Los gestores moderan su optimismo aunque siguen siendo positivos con la renta variable

Bola
Ángeles - The End - Good bye, Flickr, Creative Commons

Los gestores globales están moderando el optimismo de los últimos meses debido a una algo menor convicción sobre el crecimiento global, aunque siguen positivos con respecto a la renta variable, según la última encuesta de gestores de BofA Merrill Lynch correspondiente al mes de abril.

La encuesta, en la que participaron 252 gestores con activos de 725.000 millones de dólares bajo gestión, muestra que el 49% espera ahora que la economía global se fortalezca en los próximos 12 meses, unos 12 puntos menos que un mes antes, debido a los problemas que siguen en la eurozona y a los potenciales nuevos riesgos como el conflicto de Corea o una desaceleración económica en China. Eso sí, la amenaza de crisis fiscal en Estados Unidos pierde fuerza. Esa mayor cautela se refleja en mayores posiciones en liquidez, en su mayor nivel en seis meses, del 4,3%.

Pero los gestores siguen mostrando apetito por la renta variable, con preferencias por Estados Unidos y Japón, con la lectura más positiva en este activo de los últimos siete años. “Las políticas en Japón están luchando contra la deflación, lo que refuerza las expectativas de una gran rotación desde la renta fija a la variable”, dice Michael Hartnett, estratega de inversions de BofA Merrill Lynch Global Research. Los inversores también esperan un debilitamiento del yen, pues su apetito por la divisa está en mínimos de febrero de 2002.

Al mismo tiempo, incrementan el pesimismo sobre los mercados emergentes y la eurozona: una modesta mayoría infrapondera los primeros (la menor lectura en dos años) y el 8% neto infrapondera la segunda. Y es que la confianza en el crecimiento de la eurozona cayó en abril pues el 19% neto espera un fortalecimiento económico el próximo año frente el 40% que lo pensaba un mes antes.

A la pregunta de qué evento les devolvería el apetito por el riesgo en la zona, más de la mitad de los gestores responden que los pasos hacia la union bancaria y los acuerdos sobre reformas estructurales en las economías de la periferia.