Hace poco más de dos años nacía una nueva gestora española enfocada en la inversión value. Iván Martín y Blanca Hernández creaban este proyecto que, 25 meses más tarde, certifica la buena acogida que ha tenido entre los inversores nacionales que siguen esta filosofía de inversión.
Magallanes Value Investors acaba de alcanzar los 1.000 millones de patrimonio. Un volumen que se repartía, según datos de Invero a finales de enero, entre los distintos vehículos que la firma tiene a disposición de los inversores. La entidad reúne más de 400 millones en sus fondos originarios, el Magallanes Iberian Equity y el Magallanes European Equity, casi 235 millones en sus réplicas luxemburguesas (último dato de Morningstar), 345 millones en su sicav Soixa y casi 25 millones en su plan de pensiones gestionado por Caser, el Magallanes Acciones Europeas.
De esta manera, se une al club de firmas nacionales por encima de los 1.000 millones, junto a otras gestoras independientes a grupos bancarios o aseguradores como Bestinver, EDM, Abante, azValor, GVC Gaesco, Cartesio y Trea, según datos del barómetro de Funds People.
En cuanto al número de partícipes, Hernández, socia fundadora y CEO de la entidad, indica que tienen más de 5.000 con perfiles muy diversos: jóvenes que empiezan a ahorrar, inversores experimentados, instituciones religiosas, fundaciones, empresarios, inversores institucionales y particulares, españoles e internacionales.
En su corta pero intensa vida, la entidad ha dado múltiples pasos para hacer más accesible su estrategia a los participes. Desde el lanzamiento de los vehículos mencionados anteriormente, hasta convertirse en la primera gestora española en ofrecer un proceso de alta de cliente 100% digital o dar la posibilidad a los jóvenes menores de 25 años de invertir en una clase con comisión de gestión más baja.
Por su parte, Martín, socio fundador y director de Inversiones, señala que en 2017 continuarán trabajando en el objetivo de la protección de sus carteras mediante la inversión en empresas baratas que ofrezcan un amplio margen de seguridad. “Comprar barato es, en la mayoría de las ocasiones, una garantía de éxito. Lo más importante es emplear el tiempo en la búsqueda de discrepancias entre valor y precio”, añade.
