Tres pasos para construir carteras de retorno absoluto con diversificación real

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La historia ha demostrado que invertir en una serie de activos diferentes no equivale a una diversificación real de la cartera y, por tanto, no contribuye a disminuir el riesgo de la misma. “Invertir un poco en renta variable, otro poco en renta fija, en activos inmobiliarios, etc, no funciona”,  explica Guy Stern, responsable de inversión en multiactivos de Standard Life Investments. En primer lugar, para el experto, repartir los huevos en diferentes cestas no da respuesta al objetivo de inversión de cada cliente. Una pregunta que la gestora ha colocado como base de un proceso centrado en responder a las demandas de los clientes, ofreciendo soluciones reales con retornos también reales, a través de sus estrategias globales de retorno absoluto (GARS) e inversión multiactivo, disponibles en España a través de la sicav GARS.

“El primer paso es establecer el objetivo a lograr. Normalmente es ganar dinero, pero hay definiciones muy distintas de lo que eso significa. Por ejemplo, ahora predomina el poder hacerlo sin incurrir en demasiadas obligaciones”, asegura. En Standard Life Investments están ofreciendo a los inversores un proceso con el que empezaron dando respuesta a las necesidades de su fondo de pensiones. “Necesitábamos inversiones que crearan un motor de rentabilidad pero que también disminuyeran el riesgo en nuestro fondo de pensiones para que éste pudiera cubrir sus obligaciones de largo plazo”, explica Stern.

El segundo paso se centra en lograr una verdadera diversificación de los activos en cartera, pues para el gestor, la definición de diversificación no es la mera unión de un conjunto de activos, pues en ocasiones se mueven en la misma dirección. “En un escenario económico positivo no hay problemas, pero en uno negativo, donde las correlaciones aumentan y todo se mueve a la par, las complicaciones aparecen”, explica, poniendo como ejemplo el caso de un paciente obeso al que el doctor aconseja dejar de tomar helados de chocolate y los sustituye por otros de diferentes sabores. Por ello, el segundo paso de su estrategia es lograr una diversificación real y con activos descorrelacionados, capaz de lograr un buen comportamiento en diferentes entornos de mercado.

La forma de hacerlo no es a través de diferentes clases de activos, sino de diferentes estrategias que, en conjunto, sean independientes de un solo contexto económico y puedan obtener beneficios en entornos diferentes, no sólo en el considerado como más probable. De ahí que el tercer paso en la construcción de sus soluciones globales de retorno absoluto sea la identificación y puesta en conjunto en una cartera de entre 25 y 30 estrategias macroeconómicas que sean escalables, que puedan hacer frente a los shocks de mercado cortoplacistas, en una u otra dirección. “La protección ahora es muy cara, pero si piensas en la probabilidad de distintos escenarios creas una cobertura natural para la cartera”, explica.

A la hora de seleccionar las estrategias, Stern destaca la necesidad de hacerlo de la forma más eficiente posible. Por ejemplo, si quieren apostar por la capacidad de los grandes valores de batir a los pequeños en renta variable, se puede hacer con posiciones largas en los primeros frente a cortas en los segundos, utilizando futuros, etc, y también de forma global o sólo en determinados mercados. Esa toma de decisiones de implementación y puesta en práctica también es clave.

Apuesta de largo plazo

A la hora de seleccionar las estrategias, a veces se impone el dinamismo, aunque lo ideal es que prime el medio y largo plazo. Por ejemplo, hace meses hicieron una apuesta de valor relativo comprando valores defensivos de Suiza frente a los más cíclicos de Alemania, pero la fortaleza del franco suizo y el sufrimiento de las exportaciones obligaron a cerrar esa posición. Entonces, abrieron otra apuesta de compra del franco suizo frente a otras divisas, como la corona noruega. Aunque a Stern le hubiera gustado mantener esa posición, tuvo que cerrarla también cuando el Banco Central suizo tomó medidas para frenar la apreciación de la divisa. Medidas políticas que interfieren en la economía. “Es más fácil construir un retorno absoluto con un horizonte de largo plazo que de corto”, explica. Así, desde que piensa en una idea hasta que la implementa suelen pasar de cuatro a seis semanas.

Para lograr retornos positivos, y cumplir con su objetivo de batir a la liquidez en un 5%, y con una volatilidad anual de entre el 4% y el 8% -es decir, una rentabilidad similar a la de la renta variable con un riesgo mucho menor-, Stern necesita que las estrategias tengan un peso similar y que ninguna domine los retornos. “Lo que necesito es que la mayoría de las estrategias suba y suele ser así”, afirma.

En cuanto a las necesidades de los inversores, rompe los tópicos. “Los inversores no necesitan batir al S&P 500, sino ganar dinero con poco riesgo”, asegura. En la gestora, con sede central en Edimburgo, empezaron a implementar la estrategia GARS (global absolute return strategies) y multiactivos de forma interna, con 1.000 millones de libras esterlinas, y ahora la aplican también de forma externa, con activos bajo gestión que cercanos a los 80.000 millones de libras (más de 100.000 millones de euros). Esta estrategia no sería factible en pequeñas boutiques, según el gestor, porque requiere de grandes capacidades y recursos.