¿Qué vigilar en un mundo marcado por las tensiones geopolíticas? Inflación, crecimiento y exceso de liquidez

La incertidumbre electoral con más de 60 países que durante este año celebran comicios, especialmente relevante en el caso de EE.UU., las guerras en suelo ucraniano y gazatí y los ataques en el Mar Rojo y su incidencia en el comercio internacional son las principales preocupaciones de gestores de entidades andorranas e internacionales que operan en el país vecino.

Así lo han indicado distintos expertos durante el Meeting Point Andorra 2024 Perspectivas de Inversión y Negocio organizado por FundsPeople en colaboración con BlackRock, MFS, Bellevue, Eurizon Asset Management y Cases & Lacambra. Un encuentro en el que se ha celebrado una mesa redonda para analizar la situación macroeconómica global y por zonas geográficas en la que han participado André Themudo, responsable del Negocio de Distribución en España, Portugal y Andorra de BlackRock, Alejandro Sánchez, director de Relaciones Institucionales de MFS IM, Jordi Riera, director general de Andbank Asset Management, Oriol Taulats, director de MoraBanc Asset Management, y David Macià, director de Inversiones de Creand Crèdit Andorrà.

Perspectivas globales y riesgos

A la pregunta de si habrá recesión mundial este año, no hay consenso entre participantes. Mientras que algunos apuestan por un crecimiento en torno al 3%, otros no descartan una contracción, si bien, de darse el caso, sería de carácter suave. Sin embargo, en lo que sí parecen ponerse la mayoría de acuerdo es en una bajada de tipos de interés a partir del segundo semestre de este año.

Además de las tensiones geopolíticas, a nivel macro la evolución de los precios también se presenta como otro de los riesgos que más preocupa a los asistentes a esta mesa. Para el responsable del Negocio de Distribución en España, Portugal y Andorra de BlackRock “puede que no descienda tanto como se prevé y que haya picos de inflación provocado por un mercado laboral fuerte en EE.UU., poca mano de obra, envejecimiento de la población”, porque, como explica el director de MoraBanc Asset Management, “la inflación es tozuda y, aunque los bancos centrales piensen que la tienen bajo control, puede resurgir otra vez”, lo que puede hacer que “los activos de riesgo no se comporten muy bien”.

Al director de Relaciones Institucionales de MFS también le preocupa el exceso de liquidez que ha habido en EE.UU. y el estado de los consumidores, “donde puede haber más fragilidad de lo que parece a medida que acaban las ayudas fiscales pospandemia y se observa una menor demanda de crédito particularmente en las pymes, principal empleador del país”. Menciona que aún se mantienen subsidios al empleo, “pero cuando se acaben veremos cómo afecta al mercado laboral y, en consecuencia, al consumo”. En su opinión, este año debería haber menos apoyo fiscal al crecimiento americano. En cuanto al consumidor, motor del PIB, observa “ciertos problemas de morosidad, sobre todo en el más joven, unido a la mala clasificación del rating de algunos (como mid-prime) por la generosidad fiscal”.

Las valoraciones de los mercados bursátiles preocupan al director de Inversiones de Creand Crèdit Andorrà. A su juicio, “las valoraciones altas no dejan margen de seguridad”.

Dólar vs euro

En los dos últimos ejercicios, el dólar ha mostrado una fortaleza con respecto al euro debido, en gran parte, al temor por parte de los inversores a una recesión económica en el viejo continente causada por la guerra de Ucrania. Pero para los expertos no queda del todo claro si la tendencia de esta divisa seguirá siendo alcista. Algunos de ellos no ven un fortalecimiento del dólar más allá de donde se encuentra (en torno a 1,08), mientras que otros apuntan a una apreciación de esta moneda debido al diferencial de economías, de curvas y de tipos con Europa.

Para el director general de Andbank Asset Management, los niveles de cobertura se sitúan en el 1,04-1,05, pero “por el cóctel de todos los riesgos mencionados, veo difícil que caiga más allá del 1,10 y creo que permanecerá estable”.

La resiliencia de EE.UU.

En este contexto en el que la economía global está marcada por la incertidumbre y la volatilidad, el mercado norteamericano parece haber demostrado una mayor resiliencia, aunque, según los expertos, el optimismo en este país no termina de ser alto. Esta desconfianza se debe, principalmente, al decrecimiento del consumo, provocado por el agotamiento del ahorro generado en 2020, y a la falta de liquidez que podría derivar del mencionado menor impulso fiscal este año con respecto al ejercicio anterior. Políticas fiscales que dependerán mucho del resultado de las elecciones generales que se resolverán en noviembre.

EE.UU. presenta unas previsiones de crecimiento positivo que, según André Themudo, podría oscilar en torno al 2%, aunque este escenario puede variar sustancialmente con el resultado de las elecciones estadounidenses. “Aunque tienen un mercado laboral muy fuerte, creemos que podemos empezar a ver bajadas de ritmo en los datos de empleo”, explica. A pesar de ello, “es la región en la que estamos más positivos en cuanto a renta variable, seguido de Japón”.

Para Alejandro Sánchez el escenario más probable es el soft landing, “un escenario en el que veríamos las yields bajando en toda la curva. Dado el impulso fiscal que hemos visto, el escenario de hard landing pasa a segundo plano, aunque no hay que descartarlo por completo. Las fases finales de la inflación son siempre las que más cuestan, pero vemos un escenario con bajadas de tipos a partir de verano”. Insiste en su preocupación por la liquidez ya que ha sido un factor muy importante para mantener el crecimiento y para impulsar las valoraciones. “Veremos un primer semestre todavía apoyado por el impulso fiscal, pero en el segundo hay que estar atentos para ver cuál puede ser el driver de este crecimiento y analizar la liquidez en el mercado de cara a invertir en activos de riesgo”. 

Una visión no tan clara para Europa

La previsión para el viejo continente no parece ser tan prometedora. Para Jordi Riera “hay más riesgos, ya que Alemania está rozando una recesión técnica, la economía de la región europea es más dependiente energéticamente y además presenta un mercado laboral menos flexible”. En su opinión, “Europa ha mostrado mucha menos resiliencia que la economía americana. Y en términos inflacionistas, que es la parte que sigue ocupando y preocupando al BCE, al final hemos tenido un viaje de ida y vuelta, que era previsible, y lo que sí parece cierto es que la última milla va a costar un poco más, muy pendientes de la evolución de los salarios”.

Sin embargo, para Oriol Taulats “va a haber crecimiento positivo y se van a tener que bajar tipos porque la inflación va a seguir moderándose”, lo que plantea un escenario amable para los activos de riesgo. Aunque el experto recalca: “Amable con matices porque la parte corta de la curva va a bajar si descienden los tipos, pero en la parte larga de la curva, en escenarios con rendimientos positivos, lo normal es que esté más alta que la corta”.

El escenario chino sigue a la baja

El crecimiento económico chino parece seguir la tendencia a la baja según apuntan los participantes en el Meeting Point Andorra 2024. Un mercado en el que el activo inmobiliario es el componente más preocupante para los integrantes de la mesa que ven a este sector muy deteriorado debido, entre otros factores, al exceso de construcción. Una situación que, según apuntan, se sostiene en pie tan solo por la intervención del Estado. A juicio deDavid Macià, el ladrillo “está revirtiendo, y no tiene tanto que ver con que los promotores estén quebrando, sino con que el ahorro del consumidor chino está sobre todo en este mercado y los precios aquí vienen de una burbuja que se tiene que ajustar lentamente. Esto significa un goteo a la baja del precio del inmobiliario y una presión en efecto riqueza negativo para el consumidor”.

Para el directivo existe otro elemento importante y es que “se ha abandonado el pragmatismo previo que había antes, donde lo principal era la economía y lo secundario era la ideología, y ahora Xi Jinping ha invertido los papeles y eso es mala receta para el largo plazo”.

La oportunidad de Japón

“A pesar de que hay sombras a nivel de crecimiento hay un cambio de tendencia que no hemos visto en los últimos 30 años”, apunta también el director de Creand Crèdit Andorrà. “Hemos visto falsos amaneceres en el país, y aunque la inflación se está moderando, la subyacente lleva mucho tiempo alta, y cuanto más tiempo lo esté más se rompen las expectativas del consumidor”, explica. Argumenta que esto es lo más crítico ya que tras la explosión de la burbuja de 1989 se generó una aversión al riesgo que, puede estar variando, entre otras cosas, por un cambio generacional.

Con todo, enumera elementos que hacen estructuralmente atractiva a la región como es el mencionado cambio generacional en los jóvenes y que les lleva a invertir cada vez más en Bolsa, una transformación en la gestión corporativa de las empresas más centradas en mejorar tanto el ROE como la retribución al accionista, mayores impulsos fiscales alentados por el Gobierno, los beneficios del friendshoring de las inversiones que no recaen en China y una política monetaria más laxa. Aspectos que, en su opinión, “no están en precio”.