Un 0% en renta fija: por qué el Flossbach von Storch Multiple Opportunities II no tiene ahora bonos en cartera

Bert Flossbach
Bert Flossbach

El Flossbach von Storch Multiple Opportunities II es uno de los pocos fondos que pueden presumir de tener el Rating FundsPeople+. Es decir, que este mixto flexible de la casa alemana Flossbach von Storch cumplen los tres criterios de FundsPeople al mismo tiempo: consistente, favorito de los analistas y blockbuster. Estamos ante un fondo que puede moverse por todo el espectro del mercado, entre todas las principales clases de activos. Y por eso mismo es más reseñable aún una de sus grandes convicciones del momento: no tienen bonos en cartera actualmente.

Sí, en el Flossbach von Storch Multiple Opportunities II la exposición a renta fija es del 0%,  al cierre del 2021. “Su perfil de riesgo-recompensa actualmente no es lo suficientemente atractivo en nuestra opinión”, explica Bert Flossbach, cofundador de Flossbach von Storch. En esa misma fecha, el peso en renta variable era del 82,06%. La participación de oro (física/no física) era del 10,07% y el efectivo, el 8,61%.

La importancia del riesgo-recompensa

Recordemos que un factor determinante para cada decisión de inversión en el Flossbach von Storch Multiple Opportunities II es la relación riesgo-recompensa. El potencial de rendimiento debe compensar considerablemente los riesgos de pérdida. Y es que la estructura de la cartera y, por lo tanto, el perfil de riesgo-recompensa del fondo, está alineado con los cinco pilares del pentagrama de Flossbach von Storch, en particular el principio de diversificación. Y como bien sostiene el experto, en su opinión los bonos no cumplen con este requisito actualmente.

Pero no utilizar bonos, no implica que se haya olvidado el principio de diversificación o que se haya aumentado desmesuradamente el riesgo total del fondo. Dentro de la cartera renta variable, se ha creado un compartimento con acciones de compañías muy estables y con dividendos sólidos que, de alguna manera, asumen el rol que venían desempeñando los bonos corporativos. De esta manera, aunque el fondo pueda tener algo más de variaciones en el cortísimo plazo, se mejora el perfil rentabilidad/riesgo a medio y largo plazo.

Escenario central en el Flossbach von Storch Multiple Opportunities II

El posicionamiento actual es un reflejo de su filosofía de inversión activa. La única máxima es que el gestor del fondo puede invertir en cualquier clase de inversión que, en su opinión, parezca atractiva en el entorno relevante del mercado de capitales. “El principio básico para la asignación de activos es una visión idiosincrásica e independiente del mundo que se modela a partir de parámetros económicos, políticos y demográficos y se encuentra en constante revisión”, explica Flossbach.

De cara a 2022, el gestor ve probable que las discusiones en curso sobre posibles ajustes de los tipos de interés generen incertidumbre en los mercados una y otra vez. Por lo tanto, no esperan que los principales índices bursátiles suban tan significativamente en 2022 como lo hicieron en 2021.

Los mercados financieros parecen haber llegado a un entendimiento con el COVID-19 y miran hacia delante”, analiza Flossbach. Los informes de aumento de las cifras de infección o nuevos mutantes ya no provocan retrocesos significativos en los precios, sino que solo tienen un efecto selectivo en los sectores o empresas que se ven especialmente afectados.

Sin embargo, el problema más importante que detecta en los mercados es el aumento significativo de la inflación. Esto se deben principalmente a problemas de suministro en el lado de la producción, que en parte solo pueden corregirse mediante la construcción de líneas de producción y fábricas adicionales, por ejemplo, para semiconductores. “Dado que estos procesos de ajuste no se pueden gestionar de la noche a la mañana, es probable que la alta inflación se quede con nosotros por un tiempo”, vaticina el experto. Especialmente porque los factores inflacionarios a largo plazo (las tres D: desglobalización, descarbonización y demografía) apuntalan la tendencia.

La clave: los tipos de interés

La pregunta que se plantea entonces Flossbach es: ¿cómo reaccionarán los bancos centrales si la inflación supera permanentemente su meta? “Una dura política antiinflacionaria con tipos de interés o rendimientos de los bonos significativamente más altos provocaría graves daños colaterales en la economía y los mercados financieros”, interpreta.

Un cambio real en los tipos de interés tendría que aceptar un retorno a rendimientos reales positivos. Es decir, un nivel de tasa de interés por encima de la tasa de inflación. “Este era el caso normal en el pasado, pero hoy es casi inconcebible”, sentencia el gestor. Especialmente en la Eurozona, la carga de intereses difícilmente sería soportable para los estados altamente endeudados. En su opinión, ningún banquero central querría arriesgarse a eso. Por lo tanto, ve probable que los tipos permanezcan bajos a largo plazo, más allá de algunos ajustes cosméticos. “Porque tienen que hacerlo”, resalta.

En este entorno, su enfoque sigue estando en activos reales líquidos de primera clase. “Sabiendo muy bien que la presión sobre los bancos centrales para endurecer su política monetaria seguirá creciendo”, matiza. Por ello, ve probable que las discusiones recurrentes sobre esto generen incertidumbre en los mercados.