¿Mantiene la deuda estadounidense su condición de refugio?

La crisis de deuda europea, exacerbada por los últimos acontecimientos y su contagio a países como Italia y España, ha obligado a los inversores a retirarse de los mercados y a posicionarse de forma defensiva en activos que perciben como seguros. En este contexto, la liquidez y los bonos del Tesoro de EEUU, así como renta variable que ofrece dividendos o la inversión en oro, son los preferidos por los inversores, a tenor de los últimos datos de flujos de fondos mundiales que recoge EPFR Global.

 

Las cifras de la última semana hasta el 16 de noviembre hablan de un saldo positivo en los fondos de renta variable (de 1.500 millones de dólares) por quinta semana seguida, lo que reduce los reembolsos en el año hasta 92.000 millones de dólares. Y todo, gracias a las entradas en ETF de large caps de EEUU, y en fondos sectoriales de materias primas como el oro, además de en renta variable con un enfoque de reparto de dividendo.

 

En renta fija, las suscripciones fueron de 2.370 millones de dólares, dejando la cifra de 2011 en 112.000 millones. Las entradas de dinero fluyeron hacia los fondos de renta fija de EEUU, capaces de borrar las salidas en productos de deuda emergente en divisa local o de alta rentabilidad. Además, las preocupaciones inflacionistas ante las laxas políticas monetarias aceleraron los flujos a fondos de renta fija que protegen de la inflación por tercera semana seguida, hasta marcar su máximo desde el segundo semestre de 2010 con captaciones de 512 millones de dólares. “Creo que a pesar de las preocupaciones deflacionistas, algunos inversores están atentos a los precios del petróleo, el crecimiento en EEUU y China, el cambio de política de tipos de interés en algunos mercados emergentes y la monetarización de la deuda en Europa, y actuando en consecuencia”, comenta el director de EPFR Global Research, Cameron Brandt.

 

En general, el dinero que entró en los productos de renta fija continuó fluyendo hacia los sectores más defensivos durante la segunda semana de noviembre. Las salidas de fondos de deuda europea se aceleraron hasta 5.200 millones de dólares, y también se dieron en los fondos globales, con un tercio de sus asignaciones al Viejo Continente. Pero la deuda de EEUU siguió actuando como refugio: los fondos de deuda de cupón flotante fueron los únicos con saldo negativo, mientras todos los demás de renta fija del país captaron dinero.