahorradores: así, 8 de cada 10 invierten pensando en un horizonte inferior a 3 años y un tercio lo hace considerando un plazo menor a un año, mientras sólo el 15% considera un plazo superior a tres años. Y el fondo de inversión tiene más atractivo entre los estos últimos inversores, con el 38% de los mismos apostando por los fondos, un peso que disminuye en paralelo a la reducción del horizonte: de los que invierten pensando en un plazo de entre 1 y 3 años, sólo el 26% apuesta por fondos y apenas dos de cada 10 de los que invierten para obtener retornos a menos de un año utilizan este producto. Lo mismo ocurre con los planes de pensiones, el vehículo para canalizar el ahorro a largo plazo por excelencia: el 63,3% de los que tienen un horizonte por encima de un trienio los tiene en cartera, frente al 44,5% de los de más corto plazo. De hecho, los inversores más cortoplacistas (con un horizonte de hasta tres años) son más activos en los depósitos y en la inversión directa en renta variable.
Más conservadores
Uno de los factores más ambiguos sobre su impacto en los fondos es el aumento del conservadurismo del ahorrador español en un contexto global de aversión al riesgo. Así, en los dos últimos años se ha duplicado el número de ahorradores que se autodefine como conservador (el 55%, frente al 25% de 2009), mientras los ahorradores dinámicos -con una mayor tolerancia al riesgo- se han reducido a un tercio (desde el 17% hasta el 5%). "En la crisis prima una visión más cortoplacista y de seguridad que aunque hace atractivos los depósitos también hace atractivo el producto fondo por su capacidad de adecuar los productos al perfil de riesgo", dice Ángel Martínez Aldama. De hecho, tanto inversores dinámicos como conservadores invierten en fondos de inversión, si bien el 50% de los primeros lo hace y sólo el 20% de los segundos y el 30% de los moderados, pues su participación en los depósitos es mayor. Con todo, no hay que olvidar la capacidad de los fondos de ofrecer vehículos más conservadores, como los garantizados.
Los motivos de ahorro también muestran una mayor cautela de los ahorradores, pues ahora el principal es la cobertura de imprevistos (31%, un mayor porcentaje que el de hace dos años), junto a completar la jubilación (25%) y obtener ventajas fiscales (22%), por lo que, según Rengifo, "se mezcla el interés cortoplacista con el largoplacista”. Los ahorradores ahora dan menos importancia a aspectos como la obtención de rendimientos o la educación de los hijos que sí señalaron en la encuesta de 2009.
Un sistema bancarizado, pero con peso del asesor y las webs
La bancarización del sistema español también puede jugar tanto a favor como en contra de los fondos, pues son las entidades bancarias las que observan esa demanda conservadora y cortoplacista y dan respuesta a través de fondos garantizados pero también de depósitos, si bien Gonzalo Meseguer -otro miembro del Observatorio- niega que haya relación directa entre el perfil del inversor y la oferta ofrecida por los bancos. Y es que, por agentes del mercado, 8 de cada 10 ahorradores se informa a través de las oficinas bancarias, mientras la mitad lo hace a través de webs financieras, ligeramente por encima de los que acuden al asesor - el 45%-. Los foros y las redes sociales ganan terreno como fuente de información y 4 de cada 10 se informa a través de estas plataformas online.
Los expertos interpretan positivamente la existencia de una mayor información tanto por parte de los asesores de los bancos como los independientes, que también incrementaron su participación en los últimos dos años hasta el 45%, lo que muestra una "mayor calidad en el asesoramiento", según Rengifo. Entre los que recurren al asesor destaca el inversor dinámico.
Para medir la rentabilidad de sus productos, el 60% se basa en su experiencia en inversiones precisas, mientras la mitad lo compara con objetivos de ahorro personales o con las ofertas comerciales recibidas. Respecto al uso de criterios técnicos, casi 4 de cada 10 compara la rentabilidad de sus inversiones con el Euríbor y 3 de cada 10 con la inflación.
El perfil que más apuesta por los fondos
Según el observatorio Inverco, los que más usan los fondos son los ahorradores pertenecientes al perfil dinámico, en su mayoría hombres tolerantes al riesgo de entre 34 y 54 años, que cuentan con un horizonte de inversión superior a un año y que además de confiar en los bancos, se informan vía webs y asesores financieros, con una participación muy activa en foros y redes sociales. Además de fondos, invierten en renta variable y también en depósitos.
En el otro extremo, también acuden a los fondos los ahorradores del perfil conservador, mayoritariamente mujeres de entre 30 y 45 años con un horizonte de entre uno y tres años que acuden a los bancos para asesorarse y también invierten en depósitos y planes de pensiones. A diferencia de los dinámicos, no les preocupa batir a la inflación. Ambos buscan cubrirse contra imprevistos y prepararse frente a la jubilación, atraídos por la rentabilidad, seguridad, transparencia y liquidez de los vehículos de inversión y leen la prensa a diario.
Los que menos usan fondos son los ahorradores de perfil moderado: hombres y mujeres de entre 30 y 45 años con un horizonte de entre 1 y 3 años que invierten sobre todo en depósitos, planes de pensiones y renta variable.