Un año después de la implementación de la directiva de gestión alternativa, las gestoras identifican las exigencias de información como uno de los principales retos y cuestionan su utilidad para detectar amenazas potenciales.
El próximo 22 de julio se cumplirá un año desde que entrase en vigor la Directiva 2011/61/UE de Gestores de Fondos de Inversión Alternativos (AIFMD), que establece los requisitos de información y supervisión para las firmas de capital riesgo, hedge funds e inversión inmobiliaria que comercializan sus productos en la Unión Europea. Pese a ser recibida inicialmente con escepticismo –cuando se presentó la propuesta inicial en 2008, la primera reacción de muchos gestores fue buscar la forma de no tener que cumplir con la directiva– el balance parece, en términos generales, positivo.
Según una encuesta reciente de firma de software para fondos de inversión Multifonds en la que han participado 62 entidades que gestionan o administran, respectivamente, 16 y 20 billones de dólares, “el 85% de los participantes opina que sus reguladores locales han hecho un buen trabajo a la hora de implementar la directiva, pese a las dificultades relativa a la autorización y las exigencias de información”. Y no solo eso, sino que “un 87% cree que AIFMD desplazará a UCITS como el estándar internacional de facto para la distribución de fondos de inversión alternativa”, frente al 54% que lo pensaba hace un año.
Otro aspecto valorado positivamente por los encuestados es que los costes asociados a la nueva regulación y, en particular, los costes de depositaría –una función que adquiere especial relevancia bajo AIFMD– se han estabilizado en niveles bastante razonables. De hecho, si en 2013 –Multifonds lleva realizando esta encuesta desde 2012– las previsiones eran que los costes de depositaría podrían aumentar hasta en 100 puntos básicos, el año pasado la mitad de los encuestados opinaba que los costes no aumentarían en más de 2,5 p. b., como así ha sido.
Los encuestados señalan además el mayor nivel de protección para los inversores y la mayor transparencia en la información y las comunicaciones como la principal aportación de la directiva, aunque una mayoría (56%) cuestiona la utilidad de las exigencias de información que impone la directiva y solo un 23% cree que AIFMD ayuda a que los reguladores puedan detectar y prevenir futuras amenazas para la estabilidad del mercado.
A esto se añade el reto que para estas firmas ha supuesto el cumplimiento de los requisitos de información, que ha obligado a muchas gestoras de fondos alternativos a “consolidar múltiples sistemas para poder agregar, almacenar y comunicar los datos en el formato exigido por sus respectivos reguladores locales”. Esto explica que este año casi un 81% de los participantes identifiquen las exigencias de información como el principal reto de AIFMD, frente al 66% del año pasado.
Por eso, los autores del informe abogan por que los reguladores expliquen claramente el uso que se le está dando a los datos recabados, a riesgo de que el proceso acabe viéndose como un mero proceso administrativo o burocrático.
Retos que presenta AIFMD
Fuente: Multifonds.