TRIBUNA de Raphaël Chemla, director de High Yield y Deuda Financiera en Edmond de Rothschild Asset Management. Comentario patrocinado por Edmond de Rothschild Asset Management.
TRIBUNA de Raphaël Chemla, director de High Yield y Deuda Financiera en Edmond de Rothschild Asset Management. Comentario patrocinado por Edmond de Rothschild Asset Management.
Los rendimientos siguen estando en Europa en niveles históricamente bajos. Y, según explicó recientemente el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, estos rendimientos seguirán siendo bajos durante más tiempo. De hecho, el economista italiano puntualizó que esperaba que los rendimientos se mantuviesen en los niveles próximos a los actuales una vez que se pusiese fin al programa de flexibilización cuantitativa presumiblemente en septiembre de 2018.
Este escenario hace que sea fundamental saber diseñar estrategias capaces de ofrecer un retorno consistente y reiterado a los inversores con la posibilidad de que los cupones se paguen semestralmente. Consideramos que esto es algo que se puede lograr por medio del EdRF – Income Europe (1), un fondo con cinco estrellas Morningstar cuyo enfoque es la regularidad y que desde lanzamiento ha ofrecido un retorno anual de entre el 4% y el 5%. Además, lo ha hecho en un momento en el que los diferenciales tanto de la deuda en grado de inversión como de la alta rentabilidad están bastante ajustados, con un cupón medio en el caso de la primera próximo al 1%.
Teniendo en cuenta tanto este enfoque como el escenario al que se enfrentan los inversores, este es un gran momento para aprovechar la recuperación económica en Europa y los profundos conocimientos bottomup de nuestros equipos de deuda corporativa europea y de renta variable para tratar de localizar a las compañías que ofrecen mejores oportunidades de inversión sin perder nunca de vista el rígido control del riesgo, un aspecto clave a la hora de buscar la estabilidad de rendimientos sobre la que se basa la estrategia con el objetivo de mantener la consistencia en el reparto semestral de rentas.
Para lograr exitosamente este objetivo de reparto de rentas, la cartera de esta estrategia está altamente diversificada, con un 25% invertido en renta variable europea –principalmente en sectores defensivos con el objetivo de reducir la volatilidad-. Mientras, el 75% restante está invertido en bonos, de los que cerca de un 18% son emisiones de deuda subordinada financiera.
Consideramos que esta clase de activo ofrece un gran potencial para lograr que los inversores puedan disfrutar de una rentabilidad consistente y periódica en el actual entorno de bajos rendimiento. Y más en un momento en el que todavía no se espera que se vayan a producir movimientos importantes en los tipos de interés hasta, al menos, 2019.
Dentro de esta búsqueda de rendimientos consistentes y reiterados, la parte de la cartera que invierte en renta variable no cuenta con posiciones en bancos o aseguradoras, siendo la parte de renta fija la que invierte en este sector, en el que preferimos campeones nacionales en los que podamos profundizar en su estructura que capital.
Sí es cierto que en los próximos años podrán verse ligeros aumentos en los rendimientos o un leve empinamiento en la curva de rendimientos europeos, pero es algo que cabría esperarse en un momento en el que el Bund alemán a 10 años ofrece un retorno del 0,4%. Sin embargo, el escenario actual apunta a que estos aumentos van a ser muy modestos, por lo que seguirá siendo fundamental contar con una experiencia y conocimiento consolidados para que, mediante análisis fundamentales, se puedan seguir encontrando oportunidades de inversión que ofrezcan retornos constantes y consistentes como los que pretende lograr y, de hecho ha logrado en los últimos años, el EdRF – Income Europe.
(1) La información sobre los valores no puede ser tenida en cuenta como una opinión de Edmond de Rothschild Asset Management (France) respecto a la evolución esperada de los valores y, en su caso, la evolución estimada de los precios de los instrumentos financieros que emiten. Esta información no se puede interpretar como una recomendación para comprar o vender dichos valores. La composición de la cartera puede cambiar con el tiempo.