¿Los vientos están cambiando de rumbo?

Firma: cedidas (MSIM).

TRIBUNA de Andrew Harmstone, managing director, Global Balanced Risk Control Team, y Manfred Hui, managing director, Global Balanced Risk Control Team, MSIM. Comentario patrocinado por Morgan Stanley IM.

Los mercados rebotaron con fuerza en octubre: los índices S&P 500 y MSCI Europe subieron un 7,0% (dólares estadounidenses) y un 4,7% (euros), respectivamente(1). El índice MSCI Emerging Markets también avanzó un 1,0%(1). Por su parte, el índice MSCI Japan cedió durante el mes un 1,2% (yenes japoneses)(1). El sector energético continuó siendo el sector que mejor rentabilidad presentó; el índice MSCI ACWI Energy avanzó un 6,4%(1) respaldado por el aumento de los precios y los persistentes problemas de suministro. Dado que los mercados se recuperaron, el índice VIX cedió a 16(2) a finales de mes.

¿Motivo de preocupación el encarecimiento de la energía?

El origen del reciente aumento de los precios del gas en Europa se remonta a un consumo superior a la media el pasado invierno, con el consiguiente agotamiento de las reservas en todo el continente. Además, el inadecuado suministro procedente de Rusia en 2021 ha agravado la situación. Ante la llegada del invierno, la persistente presión sobre el suministro por un invierno más frío que de costumbre podría mantener los precios del gas en niveles elevados. Sin embargo, el impacto del encarecimiento del gas en el consumo y el crecimiento debería ser limitado porque repercutirá en las facturas de energía de manera retardada y parcial en los diferentes países europeos y se debe tener en cuenta además el elevado nivel de ahorro acumulado por los consumidores. Además, prevemos que el suministro adicional procedente de Rusia modere la escasez en los próximos meses, lo cual sugiere en mayor medida que los efectos sobre la inflación y el crecimiento deberían ser limitados.

Bancos centrales: revirtiendo las políticas acomodaticias

Los tipos de los bonos a 10 años del Tesoro estadounidense continuaron evolucionando al alza desde el 1,5%(2) a finales de septiembre para cerrar el mes en el 1,55%(2). La orientación ligeramente restrictiva del FOMC en septiembre indicó un deseo de cierta aceleración hacia la normalización de la política al persistir los riesgos al alza de la inflación. En caso de que los problemas de suministro y el encarecimiento de la energía sigan traduciéndose en mayores costes de vida y, en última instancia, inflación de los salarios, podríamos estar aproximándonos al final del enfoque de 'esperar a ver' de la Reserva Federal.

Aunque prevemos que la Reserva Federal anunciará el inicio de la retirada gradual de los estímulos en noviembre y que esta concluirá para mediados de 2022, la política en general posiblemente seguirá siendo acomodaticia. Auguramos que los tipos seguirán subiendo moderadamente, pero pensamos que se asentarán en niveles menores que en ciclos anteriores. Hay indicios de que a los inversores en renta fija les preocupa cada vez más el riesgo de inflación, que sin embargo podría acelerar la normalización de las políticas de los bancos centrales.

Sector inmobiliario de China: ¿riesgos sistémicos o idiosincráticos?

Aunque algunas de las compañías inmobiliarias chinas altamente endeudadas continuaron acaparando titulares en todo el mundo en octubre, el riesgo de que se produzca una perturbación sistémica global nos parece remoto. Aunque China se enfrenta actualmente a diversos obstáculos, pensamos que su gobierno tiene la voluntad y las herramientas de política apropiadas (por ejemplo, reducir la ratio de reservas obligatorias, elevar el gasto fiscal, acelerar la concesión de préstamos y reducir la ratio de entradas y los costes de las hipotecas) para brindar un apoyo sólido a su sector inmobiliario y estabilizar el conjunto de la economía en este momento. Es de esperar que prosiga durante el cuarto trimestre cierta racionalización de la energía, si bien las agresivas reformas ya adoptadas por algunos ministerios clave ofrecen la oportunidad de que se suavicen las presiones para las cadenas de suministro y se estabilicen los precios de materias primas básicas en los próximos meses.

Repercusiones para la inversión

Como resultado de la baja volatilidad materializada en el mercado recientemente, ajustamos nuestras carteras, elevando la exposición a renta variable a mediados de mes para asegurar que continúen en línea con sus respectivos objetivos de riesgo. La atenuación del riesgo por acontecimientos a corto plazo como la reunión del FOMC de septiembre y sus actas, que se publicaron a mediados de octubre, también contribuyó positivamente a la evolución. Dicho esto, seguimos el plan previsto de la Reserva Federal para la eliminación paulatina de los estímulos y su anuncio el próximo mes. Continuamos infraponderados en duración, pues las valoraciones de la renta fija siguen mostrándose elevadas dados el favorable entorno macroeconómico y la posible reversión del respaldo prestado a la duración por algunos factores técnicos en el tercer trimestre.

Posicionamiento táctico

A continuación, proporcionamos nuestras opiniones tácticas:

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Fuente: equipo MSIM GBaR, 31 de octubre de 2021. La información que aquí se recoge es únicamente a efectos ilustrativos y no constituye una oferta o una recomendación para comprar o vender títulos concretos ni para adoptar una estrategia de inversión determinada. Los puntos de vista tácticos que figuran anteriormente son un reflejo general de las opiniones y las decisiones de nuestro equipo, que se expresan para comunicarse a nuestros clientes. La información que aquí se incluye no pretende abordar los objetivos financieros, la situación o las necesidades específicas de ningún inversor en concreto.

Fuentes y notas:

La rentabilidad de los índices se facilita con fines meramente ilustrativos y no pretende describir el rendimiento de una inversión concreta. La rentabilidad pasada no es garantía de resultados futuros.  Consulte el apartado Información importante para conocer las definiciones de los índices.

1 Bloomberg, rentabilidad de 1 mes a 31 de octubre de 2021.

2 Bloomberg, a 31 de octubre de 2021.


Consideraciones sobre riesgos

No existe garantía de que la estrategia vaya a alcanzar su objetivo de inversión. Las carteras están expuestas al riesgo de mercado, que es la posibilidad de que los valores de mercado de los títulos de la cartera bajen y que, por consiguiente, el valor de las acciones de la cartera sea inferior al que usted pagó por ellas.  Los valores de mercado pueden cambiar a diario por acontecimientos económicos y de otro tipo (por ejemplo, catástrofes naturales, crisis sanitarias, atentados terroristas, conflictos y disturbios) que afecten a mercados, países, compañías o gobiernos. Resulta difícil predecir el momento en que se producirán tales acontecimientos, así como su duración y sus posibles efectos adversos (por ejemplo, para la liquidez de las carteras).  En consecuencia, su inversión en esta cartera podrá comportar pérdidas. Tenga en cuenta que esta estrategia puede estar sujeta a determinados riesgos adicionales. Existe el riesgo de que la metodología de asignación de activos y los supuestos del asesor con respecto a las carteras subyacentes sean incorrectos a la luz de las condiciones reales del mercado, por lo que la cartera podría no alcanzar su objetivo de inversión. Las cotizaciones también suelen presentar volatilidad y existe una posibilidad significativa de pérdida. Las inversiones de la cartera en pagarés vinculados a materias primas implican riesgos sustanciales, incluido el riesgo de perder una parte significativa del valor de su capital principal. Además de los riesgos relacionados con las materias primas, estas inversiones pueden estar sujetas a otros riesgos específicos, como el riesgo de pérdida de intereses y del capital principal, la ausencia de un mercado secundario y el riesgo de mayor volatilidad, los cuales no afectan a los títulos tradicionales de renta variable y de renta fija. Las fluctuaciones de las divisas podrían anular las ganancias por inversiones o acentuar las pérdidas por inversiones. Los títulos de renta fija están sujetos a la capacidad del emisor de realizar puntualmente los pagos del capital principal y los intereses (riesgo de crédito), a las variaciones de los tipos de interés (riesgo de tipos de interés), a la solvencia del emisor y a la liquidez del mercado en general (riesgo de mercado). En un entorno de subidas de los tipos de interés, los precios de los bonos pueden caer y dar lugar a periodos de volatilidad y a aumentos de los reembolsos en las carteras. En un entorno de caídas de los tipos de interés, la cartera puede generar menos ingresos. Los títulos más a largo plazo pueden ser más sensibles a las variaciones de los tipos de interés. Los títulos de renta variable y extranjeros suelen ser más volátiles que los títulos de renta fija y están supeditados a riesgos de divisa, políticos, económicos y de mercado. La valoración de los títulos de renta variable fluctúa en respuesta a actividades específicas de las compañías. Las acciones de compañías de pequeña capitalización entrañan riesgos específicos, como una limitación de líneas de productos, mercados y recursos financieros y una volatilidad de mercado mayor que los títulos de compañías más grandes y consolidadas. Los riesgos de invertir en países de mercados emergentes son mayores que los riesgos asociados a inversiones en mercados desarrollados extranjeros.  Las participaciones de fondos cotizados entrañan muchos de los mismos riesgos que las inversiones directas en acciones ordinarias o bonos y su valor de mercado fluctuará a medida que varíe el valor del índice subyacente. Al invertir en fondos cotizados y otros fondos de inversión, la cartera absorbe tanto sus propios gastos como los de los fondos cotizados y los fondos de inversión en los que invierte. La oferta y la demanda de fondos cotizados y de fondos de inversión pueden no estar correlacionadas con las de los títulos subyacentes. Los instrumentos derivados pueden ser ilíquidos, incrementar las pérdidas de forma desproporcionada e imprimir un efecto negativo potencialmente amplio en la rentabilidad de la cartera. Un contrato de divisas a plazo es una herramienta de cobertura que no implica ningún pago inicial. El uso de apalancamiento puede incrementar la volatilidad de la cartera.