Partiendo de un escenario base con algo de desaceleración del crecimiento y moderación de la inflación, que permitiría bajada de tipos, desde Ibercaja Banca Privada el asset allocation parte de una diversificación de las carteras, en las que se “sobrepondera la renta fija de mayor calidad (investment grade) estando más cautos en high yield, lo que no significa que no tengamos algo de peso en las carteras”, matiza su jefa de Gestión de Inversiones, Raquel Blázquez.
Dentro de la renta fija hay una diversificación por estrategias, geografías y tipología de activos. “La deuda soberana vive un momento dulce y complaciente en todos los segmentos, especialmente, en los periféricos, que se encuentran en mínimos, lo que hace estar más prudentes, y quizá algo más positivos en Francia y Alemania”, comenta la experta.
Respecto al crédito, “si sufrimos una erosión económica, los bonos de alto riesgo pueden verse más afectados”, de ahí su cautela ante este segmento. Reconoce, no obstante, que “ha habido factores técnicos que han apoyado al high yield, como es un entorno macro más benigno, así como menos abundancia de papel”, advierte. En este punto, recuerda que las empresas con deuda en esta categoría se acercan al maturity wall (en los próximos dos años), lo que hace a la firma estar más cauta.
Por sectores se sigue mostrando prudente en Real Estate, “aunque han mejorado sus fundamentales”, positiva en el financiero, tanto sénior preferred como sénior non preferred, y selectiva en AT1 y deuda subordinada para carteras más arriesgadas. También positiva en el sector industrial y automoción de buena calidad crediticia y “si se aceleran las operaciones corporativas, habrá que vigilar cómo afectan los apalancamientos a la calidad del balance”, puntualiza.
En cuanto a duraciones, Ibercaja prefiere en general tramos cortos, “aunque este año habrá que ir aprovechando las oportunidades del mercado para ir aumentando de forma progresiva la duración”.
4/4