Por qué la ralentización de China solo es el principio

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El motor de Asia sigue ralentizándose. China creció durante el tercer trimestre del año un 6,5% interanual, por debajo del 6,7% del anterior trimestre e incluso inferior al 6,6% que esperaba el consenso. ¿Un bache en el camino? Los expertos no lo tienen tan claro. De momento, las exportaciones se han mantenido firmes y han ayudado a mantener a la economía del país, pero Susan Joho, economista de Julius Baer, espera que se debiliten en los próximos meses a medida que los efectos de los aranceles de Estados Unidos entren y el ciclo del negocio se temple. 

Una opinión que también comparte Craig Botham, economista de Schroders, quien espera una fuerte ralentización en los datos de octubre. “Esto impactará en el crecimiento a través del canal de exportaciones, pero también esperamos que se note en una producción industrial e inversión en manufactura más débil”, afirma. 

Botham destaca además la esperada debilidad en el sector inmobiliario. Para el experto aún hay señales de que el inmobiliario chino se está tambaleando con un contexto de financiación más restrictiva. “Las concesiones de hipotecas y ventas de terreno están ralentizándose y la inversión en real estate se desacelera”, comenta. En general, las perspectivas par la inversión es compleja.

La desaceleración podría haber comenzado incluso en el segundo trimestre, según señala Joho, principalmente por debilidad en el sector manufacturero, especialmente en el automovilístico cuyas ventas han caído significativamente a lo largo de verano. Esto, apunta la experta, también habría afectado negativamente al consumo privado

El mercado espera más estímulos

Este nuevo escenario vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de mayores estímulos. Joho ve probable nuevas ayudas, “después de una reciente inyección de liquidez del banco central de china a través de un recorte en el coeficiente de caja (reserve requirement ratio), bonificaciones a los exportadores y recortes en las tarifas de importación”. 

Los mercados asiáticos corrigieron con la primera noticia de los datos, pero las declaraciones del ministro de economía Liu He y el presidente del banco central Yi Gang apelando a la calma y prometiendo apoyo despertaron el rally de las bolsas. “Es cierto que la posibilidad de nuevos estímulos monetarios y fiscales sean bienvenidos dado las dificultades que la economía atraviesa, pero creemos que los políticos están más atados de lo que los mercados se dan cuenta”, defiende Botham. 

El People’s Bank of China (PBoC), por ejemplo, teme que inundar el sistema con liquidez podría presionar a la divisa y, en turno, terminar echando por tierra todo el trabajo de desapalancamiento. Y el ministerio de finanzas es consciente de balance de deuda de los gobiernos locales (unos 6 trillones de dólares, según cálculos recientes de S&P). Añadir estímulos fiscales solo aumentaría los riesgos que ya crecen.