La gestora ha publicado su última perspectiva sobre la asignación de activos para los próximos 6 a 12 meses, en la que da a conocer su visión sobre la renta variable, renta fija, crédito, divisas y activos reales.
La gestora PIMCO ha publicado su última perspectiva sobre la asignación de activos para los próximos 6 a 12 meses. En el Asset Allocation Outlook - Whether Pause or Pivot, Look to Bonds, los gestores de carteras multiactivo Erin Browne y Emmanuel Sharef sostienen que, a la luz de sus previsiones macroeconómicas y de mercado, favorecen los bonos como asignación de cartera debido a su diversificación, preservación del capital y oportunidades alcistas. En renta variable, sin embargo, mantienen la cautela, al considerar que las expectativas de beneficios parecen demasiado elevadas y las valoraciones demasiado caras.
Renta Variable
En la entidad son prudentes con el mercado de acciones ante unas perspectivas de crecimiento cada vez más frágiles y unas valoraciones excesivamente optimistas. “Estas preocupaciones son más frecuentes en EE.UU., que representa nuestra mayor infraponderación, pero también nos llevan a ser cautos con la renta variable europea y japonesa”, revelan. Por el contrario, creen que la reapertura de China está en sus primeras fases, por lo que son constructivos en los mercados emergentes, aunque la exposición es modesta, ya que “las cuestiones geopolíticas idiosincrásicas siguen siendo un riesgo”.
Renta Fija
Son constructivos en cuanto a la duración, dada la ralentización del crecimiento y la opinión de que los tipos de interés oficiales están cerca de tocar techo. “Las inclinaciones de la duración dentro del mundo desarrollado siguen siendo modestas, por lo que nos mantenemos neutrales, diversificados por regiones y ajustando tácticamente las exposiciones a medida que los rendimientos se mueven dentro de los rangos esperados”. Consideran que la duración de mercados emergentes selectos y de alta calidad ofrece una fuente de rentabilidad diversificada y atractiva para los inversores.
Crédito
Sobreponderan ligeramente la renta fija corporativa, haciendo hincapié en las emisiones de mayor calidad. “Los MBS destacan por sus sólidos fundamentales y sus atractivas valoraciones. Los elevados rendimientos totales y los diferenciales más amplios del crédito corporativo con grado de inversión deberían proporcionar una mayor amortiguación a la baja en caso de recesión”. Por el contrario, se muestran más cautos con las emisiones de menor calidad, ya que esperan que las estrictas condiciones financieras pesen sobre los fundamentales, aunque creen que los impagos deberían mantenerse en línea con las medias históricas.
Divisas
Son cautelosos con respecto al dólar estadounidense, debido a que es probable que los tipos de interés oficiales alcancen su nivel máximo, al déficit de crecimiento relativo previsto en Estados Unidos y a la preocupación por la sobrevaloración. En cambio, prefieren las divisas de los mercados emergentes, al entender que éstas deberían verse respaldadas por un mayor crecimiento y vientos favorables de valoración, y, en menor medida, el yen japonés, que debería beneficiarse si suben los tipos en Japón. Son neutrales con respecto al euro, ya que prevén que la subida de los tipos de interés en la región se verá contrarrestada por la ralentización del crecimiento.
Activos Reales
Creen que los mercados reflejan fielmente la senda de la inflación, por lo que son neutrales en cuanto a los activos reales, pero reconocen que los riesgos inflacionistas se inclinan al alza. “Los bonos ligados a la inflación nos parecen atractivos, ya que deberían ofrecer protección en caso de recesión, de una sorpresa inflacionista al alza, o de ambas cosas”. A pesar del potencial de cobertura frente a la inflación de las materias primas, en PIMCO creen que la mayoría pueden tener dificultades en el horizonte cíclico dada su dependencia del crecimiento, por lo que se mantienen neutrales. “Seguimos de cerca las oportunidades de valor relativo en esta clase de activos”, concluyen.