Los síntomas (negativos) del mercado laboral estadounidense

Harry Richards (Jupiter)
Foto: cedida por Jupiter AM.

En los últimos 24 meses hemos visto cambiar la dinámica asociada a la política monetaria de los principales bancos centrales. Los estímulos distribuidos durante 2020 y 2021 se han dejado sentir en la economía, obligando a los organismos responsables a tomar medidas. El roadshow de renta fija organizado por Jupiter AM por Madrid, Barcelona y Lisboa, entre otros temas, abordó la estrategia actual de los bancos centrales y permitió a Harry Richards, gestor de carteras de la entidad, lanzar una perspectiva para los próximos meses.

Los primeros en subir los tipos de interés fueron los bancos centrales de los países emergentes. Según el gestor del Jupiter Dynamic Bond, fondo con Rating FundsPeople 2023, esto se debió a que "los mercados emergentes están más acostumbrados a lidiar con periodos de mayor inflación". Los países desarrollados les siguieron en marzo del año pasado. Sin embargo, ahora parece que hemos llegado al final del ciclo alcista. El gestor cree que "las perspectivas están cambiando", pero la pregunta sigue siendo: ¿y ahora qué?

Para el experto, el principal problema al que se enfrentan ahora los bancos centrales es la "falta de indicadores para medir el impacto inmediato de la política monetaria en la economía". Se plantea la idea de que el aterrizaje suave, anticipado por muchos, no se producirá. Para justificar su punto de vista, entre otros argumentos, el gestor recurre a un análisis exhaustivo del mercado laboral estadounidense. En su opinión, "entender el mercado laboral es crítico, y es la clave para medir cualquier recesión". En tono pesimista, Harry Richards anticipa que si "asistimos a un deterioro del mercado laboral estadounidense en un futuro próximo, pronto veremos una fuerte caída del consumo y la consiguiente pérdida de muchos puestos de trabajo, iniciándose un verdadero efecto bola de nieve".

Perspectivas de salud del mercado laboral estadounidense

Actualmente se habla mucho sobre la salud del mercado laboral estadounidense. La gente busca trabajo y la tasa de desempleo es baja. Esto es cierto y bueno para la economía. Sin embargo, el experto de Jupiter AM revela: "A partir de aquí sólo puede ir a peor". Richards afirma que "el aumento de la tasa de desempleo ya empieza a notarse, pero aún es la punta del iceberg". Cree que podría aumentar hasta alrededor del 3%. Si se cumplen las previsiones, "ocurrirá lo mismo que en cualquier otro momento de la historia: entraremos en recesión".

Pero, ¿por qué unas perspectivas tan negativas para el mercado laboral? Hay varios argumentos. En primer lugar, habla de la correlación entre dos indicadores de crédito y las nóminas no agrícolas. Según el experto, históricamente, cuando "la demanda de crédito disminuye, como está ocurriendo, la oferta de empleo tiende a caer". También "directamente vinculada a la disminución de la oferta de empleo es visible la creciente dificultad que sienten los consumidores a la hora de acceder al crédito". Con más exigencias de crédito, hay menos dinero para consumir y, en consecuencia, menos puestos de trabajo.

La segunda conclusión es que los costes de producción han bajado. Las empresas del mercado estadounidense han registrado "resultados débiles" en los últimos trimestres. En opinión de Richards, "cuando los directivos de las empresas se dan cuenta de que sus márgenes se reducen, la principal tendencia es recortar los gastos de capital en la producción, sobre todo en lo que respecta a los salarios de los trabajadores".

Hay varios indicadores que demuestran este comportamiento. Nos centraremos en dos que ya se dejan sentir en la economía estadounidense. Por una parte, el número de trabajadores temporales está disminuyendo en Estados Unidos. El directivo explica que "esta tendencia muestra que, aunque las empresas todavía no están despidiendo a los empleados que forman parte de su plantilla, están empezando a no renovar los contratos del resto de trabajadores con contratos laborales de duración determinada". El segundo indicador publicado se refiere al número de horas extraordinarias pagadas en el país. Este indicador se encuentra ahora en terreno negativo. Para el experto, "una consecuencia natural del deseo de reducir los costes de producción es dejar de pagar a los trabajadores este tipo de horas extraordinarias, que suelen estar mejor pagadas que el resto".

Los argumentos ya se han esgrimido. Queda por ver si el mercado laboral estadounidense se deteriorará realmente en un futuro próximo. Como hemos visto, el mercado laboral desempeña históricamente un papel clave en la duración y gravedad de una recesión. Si se cumple el escenario descrito por Harry Richards, quizá sea mejor dejar de lado la hipótesis de un aterrizaje suave para la economía estadounidense y, tal vez, para la economía mundial.