¿Es el fin de la era de tipos bajos el fin del estilo growth? Tradicionalmente en años de incertidumbre y volatilidad los inversores se refugian en compañías de alto crecimiento en busca de esa estabilidad, pero 2022 fue la gran excepción. El año pasado predominó la rotación a un estilo más value-cíclico en detrimento del crecimiento-calidad. La fuerte corrección en el sector de la tecnología fue un ejemplo perfecto de cómo las dudas sobre la sostenibilidad de muchos modeles de negocio se pusieron en duda.
En parte, Simon Gregory comprende la decepción del año pasado con las compañías más growth. “Fue un doble golpe”, explica el especialista de inversión de Polen Capital. A nivel negocio, muchos de los valores de alto crecimiento de los últimos años decepcionaron en sus cuentas de resultados. Pero más por efecto base que por un problema estructural de su negocio.
La mayoría de estas compañías vivieron un crecimiento desmedido durante la pandemia, a unos ritmos que no eran sostenibles. “Valores como Salesforce o Docusign crecieron en un año o dos lo que tenían previsto para un plazo más largo”, cuenta. “Siempre esperábamos una ralentización de su crecimiento desde esos niveles, pero lo que sorprendió al mercado fue la rapidez con la que se produjo esa normalización de beneficios”.
Primando la disciplina empresarial
A eso se sumó el disruptivo cambio de régimen en la política monetaria a nivel global, con la consecuente restricción de las condiciones de financiación. ¿Pero tanto como para predecir la muerte del estilo growth? En opinión de Gregory, no. “Absolutamente todas las compañías están sintiendo la presión en costes. Precisamente por ello un enfoque en la calidad es más relevante que nunca”, insiste. ¿Tienen un viento de cola detrás? ¿Dependen del mercado para financiar su crecimiento o lo logran con su generación de caja? Son las preguntas que el equipo gestor se hace al analizar un negocio. Y lo que detectan tras este análisis es que aún encuentran negocios que se benefician de las tendencias estructurales del momento.
De hecho, en lo que va de año hay compañías que están sorprendiendo en sus resultados empresariales. Es el caso de Microsoft. El crecimiento de la tecnológica se ha ralentizado del 45% anual al 40%. Un nivel aún alto a pesar de la incertidumbre económica y aún así en línea con las previsiones del equipo de Polen Capital. “Estamos aún a las puertas de la expansión de la computación en la nube. Además, si llegase una recesión no sentimos que los productos de Microsoft vayan a ser los primeros afectados por los recortes en costes”, asegura el especialista de inversión.
Para el equipo gestor del Polen Capital Focus U.S. Growth Fund, fondo con Rating FundsPeople 2023 y distribuido por iM Global Partner, esto es lo que significa calidad en el contexto macroeconómico actual. “Absolutamente todos los 23 nombres en cartera son buenos negocios a día de hoy. No nos gusta usar el concepto de a prueba de recesiones, pero creemos que nuestras compañías serán capaces de resistir bien el contexto de alta inflación y ralentización económica”, defiende el experto.
La solidez de un modelo de negocio capaz de mantener su margen en un momento como el actual. E incluso incrementarlo, como es el caso de Amazon, uno de los valores en cartera. Como cuenta Gregory, la tecnológica estadounidense está transicionando su negocio a áreas de mayor margen. Por ejemplo, dependiendo más de vendedores terceros, lo que le libera la necesidad de tener stock propio. O desarrollando su negocio de la nube (AWS) y publicidad online.
Eligiendo los negocios realmente buenos
La confianza del equipo gestor de Polen en las empresas en su cartera nace de la seguridad en su filosofía de inversión. Un estricto proceso de selección de valores, puramente bottom-up, con una lista de requisitos enfocados a medir la calidad de los modelos de negocio. “Porque es la calidad la que traerá ese crecimiento”, insiste Gregory. Además del Polen Capital Focus U.S. Growth Fund, toda la gama de Polen Capital coinciden en las siguientes calidades:
- Crecimiento de beneficios sostenible. Compañías con un ROE de más del 20% y con crecimiento medio del 15%.
- Un balance fuerte con poca o ninguna deuda, algo clave teniendo en cuenta que se ha elevado el riesgo de financiación con las subidas de tipos de interés.
- Márgenes elevados, estables e incluso en crecimiento.
- Flujo de caja notable