Con octubre recién estrenado, los inversores se mueven entre dos aguas: preocupación por un futuro que se plantea incierto de aquí a final de año y todavía asimilación de los sucesos que se produjeron este verano (fin del mercado alcista chino, desplome de las materias primas, corrección en los mercados emergentes…). No obstante, para John Bilton, responsable global de la estrategia multiactivo de J.P.Morgan AM, “quizá lo más importante es el colapso de la confianza y la convicción”.
Bilton arroja una conclusión clara sobre la situación actual: “Este mercado no es para héroes”. “La debilidad de China pesará sobre el crecimiento global, pero no creemos que lo haga descarrilar. La fuerza del dólar y la debilidad del petróleo han liquidado un año de crecimiento de beneficios para los valores estadounidenses, y Europa es propensa a réplicas”. A pesar de ello, subraya que “persiste la fortaleza doméstica de EE.UU., lo que garantiza una normalización lenta de los tipos; el sentimiento bursátil es flojo, lo que representa obstáculos inferiores para sorpresas positivas; y el primer y verdadero test post crisis de Europa – Grecia- causó un incidente leve sobre los datos macro”.
Entonces, ¿por qué han caído la convicción y la confianza? “El crecimiento es bajo según los estándares históricos, la política monetaria es inusual y, después de dos décadas de globalización, estamos en un nuevo mundo que desafía nuestras presuposiciones sobre los entresijos de la economía global”. De hecho, continúa el experto, “incluso después de siete años de expansión, vemos que la economía estadounidense está sólo a mitad del ciclo y vemos un riesgo bajo de recesión”. Además, apunta que la situación de divergencia monetaria entre países desarrollados y la vulnerabilidad económica en los emergentes es claramente poco habitual.
Bilton incide sobre la descorrelación de países emergentes y desarrollados. En primer lugar, comenta que “China continuará dividiendo las opiniones”, porque, aunque el país ha contribuido desde la crisis a un tercio del crecimiento nominal mundial, el FMI prevé que la proporción caiga a un quinto en 2016. En cambio, observa que EE.UU. y Europa cada vez más están impulsando el crecimiento global, y recuerda que la visión de J.P.Morgan AM es que la recuperación en ambas regiones sea robusta. En cambio, la debilidad de los emergentes puede arrastrar a la baja el crecimiento del PIB mundial, y esto puede llevar a muchos inversores a preferir activos más defensivos como valores que pagan dividendos o crédito.
A esto se ha de sumar que los bancos centrales están llevando a cabo políticas monetarias divergentes: mientras que la Fed todavía da señales de que subirá tipos este año, los bancos de países emergentes como India han empezado a recortar tipos, y entre tanto Europa y Japón han extendido hasta límites desconocidos su compromiso con los estímulos cuantitativos. “Las implicaciones de la demanda de renta fija de bancos centrales y las bajas expectativas de inflación parecen estar totalmente reflejadas en las curvas de tipos. Por tanto, la rentabilidad debería repuntar a lo largo de la curva a medida que la Fed suba tipos”, concluye Bilton.
Por todos estos factores, el equipo multiactivo de J.P.Morgan AM se declara cautamente optimista con los activos de riesgo, con preferencia por los mercados desarrollados. No obstante, el responsable indica que “las preguntas sobre el crecimiento y la política monetaria nos lleva a moderar el riesgo en cartera”. El equipo sobrepondera la renta variable de EE.UU., la eurozona y Japón, el high yield estadounidense, la deuda australiana y el dólar. En cambio, infraponderan efectivo, renta variable emergente, bonos canadienses y el euro. Adicionalmente, han pasado de infraponderar materias primas a asignarles una posición neutral, y quieren “buscar oportunidades para infraponderar duración cuando empiecen a subir los tipos”.
Como se puede observar en el cuadro sinóptico a continuación, el equipo detecta tres clases de temas macro: globales, desarrollados y emergentes. A su vez, dividen en subcategorías cada tema, de tal manera que los tres asignados a los temas macro globales son la baja inflación, la divergencia monetaria global y la debilidad de la oferta. Los tres asignados a países desarrollados son la fortaleza de EE.UU., la recuperación gradual del crecimiento en Europa y la recuperación en Japón. Finalmente, dentro de emergentes apuntan a la transición en China y al reequilibrio del mundo emergente.
Finalmente, cada una de estas subtemáticas es asociada con implicaciones macro y sobre clases de activos. Por ejemplo, sobre la debilidad de la oferta global señalan que “en los mercados desarrollados, la baja productividad y el crecimiento de la fuerza laboral terminarán por limitar las rentabilidades de mayor duración”. Sobre la recuperación estadounidense, afirman que el país “está hacia la mitad del ciclo, con bajo riesgo de recesión a pesar de los temores sobre el crecimiento global, lo que es bueno para las acciones estadounidenses y el crédito high yield”. Un último ejemplo, relacionado con China: “El reequilibrio de la economía y la liberalización de los mercados está siendo volátil, lo que es problemático para las materias primas y las divisas emergentes”.
También puede consultar aquí el cuadro.