Ha sido un verano tranquilo en el que las principales noticias han rodeado a la renta fija, donde se vieron fuertes movimientos al alza en las tires del Tesoro estadounidense por la menor liquidez. Tras él, septiembre ha comenzado con la mirada puesta en los bancos centrales y sus próximos pasos ante la ralentización del ciclo económico. En un lado de la balanza, el Banco Central Europeo (BCE) ha llevado los tipos a niveles máximos en un intento por frenar la inflación y, en el otro, la Reserva Federal estadounidense (Fed) no ha tocado los tipos de interés en su reunión de septiembre, aunque tampoco ha cerrado la puerta a futuras subidas si así lo ve necesario. ¿Qué movimientos han hecho las grandes gestoras españolas en sus carteras?
Así preparan las grandes gestoras españolas sus carteras para la recta final del año
Durante el verano hemos adoptado un posicionamiento algo más cauto ante el entorno de desaceleración económica global, especialmente en Europa, y las valoraciones más ajustadas de algunos activos tanto en renta variable como en renta fija.
1/13No ha habido grandes cambios, pero sí algún ajuste. Seguimos largos de activos de riesgo, sobreponderados en renta variable desarrollada y emergente, y en bonos corporativos de grado de inversión. En verano hemos aumentado la exposición a gobiernos de EE.UU. (mayor duración) y hemos pasado a estar largos de dólar. Podríamos concluir que tenemos un posicionamiento de optimismo cauto, disfrutando de la subida de las bolsas desde principios de año, pero siendo conscientes de que es probable que en los próximos meses tengamos que tender a posiciones más conservadoras, dada la incertidumbre sobre el impacto en crecimiento de la política monetaria restrictiva que hemos experimentado en estos últimos trimestres.
2/13En Bestinver somos inversores de largo plazo, por lo que nunca hacemos cambios muy bruscos en nuestras carteras. Cada cambio que hacemos está muy medido y muy pensado, por lo que suelen ser movimientos puntuales por cuestiones específicas de cada compañía, nunca por una visión sobre la evolución del mercado a corto plazo. Este verano, hemos aprovechado la gran dispersión que ha habido en algunos valores para tomar algunos beneficios en los que más han subido y reinvertir las ganancias en otros que han tenido un peor comportamiento. El mercado nos ha permitido hacer esos pequeños ajustes y los hemos aprovechado.
3/13No hemos hecho grandes modificaciones. Los datos económicos conocidos durante el verano, y el propio movimiento de los mercados, nos ha reforzado en nuestras convicciones, nuestro posicionamiento es básicamente neutral en niveles de riesgo, pero con una aproximación muy táctica a como consumimos ese riesgo.
4/13Durante el verano hemos visto que tanto la rentabilidad de los bonos, como los precios de las acciones han subido. Hemos aprovechado para ajustar pesos vendiendo algo de renta variable y comprando renta fija. Nos parece que con los tipos de interés a estos niveles la renta variable debería tenerlo más difícil para subir y que las rentabilidades que ofrece la renta fija son muy atractivas tanto en relativo como en valor absoluto.
De cara a final de año seguiremos comprando bonos y reduciendo renta variable mientras nada cambie demasiado. En renta fija se pueden obtener rentabilidades cerca del 5% sin asumir mucho riesgo ni de crédito, ni de duración. La rentabilidad por dividendo del S&P500 está en el 1,5% muy por debajo de la de la renta fija, históricamente siempre que ha ocurrido esto el comportamiento de la renta fija ha sido superior al de la renta variable y no creemos que esta vez vaya a ser diferente.
5/13Desde hace unos meses somos más prudentes con el comportamiento futuro de las bolsas, dada la incertidumbre sobre la evolución de la economía y en un escenario de valoraciones más ajustadas, sobre todo en la bolsa estadounidense. La clave para la evolución de los mercados de renta variable serán los resultados empresariales ya que para 2024 se espera que crezcan ligeramente, si bien podríamos ver caídas en las estimaciones. No obstante, de confirmarse un aterrizaje suave de la economía, no descartamos que el actual sentimiento positivo de las bolsas pueda mantenerse. Durante los últimos meses hemos hecho compras de valores que se habían quedado algo rezagados, como es el caso de compañías de salud, consumo no cíclico o telecomunicaciones, al mismo tiempo que aprovechábamos la volatilidad vista con las publicaciones de resultados para comprar valores de calidad.
6/13En conjunto, el escenario macro no ha cambiado significativamente durante el verano (mejor en EE.UU., pero peor en la zona euro y China) y como los movimientos de mercado tan poco han sido amplios, seguimos con nuestra visión prudente. Seguimos pensando que estamos ante un buen momento para tomar posiciones en renta fija, tanto pública como privada. Los tramos hasta dos años son especialmente interesantes para clientes que quieran obtener rentabilidad para sus ahorros sin tener mucha volatilidad. En renta variable, seguimos cautos por valoración relativa y porque todavía nos encontramos en la parte más volátil del año, estadísticamente hablando. Posiblemente, una vez pasado este mes, si los datos de inflación acompañan, podamos tener una visión algo más constructiva de cara a la última parte del año.
7/13Durante verano hemos realizado pocos cambios en cartera. Tras un muy buen julio decidimos reducir unos puntos el peso en renta variable a finales del mismo mes. Reducción de un 2/3% que nos hace estar ligeramente infraponderados en equity. Este movimiento, aun siendo pequeño, nos ha dado la razón con un agosto de caídas generalizadas.
Otro movimiento realizado hacia finales de verano ha sido la reducción de dólar en las carteras en niveles de 1,08. El buen comportamiento de la divisa americana durante el mes de agosto ha sido el principal incentivo.
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En consonancia con una expectativa de ralentización del crecimiento hacia finales de año, entramos en el verano con un posicionamiento de cautela en los activos de riesgo, con ligeras infraponderaciones en renta variable y crédito high yield e intentando aprovechar las oportunidades de valor relativo que ofrecía el mercado: en renta variable, preferencia por quality en Europa y Estados Unidos y por value en Japón en detrimento del growth en Estados Unidos, y ligera preferencia por emergentes sobre desarrollados. En renta fija, con el grueso de las subidas de tipos ya por detrás de nosotros y con la Fed y buena parte de los bancos centrales de los países emergentes algo más avanzados en el ciclo de política monetaria, el posicionamiento era de neutralidad en deuda soberana europea y de ligera sobreponderación en la estadounidense y con una preferencia por el crédito investment grade sobre el high yield.
Los datos macroeconómicos publicados los últimos tres meses confirman que el escenario económico continúa siendo de ralentización del crecimiento global, mientras que los mercados de riesgo siguen encontrándose cerca de los máximos del año. Así, mantenemos un posicionamiento global de cautela con algunos ajustes: incremento de las duraciones en Europa ante la mayor debilidad del sector servicios y del posible impacto en las exportaciones europeas de la debilidad de la economía china; recorte del crédito en dólares ante la expectativa de que la Reserva Federal tardará más de lo anticipado en empezar a bajar tipos.
9/13A lo largo del verano hemos aprovechado los rangos en los índices de renta variable y tipos en renta fija para hacer movimientos tácticos. Nos hemos posicionado algo más cautos, rebajando la exposición a bolsa (tras las ganancias que llevan los índices en el año) y elevando la duración de las carteras, tanto con bonos gubernamentales como crédito. Nos gusta la convexidad de las estrategias de carry, tanto en grado de inversión como high yield, así como mercados emergentes.
De cara a final de año, mantenemos este posicionamiento de cautela en activos de riesgo, unido a coberturas y diversificadores ante la continua desaceleración de los datos macroeconómicos en las economías globales (salvo excepción de la americana), si bien no podemos olvidar que la paulatina caída de la inflación debería suponer un soporte que ayude a los mercados de renta variable en el medio plazo.
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No hemos hecho grandes cambios en las carteras, por lo que mantenemos la visión cauta. Los datos del último mes confirman nuestro escenario que los crecimientos van a ser menores en la segunda mitad de año (creación de empleo menguando, debilidad en manufacturas ya afectando a servicios, nuevos pedidos en contracción, comercio internacional débil) con Europa liderando la debilidad a nivel global. Este es un factor de riesgo que todavía no tenemos en cuenta pero que afecta a las expectativas de bajadas de tipos para el próximo año.
11/13Las últimas declaraciones de los bancos centrales de los mercados desarrollados, junto con la caída de los datos de inflación general, nos hace presuponer que nos encontramos cerca del final de ciclo de subidas de tipos de interés. Es pronto para hablar de bajadas, pero la situación actual nos invita a ir poco a poco asumiendo algo más de riesgo de duración en las carteras.
Durante los meses de julio y agosto hemos modificamos la exposición a deuda gubernamental europea desde corto a medios plazos. En cambio, hemos reducido la exposición a deuda americana de corto plazo, al tratarse de un activo muy sensible a las actuaciones de política monetaria y al considerar que probablemente vivamos episodios de volatilidad en el activo. Dentro de la renta variable, nos encontramos con niveles de exposición bajos en los perfiles conservadores y neutrales en los equilibrados y arriesgados. Las perspectivas económicas siguen siendo inciertas debido a las condiciones financieras restrictivas, la desaceleración de la economía y las elevadas valoraciones. Sin embargo, un mercado laboral sólido, la fortaleza del sector de servicios y el sentimiento positivo en torno a la inteligencia artificial están brindando apoyo para los activos de riesgo. En este contexto, mantenemos el tono prudente en la exposición a la renta variable en nuestras carteras, buscando un equilibro entre los niveles de riesgo y oportunidad, y estando muy pendientes para aumentar los niveles de exposición a las partes altas de los rangos según los perfiles.
12/13No hemos realizado cambios de relevancia sobre las carteras durante el verano, más allá de alargar tácticamente de forma ligera las duraciones mediante futuros sobre Govis aprovechando el inesperado rally técnico de los tipos largos en EE.UU. los días previos a la reunión de Jackson Hole. En renta variable no hemos llevado a cabo grandes modificaciones ya que, a pesar de la volatilidad, se sigue claramente en un lateral por ahora.
De cara a final de año mantenemos un posicionamiento cauto. Seguimos viendo excesiva resiliencia en los activos de riesgo, tanto en el crédito como especialmente en las bolsas en un escenario de fondo bastante incierto en lo económico y muy convulso a nivel político. Creemos que las valoraciones son bastante exigentes, especialmente en EE.UU., en un nuevo entorno en el que, a pesar de que los beneficios están aguantando mejor de lo esperado, los tipos de interés han experimentado una de las mayores y más rápidas subidas de la historia
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