Volatilidad y retornos en bolsa: tres verdades que los inversores no siempre tienen claras

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Foto: Nicholas Cappello, Unsplash.

El fondo Baillie Gifford Long Term Global Growth es una estrategia de renta variable global lanzada en 2004, que gestiona en la actualidad 32.000 millones de dólares, con un objetivo de inversión a largo plazo, una cartera relativamente concentrada (actualmente 38 valores), y con muy baja rotación. Históricamente la rotación de este producto de Baillie Gifford con Rating FundsPeople en 2023 ha estado en torno al 10-15% anual, con una permanencia media de las empresas en cartera de más de 10 años. La razón de esta baja rotación de cartera es que sus gestores se basan en lo que ellos definen verdades de la inversión, tres conceptos fundamentales que -según explica Stewart Hogg, miembro del equipo de la estrategia- nunca se deben olvidar cuando se trata de invertir en los mercados de acciones.

El primero de ellos es que la volatilidad no tiene por qué implicar riesgo, puesto que las compañías más rentables históricamente han sido las más volátiles. “Los cambios extremos en el precio de algunas acciones no implican necesariamente que las tesis de inversión y los fundamentales de las compañías se hayan visto afectadas negativamente ni mucho menos. Incluso a veces sucede todo lo contrario. Si analizamos los retornos de la última década de todas las compañías del índice global, hay una correlación lineal entre los retornos acumulados del precio de las acciones y la volatilidad, siendo las más rentables las más volátiles”, subraya.

Las acciones con mayor rentabilidad del índice han sido las más volátiles

Según explica, esto se debe a que al mercado a veces le cuesta valorar ciertas compañías en el corto plazo, siendo las compañías de crecimiento las que normalmente el mercado suele valorar peor. A lo largo de la historia, la gestora se ha encontrado con muchos ejemplos de este fenómeno, siendo algunos de ellos los que mayor rentabilidad han aportado a la cartera (por ejemplo, Amazon, donde invirtieron en 2005 y ha sufrido desde que invirtieron en ella más de 20 veces caídas de más del 20%, han multiplicado su inversión por 40 veces a cierre de diciembre 2022; o Tesla, donde invirtieron en 2012 y han sufrido más de 10 veces caídas de más del 20%, obteniendo una rentabilidad de 38 veces).

La segunda verdad de la inversión es que, tras períodos de volatilidad, el crecimiento es fundamental. “De las 3.000 compañías que han tenido caídas en el precio de la acción en bolsa de más del 50% desde 1999, sólo 1.000 recuperaron las caídas en un período inferior a cinco años, siendo el crecimiento de ingresos y beneficios la gran diferencia entre las que recuperaron y las que no. Las 1.000 compañías que recuperaron la caída tuvieron un crecimiento anual de ingresos del +6,1% y beneficios del +10,5% durante los siguientes cinco años, versus las otras 2.000 compañías que no recuperaron sus pérdidas que tuvieron caídas de ingresos (-1,9%) y beneficios (-0,5%) anuales”.

El crecimiento operativo es fundamental a la hora de recuperar las caídas en bolsa

Por lo tanto, el crecimiento sería crítico tras períodos de caídas tan fuertes como los vividos durante el 2022. En su opinión, la mejor forma de recuperar esas pérdidas tras momentos de volatilidad de mercado a la baja, es invirtiendo en esas compañías con mejor crecimiento operativo.  

A medio y largo plazo (cinco años y en adelante), los precios de las acciones de una compañía siguen a los beneficios de la misma. Es decir, las compañías que más crecen sus beneficios serían las que más se aprecian en bolsa. A su juicio, los datos lo demuestran. “Desde 1992 hasta 2021, el quintil de compañías con mayor crecimiento de beneficios han sido las de mayor retorno relativo en bolsa. Por lo que identificar esas compañías con crecimientos extraordinarios sería fundamental para conseguir rentabilidades por encima de la media en el largo plazo (mínimo de cinco años)”, concluye. 

Retornos medios en bolsa por quintiles de crecimiento de beneficios