La gestora lleva reduciendo el riesgo en sus carteras multiactivos desde principios de año hasta una posición neutral, pero es una cautela táctica. “Nuestro escenario base a día de hoy sigue siendo el de un crecimiento en la media”, insiste la directora de estrategia de J.P. Morgan Asset Management.
“El próximo movimiento en las carteras será para asumir más riesgo no reducirlo”. Es la convicción optimista que resume la visión positiva de J.P.Morgan AM. ““Nuestro escenario base a día de hoy sigue siendo el de un crecimiento en la media”, insiste Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de estrategia de la entidad. Es cierto que la gestora lleva reduciendo la exposición a activos de riesgo desde inicios de año. Así hasta llegar a una posición neutral tanto en renta fija como en renta variable en sus carteras multiactivos. Pero es una cautela táctica. Los equipos están atentos a las señales que manda la economía para detectar el próximo punto de entrada.
Pero esta visión optimista viene con letra pequeña. Y Gutiérrez-Mellado insiste en subrayar el concepto de a día de hoy. Es decir, esta previsión es la que pueden hacer a día de hoy con los datos actuales. Porque si algo nos han recordado los últimos meses es que los cisnes negros son imprevisibles y hay que ser ágiles para recalibrar los escenarios ante cambios importantes.
La propia gestora ha tenido que ajustar sus previsiones para este año. A principios del ejercicio su visión era muy constructiva. Veían un crecimiento sólido a nivel global, con cifras por encima de la media. Y se sentían cómodos con ese análisis, insiste Gutiérrez-Mellado. Recordemos que en enero y febrero los datos de PMI aún eran buenos.
Una revisión de las expectativas económicas
¿Qué ha pasado entre el arranque del primer trimestre y el final? Primero, un shock directo en las materias primas. Esto tendrá un impacto en la inflación y, en consecuencia, en el consumidor. Esto es un punto preocupante, explica Gutiérrez-Mellado, porque precisamente el consumo iba a ser el motor de la recuperación. Dicho lo cual, por ahora los datos no invitan a pensar en un colapso. Los altos niveles de ahorro de las familias han acolchado ese impacto en la demanda y las compañías en general siguen mostrando solidez. De ahí que desde J.P. Morgan AM vean una ralentización en la recuperación, pero aún crecimiento en la media.
Pero veremos diferencias regionales, matiza la experta. Un caso destacable es Europa. “A principios de año contemplábamos que Europa empezase a despuntar frente a otras economías desarrolladas. Eso claramente ya no va a ocurrir”, reconoce Gutiérrez-Mellado. La economía europea está muy anclada a la dependencia energética y esta no es una crisis que se solucione en semanas sino años. Así, la previsión de la gestora es un crecimiento plano en Europa en esta primera mitad, si bien no descartan una leve mejoría en la parte final de 2022.
China es otro caso a analizar. “Hay cosas que han mejorado en China y otras que nos siguen preocupando”, resume la experta. Por un lado, el país parece abierto a una política monetaria más acomodaticia este ejercicio. Tras ser más restrictivos en 2021, ahora se lo pueden permitir. Además, sus niveles de inflación más bajos les sitúa en un punto más cómodo que otras grandes economías. Pero por otro lado está su política de covid cero. Mientras el resto del mundo se está reabriendo, ellos siguen imponiendo medidas estrictas. “Esto claramente tendrá un impacto en su crecimiento y en las cadenas de suministro”, afirma Gutiérrez-Mellado. Por ello, ese objetivo de crecimiento del 5,5% le parece incompatible con la política de covid cero.
No hay donde esconderse
El entorno actual es complejo. Basta con una mirada a vuela pluma al gráfico de rentabilidades en lo que va de año. No hay donde esconderse. La única gran clase de activos que se mantiene en positivo son las materias primas.
Así, en renta fija, Gutiérrez-Mellado solo tiene un consejo: mucha flexibilidad y mirada global. En bonos, siguen cortos de duración. Donde ven oportunidades es en crédito, tanto high yield como grado de inversión.
En renta variable están sesgados hacia bolsa estadounidense, neutrales en emergentes y ligeramente negativos con Europa. ¿Por qué esa renovada apuesta por EE.UU? Primero, porque Europa es la más afectada por la guerra en Ucrania. Segundo, porque el sesgo de los índices europeos es hacia cíclicos. Y tercero, porque es innegable que en momentos de volatilidad las bolsas americanas resisten mejor. “Y eso que reconocemos que las valoraciones en Europa son más atractivas”, puntualiza la experta. También han reducido su sesgo hacia el value hacia una posición más equilibrada. Tanto por la revalorización como la fuerte corrección en sectores growth como la tecnología.