El rebote del arranque de año en los mercados no ha sido catalizador suficiente para borrar del recuerdo la corrección del último trimestre de 2018. Como revela la última encuesta de Bank of America Merrill Lynch, los gestores siguen negativos con los activos de riesgo. En su análisis titulado My Big Fat Buyer’s Strike (Mi Gran Huelga de Compradores), la firma explica que no ha habido mejora en el sentimiento inversor.
Desde la encuesta de enero las bolsas a nivel global han repuntado un 7% y las materias primas un 5%. Y sin embargo, la asignación a renta variable global en febrero cayó a mínimos de septiembre de 2016. Es más, el número de inversores profesionales que sobreponderan la liquidez, al 44% en términos netos, está al nivel más alto desde las profundidades de la crisis en enero de 2009. Con esto, el medidor Fund Manager Survey Cash Rule de la que se sirve BofAML lleva en territorio de “comprar” los últimos 11 meses. El indicador Bull & Bear también ha tocado el nivel de “comprar” el pasado enero.
Los emergentes y la liquidez, dos grandes apuestas
Aunque el riesgo principal para los expertos sigue siendo la guerra comercial, seguido de la ralentización en China, la temática del estancamiento secular coge aún más fuerza. Las expectativas de crecimiento mejorar, pero modestamente y desde niveles muy bajos. De hecho, dos tercios de los gestores encuestados espera menor crecimiento para los próximos 12 meses.
Hay una importante dispersión entre los ganadores de esta situación. Así, las principales posiciones largas estaban en liquidez y los sectores de farmacia y consumo discrecional, pero también en mercados emergentes. Las mayores infraponderaciones estaban en sectores cíclicos, como el de energía o industriales, pero principalmente la renta variable.