Ricardo Miró-Quesada y Beltrán Urdiales explican el contexto de mercado de los últimos años para el private equity y comentan por qué, actualmente, los secundarios pueden ser una opción atractiva para las carteras. Comentario patrocinado por Arcano Partners.
TRIBUNA de Ricardo Miró-Quesada, partner y head de Private Equity, y Beltrán Urdiales, vice-president de Private Equity, Arcano Partners. Comentario patrocinado por Arcano Partners.
El año 2023 estuvo marcado por la inestabilidad geopolítica, la inflación y los cambios en las políticas monetarias de las principales economías, lo que planteó numerosos desafíos para la industria del private equity. La menor captación de fondos y la falta de desinversiones pusieron bajo presión tanto a inversores como a gestores, llevándolos a recurrir a soluciones de liquidez a través del mercado secundario. Como consecuencia de esta adversidad, surgieron nuevas y atractivas oportunidades de inversión.
Muchas de estas presiones macroeconómicas y geopolíticas persisten en 2024. A pesar de la ligera bajada en los tipos de interés y la incipiente recuperación de la actividad, se sigue poniendo a prueba la resiliencia y el valor añadido que realmente pueden aportar los gestores de private equity. La ingeniería financiera como base de generación de retornos ha dejado de ser el protagonista habitual en las transacciones de private equity, dejando paso al conocimiento sectorial y habilidades operativas de los equipos gestores. Es por ello, que, en un entorno complejo marcado por la incertidumbre, el papel ganador lo tendrán los gestores de private equity que combinen la experiencia operativa y técnica, para realmente gestionar y transformar las compañías subyacentes, y una clara especialización en temáticas de inversión apoyadas por megatendencias o cambios estructurales de largo plazo (descarbonización, envejecimiento de la población…).
En este entorno de incertidumbre y como resultado de la escasez de liquidez debido al difícil acceso a la financiación, la selección de compañías en los procesos de compraventa se vuelve mucho más exigente. Aunque persisten las restricciones en las vías tradicionales de venta, se sigue observando un fuerte interés por las empresas de calidad y bien capitalizadas que operan en sectores atractivos. Como consecuencia, hemos observado un creciente interés por las inversiones de private equity temáticas, especialmente en áreas como la descarbonización, la salud y la educación de calidad. Aquellas compañías con modelos de negocios que no son rentables o con estructuras de capital menos sólidas se enfrentan a mayores dificultades para acceder a la financiación.
El hecho de que los activos tengan periodos de tenencia más largos (con una media de más de seis años) y haya menos desinversiones, ha resultado en flujos de caja negativos para los inversores de private equity. Con el fin de obtener liquidez, muchos inversores están dispuestos a vender sus posiciones de private equity a un descuento a través del mercado de secundarios. En este sentido, los inversores de secundarios se están beneficiando del mercado actual, siendo capaces de ser muy selectivos debido al gran volumen de oportunidades y accediendo a activos de calidad a valoraciones más atractivas.
Gráfico 1
Estamos viendo un creciente interés por parte de los inversores en los fondos de secundarios, que están reconociendo sus ventajas estructurales. Los fondos de secundarios proporcionan una mayor diversificación de sus carteras, y un perfil de riesgo-retorno muy atractivo a través de distintos ciclos económicos.
Gráfico 2 y 3
Confiamos en que el mercado de secundarios siga jugando un papel crucial en el desarrollo de la industria del private equity, ofreciendo soluciones tanto a gestores como a inversores para gestionar el riesgo, aumentar la liquidez y maximizar los rendimientos. Todavía queda mucho camino por recorrer ya que, a pesar del crecimiento significativo que ha experimentado durante los últimos años, el mercado de secundario tan solo representa el 1% de los activos bajo gestión total en la industria del private equity global.
Gráfico 4