Retos operativos en la inversión en mercados privados

Reloj
(Segle) Reflex is back!, Flickr, Creative Commons

Los activos privados han sido elegidos por instituciones y particulares con grandes patrimonios por los atractivos rendimientos que han producido y por la diversificación que han ofrecido en comparación con una cartera equilibrada tradicional de activos públicos.                      

Sin embargo, gracias a los desarrollos regulatorios, estos mercados están llamados a ocupar un papel más protagonista en las carteras de prácticamente cualquier inversor, incluidos los inversores minoristas. Así lo explican desde Arcano Partners: “este fenómeno de crecimiento en el que estamos inmersos reguladores, gestores, distribuidores e inversores minoristas se conoce como la democratización de las inversiones alternativas”.

Consultados a los socios de AlterForum por los retos que presenta la operativa en mercados privados frente a las estrategias líquidas, los principales elementos señalados son los siguientes:

Falta de liquidez

A diferencia de los valores negociados públicamente, que pueden comprarse o venderse inmediatamente en los mercados, “las inversiones privadas suelen tener periodos de bloqueo, restricciones a las transferencias y opciones de salida limitadas a pesar de la aparición de mercados secundarios”, explica Daniel Pingarrón, sales manager de Natixis IM.  Esto implica un proceso de educación de los inversores: “tienen que entender que el uso de los mercados privados en busca de mayores rentabilidades tiene como coste sacrificar algo de liquidez frente a las inversiones tradicionales”, añaden desde Schroders.

Horizontes de inversión más largos

Los activos privados tienden a tener horizontes de inversión más largos en comparación con las inversiones públicas. Desde los primeros compromisos hasta las últimas salidas, el ciclo de vida completo de los fondos cerrados puede abarcar más de una década. Cuanto más largos son los plazos, más difícil resulta ajustar las asignaciones de cartera a las nuevas fases del ciclo económico.

Valoración

A diferencia de las empresas públicas, las privadas no están obligadas a hacer públicos sus estados financieros. Esta falta de transparencia puede dificultar a los inversores potenciales la obtención o realización de una valoración exhaustiva. “Esta situación puede hacer que la valoración de los activos sea más dependiente de modelos y evaluaciones subjetivas”, señalan desde Arcano Capital.

Acceso limitado a los datos

Los activos no se valoran a precios de mercado, hay pocos puntos de referencia y el acceso a series temporales de datos sobre fondos de activos privados es muy caro. Esto dificulta el análisis del riesgo y la rentabilidad de las clases de activos privados.

Inversiones de entrada más elevadas

Esta situación puede limitar el acceso de determinados inversores y reducir el potencial de diversificación de la cartera.

Capacidad de acceso

Explican desde Arcano Capital, que el acceso a los inversores en fondos cerrados gestionados por gestores con elevada rentabilidad y excelente track record no siempre es posible. En ocasiones de elevada demanda, se hace necesario establecer previamente relaciones personales y de confianza con las gestoras.

Regulación

La operativa en mercados privados está sujeta cada vez a mayor regulación haciendo cada vez más compleja la operativa y las necesidades de reporting. Una nueva regulación que tiene como objetivo principal proteger los intereses del inversor añadiendo más transparencia. Según Arcano Capital estas mayores exigencias se extienden a nivel de prácticas de sostenibilidad y ESG: “las gestoras de inversión alternativas están cada vez más en el foco de escrutinio por parte de reguladores, lo cual implica una operativa cada vez más compleja al tener que publicar información cada vez más detallada de cómo integran la sostenibilidad en cada una de sus estrategias”, añaden.

Ongoing

El proceso operativo que se desencadena tras la comercialización va desde la gestión de los compromisos, las llamadas de capital, el reciclaje de las distribuciones, el reporting adaptado a la regulación y fiscalidad local, etc. Todo ello requiere un seguimiento continuo y competencias específicas. Un proceso clave, como apunta Marta Utrera, Managing Partner y Co-Chief Operating Officer de AltamarCAM Partners, con el que se protege al inversor pero también a la gestora.