Un año positivo para el high yield

Bernard
Foto cedida

TRIBUNA de Bernard Lalière, responsable de estrategias high yield, Degroof Petercam AM. Comentario patrocinado por Degroof Petercam AM.

La confianza en la economía global ha ido recuperándose desde el verano. Los efectos de base relacionados con los precios de las materias primas han servido de impulso a la inflación, rompiendo la tendencia deflacionaria anterior. Como respuesta, los mercados financieros han estado moviéndose en la misma dirección, propiciando una evolución que en general ha sido positiva tanto en los precios de la renta variable como en los intereses de la renta fija.

Aunque el mercado entró en modo vacaciones durante las dos últimas semanas de 2016, diciembre resultó ser un buen mes para el mercado europeo de high yield, dando lugar a una reducción de los diferenciales de la deuda corporativa. De manera similar, la deuda emitida en los mercados emergentes terminó el año con buenos resultados.

En cuanto al mercado primario, estuvo más apagado en diciembre. El año que acabamos de cerrar no permanecerá en la memoria de los inversores como el mejor en términos de emisiones de deuda, con un total de 55.000 millones de euros, frente a los 67.000 de 2015. En ausencia de compras apalancadas y teniendo en cuenta la intensa actividad que se ha producido en años anteriores, el apetito de los inversores en 2016 ha sido limitado.

Para los inversores que quieran aprovechar las oportunidades que presenta la deuda high yield, Degroof Petercam AM cuenta con DPAM L Bonds Higher Yield. El fondo que cuenta con más de 16 años de track record, cerró 2016 con un repunte del 11,08%, invirtiendo en deuda high yield global mediante una cartera diversificada, sin ninguna restricción sectorial, y pudiendo invertir hasta un máximo del 25% en deuda emergente.

No se aplicaron grandes cambios a nuestra cartera durante el mes de diciembre. Esta decisión permitió a DPAM L Bonds Higher Yield seguir beneficiándose del impulso positivo que ha favorecido a nuestra asignación y selección de crédito, un elemento que sigue siendo clave en nuestro mercado.

De cara a 2017, seguimos teniendo una visión positiva respecto al high yield por varias razones. En primer lugar, los indicadores económicos muestran una orientación positiva a ambos lados del Atlántico. De esta manera, consideramos que las cifras deberían proporcionar un entorno positivo para el desarrollo de los beneficios empresariales.

En segundo lugar, se espera que las tasas de impago de la deuda sigan siendo bajas este año. De hecho, Moody’s espera que la tasa de impago para 2017 se sitúe en el entorno del 2%. Por último, los balances en Europa mantuvieron una gestión defensiva en 2016, una tendencia que esperamos que continúe en 2017. Creemos que la ausencia de un crecimiento del PIB por encima del 2% impulsará a las compañías a evitar comprometerse con cualquier transacción masiva de reapalancamiento.

En este contexto, nuestra intención es seguir gestionando de manera activa la duración en un entorno de normalización de tipos. En las divisas líquidas de mercados emergentes, todavía nos gustan el real brasileño, la rupia india y la rupia indonesia.