Aunque, de momento, hay carry positivo en los tramos cortos de la curva, la clave está en dilucidar qué puede ocurrir en las duraciones largas. Raquel Blázquez (Ibercaja), Jorge Velasco (CaixaBank Banca Privada), Lola Rodríguez (Santander Private Banking) y Alfonso Sánchez (Carmignac) debaten sobre el estado actual del segmento.
Mercado de crédito: ¿dónde están las mejores oportunidades de inversión?

En Santander Private Banking Gestion, siguen sobreponderados en investment grade versus high yield, tanto americano como europeo. Su gestora de Inversión, Lola Rodríguez, lo justifica porque “aunque los spreads están en mínimos, las empresas están dando buenos resultados, con balances sólidos, lo que apoya al crédito corporativo frente al crédito high yield”. Además, “las tires de ambos están por encima de las rentabilidades del Tesoro”.
Dentro del crédito, Santander Private Banking Gestion se posiciona en el segmento financiero y, en concreto, en AT1. En cuanto a duraciones, en torno a 3 y 3,5 años, “concentrado en la parte media de la curva”.
Tras casi dos meses de progresiva eliminación del “agresivo descuento de rebajas de tipos existente” a comienzos de 2024, los tipos de la deuda a medio y largo plazo se encuentran en el entorno de los niveles máximos que se prevén para este año. “Esta situación, y el reconocimiento de que el riesgo frente a nuestras actuales previsiones es, por defecto, que los tipos de mercado suban algo más, nos lleva a recomendar una elevación moderada de duración en las carteras (objetivo 3,3-3,5 años), y centrada en la zona media de la curva”, añade.
1/4Con respecto a la direccionalidad de la curva, al director de Estrategia de Inversión y Sostenibilidad de CaixaBank Banca Privada le preocupa la parte larga en un entorno como el esperado de crecimientos económicos moderados, pero positivos e inflación media superior a la soportada en los últimos años y, “teniendo en cuenta la robustez del mercado empresarial de mejor calidad”, se muestra positivo en crédito corporativo investment grade. “Por fin, después de años sin tipos de interés para el inversor más conservador, la renta fija corporativa de mejor calidad ofrece un carry positivo atractivo. Si esta inversión se realiza en la parte corta e intermedia de la curva, la potencial rentabilidad ofrecida es superior a la inflación esperada del 2%-3%, frente a la difícil situación vivida durante la última década con tipos de interés incluso negativos, dificultando mantener el patrimonio para inversores más conservadores”.
Comenta que tras el miedo generado por la crisis de los bancos americanos y Credit Suisse el año pasado, el sector financiero europeo se encuentra en una buena situación en regulación, en fortaleza de balances de los bancos y con tipos de interés positivos, por lo que “el spread ofrecido sigue siendo atractivo a pesar del buen comportamiento, aunque podría tener algo de volatilidad tras la fuerte reducción de diferenciales”, advierte.
También se muestra positivo en el crédito emergente de calidad que, con gestión activa, “puede ofrecer unas yields atractivas”. Reconoce que, a veces, en una gestión más direccional, la gestión pasiva o más indexada es muy útil, al suponer costes inferiores. Sin embargo, en determinadas clases de activos como los emergentes, la selección activa y evitar pesos elevados y concentraciones en determinados índices, hace preferible la gestión activa.
En cuanto high yield, a Jorge Velasco también le preocupa, no tanto por posibles impagos, “probablemente muy concentrados en determinados sectores”, sino por “la fuerte contracción de diferenciales observados en rating BB y B, las potenciales necesidades de refinanciación y vencimientos en 2025 y, por tanto, el potencial incremento de volatilidad y ampliación de diferenciales”.
2/4Retomando el tipo de gestión, el director de Desarrollo de Negocio en Carmignac señala que la gestión activa es la ganadora en renta fija, más aún “por la diversidad de índices que dificultan ser replicados y que, además, son las empresas más endeudadas las que más pesan en los índices”. Además, considera que va a haber incertidumbre en un año en el que más de 60 países están llamados a las urnas y “habrá que ver si las bajadas de tipos en verano cumplen con las expectativas. Por tanto, no va a ser un año exento de volatilidad y eso se combate con el carry”.
De hecho, Alfonso Sánchez señala que más que posicionarse en investment grade o high yield, “la clave está en el análisis fundamental compañía por compañía y la flexibilidad, olvidarse del rating ya que te llevas sorpresas por ángeles caídos que son anomalías del mercado”. Considera que el mercado puede estar demasiado sesgado diferenciando entre crédito de calidad y de alto riesgo.
En términos de rentabilidad, enfrenta el del crédito de calidad (+3,8%) y el del alto riesgo (+7%), “lo que demuestra que, el año pasado, el buen comportamiento del crédito ha sido puro carry, no ha habido una corrección de crédito”. Afirmación que le lleva a realizar otra más contundente: “El año del crédito está todavía por llegar, el crédito se está adaptando al ciclo y todavía no ha llegado su momento óptimo”.
Se muestra positivo en deuda financiera más europea que estadounidense, por el menor consumo de los ciudadanos y menor apalancamiento de las empresas en el Viejo Continente.
Por sectores, destaca tres: los campeones europeos bancarios comerciales en detrimento de la banca de inversión, el sector energético por la transición y el segmento CLOs (Collateralised Loan Obligation), “que aporta diversificación y en términos de default se ha comportado bien”, asegura.
3/4Partiendo de un escenario base con algo de desaceleración del crecimiento y moderación de la inflación, que permitiría bajada de tipos, desde Ibercaja Banca Privada el asset allocation parte de una diversificación de las carteras, en las que se “sobrepondera la renta fija de mayor calidad (investment grade) estando más cautos en high yield, lo que no significa que no tengamos algo de peso en las carteras”, matiza su jefa de Gestión de Inversiones, Raquel Blázquez.
Dentro de la renta fija hay una diversificación por estrategias, geografías y tipología de activos. “La deuda soberana vive un momento dulce y complaciente en todos los segmentos, especialmente, en los periféricos, que se encuentran en mínimos, lo que hace estar más prudentes, y quizá algo más positivos en Francia y Alemania”, comenta la experta.
Respecto al crédito, “si sufrimos una erosión económica, los bonos de alto riesgo pueden verse más afectados”, de ahí su cautela ante este segmento. Reconoce, no obstante, que “ha habido factores técnicos que han apoyado al high yield, como es un entorno macro más benigno, así como menos abundancia de papel”, advierte. En este punto, recuerda que las empresas con deuda en esta categoría se acercan al maturity wall (en los próximos dos años), lo que hace a la firma estar más cauta.
Por sectores se sigue mostrando prudente en Real Estate, “aunque han mejorado sus fundamentales”, positiva en el financiero, tanto sénior preferred como sénior non preferred, y selectiva en AT1 y deuda subordinada para carteras más arriesgadas. También positiva en el sector industrial y automoción de buena calidad crediticia y “si se aceleran las operaciones corporativas, habrá que vigilar cómo afectan los apalancamientos a la calidad del balance”, puntualiza.
En cuanto a duraciones, Ibercaja prefiere en general tramos cortos, “aunque este año habrá que ir aprovechando las oportunidades del mercado para ir aumentando de forma progresiva la duración”.
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