Por qué al ELTIF le está costando despegar como vehículo de inversión en Europa

José Luis González Pastor
Foto: cedida por Neuberger Berman.

Los fondos de inversión a largo plazo europeos (ELTIF) nacieron en 2015. El objetivo buscado es canalizar financiación de capital, desde inversores institucionales como de inversores minoristas, para la financiación de proyectos empresariales y de infraestructuras que impulsen la actividad económica. Esta financiación puede ser tanto en forma de capital como de deuda. Y todo ello a través de un régimen regulatorio uniforme a nivel europeo al que diferentes estrategias y vehículos de inversión pueden optar. Sin embargo, en estos siete años de vida, la aceptación de este régimen regulatorio no ha sido tan alta como en un principio se esperaba.

Tal y como explica a FundsPeople José Luis González Pastor, miembro del equipo de Private Equity e inversiones alternativas de Neuberger Berman, durante este tiempo únicamente se han aprobado 57 productos de este tipo en toda la Unión Europea (datos a cierre de octubre de 2021), con un volumen total de 2.400 millones de euros. “La regulación tiene muy buenas intenciones, pero establece una serie de restricciones y obligaciones, además de cierta vaguedad en los criterios, que limita su adopción por la comunidad inversora. Por ejemplo, para las compañías aseguradoras les sigue suponiendo una carga de capital muy importante a pesar de ser inversiones a largo plazo, o no permite las estrategias en fondos de fondos. Eso ha limitado mucho su potencial. De ahí su escaso éxito hasta el momento”.

Con alguna excepción, las entidades que han lanzado productos ELTIF son grandes gestoras. “La normativa requiere disponer de muchos recursos, tanto desde el punto de vista legal como operativo. Y eso es algo que, en general, solo lo pueden soportar las entidades de gran tamaño. Ponerlos en marcha requieren mucho esfuerzo”. Esa es una de las razones que explica la reducida oferta.

Lentitud en la demanda

Según explica el experto, por el lado de la demanda, la adopción ha sido lenta. Los inversores institucionales se cuestionan las limitaciones que tienen estos productos y la limitada oferta. Por el lado del inversor minorista nos encontramos que la mayor parte de la oferta del ELTIF tiene un difícil encaje. De ahí la importancia que desde las gestoras sean flexibles a la hora de desarrollar productos que se adapten al segmento minorista. “Entender las diferencias entre uno y otro inversor es esencial”.

En este sentido, muchas de las gestoras que comercializan fondos ELTIF son anglosajonas y están muy enfocadas en el negocio institucional. “Siguen tratando de forzar con su producto institucional para venderlo al segmento no institucional y obviamente se han encontrado con una fría acogida. Hay que adaptar el producto”, subraya González Pastor.

Pese a ello, esto no quiere decir que el régimen regulatorio no vaya a despegar. “El ELTIF es una de las grandes revoluciones que se ha producido en la industria en los últimos años. Y el regulador europeo es consciente que necesita una mejora para una mayor adopción”, reconoce.

La versión 2.0 del ELTIF

A este respecto, el experto pone el acento en que, tanto desde el punto de vista del regulador europeo como de las gestoras, existe una voluntad proponer mejores y de aprobar la versión 2.0 de la regulación de los ELTIF. “Debido a la guerra entre Rusia y Ucrania la atención en la implantación de cambios en la regulación se ha visto paralizada. Antes de que estallase el conflicto había un calendario estimado para que, a mediados-finales de este año, hubiese un nuevo borrador que fuese aprobado en algún momento de 2023. Probablemente, todo esto se va a ver pospuesto”, comenta.

Sin embargo, existen señales inequívocas de que la voluntad del regulador está clara y va por ahí. “Están contactando directamente con las gestoras y sus asociaciones profesionales para que les transmitamos cuáles son los desafíos que nos hemos encontrado y qué propuestas tenemos para mejorar el funcionamiento. Se muestran muy abiertos a escucharnos y les hemos dado feedback. Creemos que el regulador lo que quiere es prevenir un acceso desmedido y desregulado que derive en que entidades sin experiencia ni recursos puedan atraer dinero de cliente minorista o se utilice en productos financieros complejos que no tengan impacto en la economía real. De manera acertada no se quiere desproteger al inversor retail ni desvirtuar el objetivo de la ley. Y eso es lo correcto, aunque tome su tiempo para implantar mejoras”.