¿Necesitamos un nuevo enfoque de inversión en renta fija?

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Firma: cedida (Capital Group).

TRIBUNA de Flavio Carpenzano, director de Inversiones de Renta Fija, Capital Group. Comentario patrocinado por Capital Group.

A medida que la economía mundial evoluciona desde un entorno de expansión cuantitativa y tipos de interés cero a otro caracterizado por las subidas de tipos y el aumento de la volatilidad, los inversores han de replantearse sus estrategias defensivas. No parece probable que lo que funcionó en la década de 2010 vaya a ser igual de efectivo en la década actual.

El regreso y la persistencia de la inflación han planteado a los bancos centrales la dificultad de encontrar el equilibrio entre la estabilidad financiera y la de los precios. El listón para que los bancos centrales intervengan cuando la economía se ralentice y los mercados financieros caigan es ahora mucho más alto.

Los bancos centrales ampliaron enormemente sus balances en la década de 2010 y durante la pandemia de COVID, en un intento de estimular sus respectivas economías y frenar las presiones deflacionistas. Hoy están dando marcha atrás en este proceso y reduciendo sus balances con una política de endurecimiento cuantitativo. La retirada del mercado de estos grandes programas de compra de bonos elimina un factor importante que ha contribuido a contener los rendimientos desde la crisis financiera mundial.

Estos cambios representan una normalización de la política tras el periodo extraordinario de intervención de los bancos centrales y de represión financiera de la década de 2010 y principios de la de 2020. En nuestra opinión, este nuevo régimen ha surgido con vocación de permanencia y vemos pocas posibilidades de que se revierta en un futuro próximo. En este contexto, las características defensivas de la renta fija tradicional convierten a la clase de activo en una buena opción para satisfacer las necesidades de los inversores.

Revisión de las funciones de la renta fija

Preservación del capital

Uno de los aspectos fundamentales de la inversión en el mercado de la renta fija es el cumplimiento por parte del emisor de su compromiso de pago de intereses y devolución del principal tal y como se establece en la documentación del bono.

El aumento registrado por el rendimiento de los bonos desde 2022 ha favorecido que los inversores puedan ahora invertir en títulos de crédito de mayor calidad alcanzando al mismo tiempo sus objetivos de generación de rentas, lo que mejora en gran medida las características defensivas de su asignación en renta fija. No obstante, el inversor no debe limitarse a confiar en la calificación crediticia, sino que es importante que lleve a cabo una exhaustiva labor de análisis que le permita conocer en profundidad al emisor.

Diversificación con respecto a la renta variable

Los inversores esperan que la renta fija repunte durante los periodos en los que la renta variable cae. Sin embargo, el aumento de la correlación entre la renta variable y la renta fija ha suscitado ciertas dudas sobre el papel de esta última en la cartera de inversión. Aunque es cierto que ha habido periodos en los que la correlación entre ambas clases de activo ha sido positiva, es importante entender que esta es la excepción, y no la norma, sobre todo en periodos de tendencia bajista de los mercados.

Tal y como señala el siguiente gráfico, 2022 ha sido el único año de los últimos 45 en el que la renta fija y la renta variable han mostrado una correlación positiva en un mercado bajista y han ofrecido resultados negativos a los inversores.

2022 fue un año excepcional de correlación positiva entre renta fija y renta variable

Información a 31 de agosto de 2023. Renta variable: índice S&P 500 Total Return. Renta fija: índice Bloomberg US Aggregate. Fuente Bloomberg.

Una de las razones por las que la renta fija ofrece diversificación en sus resultados es su duración. Cuando la economía se ralentiza, cabría esperar que la renta variable cayera. Sin embargo, en esos momentos los bancos centrales suelen flexibilizar su política monetaria, por lo que, debido a su duración, que mide la sensibilidad a los tipos de interés, el precio de los bonos se revaloriza.

Esta relación también suele aplicarse durante periodos de tensión de los mercados. En ese tipo de entornos, los bonos de gran calidad, especialmente los títulos con vencimiento a largo plazo, han ofrecido normalmente protección frente a las pérdidas gracias al repliegue de los inversores hacia activos de mayor calidad, incluso cuando los rendimientos han sido muy reducidos o negativos.

Por el contrario, cuando la inflación aumenta de manera excesiva, los bancos centrales pueden plantearse la posibilidad de subir los tipos de interés. Esta situación afectaría a la renta fija, pero, en condiciones normales de mercado, el impacto negativo sobre el precio de los bonos se vería neutralizado, al menos en parte, por el rendimiento.

Esta relación no se dio en 2022 porque el rendimiento inicial de la renta fija era extremadamente reducido y las subidas de tipos de interés fueron tan rápidas que los bonos no pudieron compensar las pérdidas con los cupones. Se trató de una situación excepcional y, a medida que nos acercamos al cambio de ciclo, la duración debería volver a favorecer a la clase de activo y las correlaciones podrían comenzar a normalizarse. En nuestra opinión, es importante que las carteras de renta fija mantengan una duración suficiente para cumplir esta función defensiva.

Generación de rentas

A diferencia de la renta variable, los bonos suelen ofrecer unos flujos de rentas más explícitos y predecibles en forma de cupones. El rendimiento fluctuará con el precio, pero los cupones de los bonos a tipo fijo no suelen cambiar, lo que los convierte en una fuente potencialmente constante de rentas para los inversores.

Tras la venta masiva que ha registrado la renta fija desde principios de 2022 en todo el mundo, el rendimiento inicial ha aumentado de forma considerable. Los elevados rendimientos actuales apuntan a una mayor rentabilidad futura, impulsada fundamentalmente por la generación de rentas, lo que podría ofrecer mayor protección frente a la futura depreciación de los precios. Esto también reduce el riesgo de que los inversores se excedan en la búsqueda de rendimientos para alcanzar sus objetivos de generación de rentas. En su lugar, pueden reducir el riesgo general de su cartera de renta fija.

Combinación óptima

Dada la importancia de la preservación del capital, la diversificación y la generación de rentas a la hora de construir la asignación defensiva de la cartera, pensamos que la mejor combinación de rentas, calidad crediticia y duración se encuentra en el mercado de deuda corporativa global de grado de inversión. Y no solo porque la deuda corporativa de grado de inversión suele ofrecer un rendimiento más elevado que la deuda soberana de calidad, sino también porque la estructura del mercado ha cambiado ligeramente. La duración del índice de deuda corporativa global de grado de inversión ha aumentado en los últimos veinte años.

La duración de la deuda corporativa global ha aumentado a lo largo de los años

Información a 31 de julio de 2023. Fuente: Bloomberg.

La naturaleza global del mercado también favorece que los inversores puedan acceder a un conjunto mucho más amplio de oportunidades de inversión. Esta posibilidad de acceder a un grupo de activos mucho más extenso puede aumentar la capacidad de una cartera de inversión para generar rentas, rentabilidad, liquidez y diversificación.