La propagación del coronavirus más allá de China provocó que la última semana de febrero se convirtiera en la más bajista para los mercados de renta variable desde 2008 o, lo que es lo mismo, desde la crisis financiera. Las causas que están detrás de este nerviosismo de los inversores abarcan desde la propia incertidumbre que existe sobre una enfermedad que se ha revelado muy contagiosa, hasta los efectos que la misma puedan tener en una economía que no atraviesa tampoco uno de sus mejores momentos. Son ambas dudas, la que aplica a la propia enfermedad y la que versa sobre el impacto en el PIB mundial, las que explican que el pánico se haya vuelto a apoderar de los mercados de valores.
Sin embargo, aunque ese pánico de hace apenas una semana se sigue manteniendo en lo que se refiere a la salud de la población también en esta primera semana de marzo, no sucede lo mismo cuando lo que se analizan son los mercados de valores que hoy protagonizan grandes rebotes. Y todo, por la expectativa de que se produzca, como ya sucedió en plena crisis de Lehman Brothers, una acción coordinada por parte de los bancos centrales.
“A medida que va creciendo la preocupación sobre el impacto del coronavirus en la actividad económica global, los mercados están anticipando que los bancos centrales actuarán con firmeza para tratar de suavizar el impacto en el crecimiento”, afirman el lunes desde J.P. Morgan AM en su blog Market Insights. Además, acompañaban dicho comentario de un gráfico sobre cómo han evolucionado las expectativas de los mercados con respecto a la política monetaria de los bancos centrales desde principios de año.
“Se espera ahora que la Reserva Federal de los EE.UU. lleve a cabo más de tres bajadas de 25 puntos básicos en los tipos de interés en 2020. También se descuenta en los mercados una bajada de tipos por parte del Banco de Inglaterra, y, aunque el BCE y el Banco de Japón tienen menos espacio para recortar las tasas, se espera de ellos algún tipo de apoyo adicional”, afirman en la gestora.
Pero el mercado se ha quedado corto vista la decisión que ha tomado la Reserva Federal de EEUU de recortar los tipos en 50 puntos de una sola vez y quizá haya sido esa agresividad en la decisión lo que ha impedido que los mercados mantivieran las alzas de primera hora tras la decisión de la Fed. "Parece que la Reserva Federal ha cedido a las demandas del mercado demasiado pronto - la volatilidad parece ser capaz de impulsar una reacción de la FED, que en nuestra opinión, no es ciertamente saludable", afirma Eoin Walsh, gestor de TwentyFour AM (Vontobel AM). Por no mencionar que el mercado ha podido descontar que el impacto del coronavirus en la economía puede no ser a tan corto plazo como se esperaba en un principio.
Lo que parece claro es que la Fed no será el único banco central en sacar su artillería para luchar contra el Covid 19. Ni si quiera lo fue el martes ya que el Banco de Australia también anunció un recorte de los tipos en 50 puntos. Y es de esperar que en los próximos días sean otros los que tomen el relevo. De hecho, este lunes Haruhiko Kuroda, presidentesdel Banco de Japón ya dio a entender que actuará con las herramientas necesarias para frenar el impacto del coronavirus en sus economías y por la noche era el BCE publicaba un comunicado en el que aseguraba estar siguiendo de cerca los acontecimientos y sus implicaciones para la economía, la inflación a medio plazo y la transmisión de su política monetaria. "Estamos dispuestos a adoptar medidas apropiadas y específicas, según sea necesario y proporcional a los riesgos subyacentes", concluía.
“Los bancos centrales europeos (y el BCE específicamente) están monitorizando la situación de cerca y han dicho que es demasiado pronto para evaluar el impacto de COVID-19 en la actividad económica y la política. Sin embargo, al igual que la Reserva Federal, el BCE puede tener que actuar, ya que cuanto más tiempo pase, más agitación habrá en los mercados financieros y más riesgos a la baja se acumularán”, señalan Nicola Mai y Tiffany Wilding, responsable de deuda soberana en Europa y economista en EE.UU. de PIMCO, respectivamente
"Creemos que otros bancos centrales secundarán a la Fed, reduciendo tasas o agregando liquidez y brindando así un apoyo adicional a los mercados. Dicho esto, creemos que los riesgos a la baja para la economía permanecen, ya que el brote aún se está extendiendo y los temores respecto al crecimiento persisten”, afirma Esty Dwek, responsable de estrategia global Natixis IM.
A la espera de conocer las respuestas que puedan llegar de otros bancos centrales (o desde loos gobiernos), algunas gestoras de fondos se han pronunciado sobre las medidas que podría llevar a cabo el BCE para paliar los efectos del coronavirus en la economía de la eurozona.
Desde Groupama AM, por ejemplo, ven como una posible medida reducir en 10 puntos la tasa de facilidad del depósito, hasta situarla en niveles del -0,60% mientras que Gilles Moec, economista jefe de AXA IM, se mostraba hace una semana más partidario de que el BCE elevara el volumen de compra de bonos corporativos ya que “es una decisión menos problemática desde un punto de vista técnico y político”, al tiempo que subraya que el universo elegible se ha ampliado significativamente. “Estimamos que en lo que va de 2020 el volumen neto de emisión por parte de entidades no financieras es de unos 45.000-50.000 millones de euros, de los que probablemente dos tercios son elegibles”.