Analizamos lo que ha ocurrido en la industria americana el año pasado, poniendo el acento en lo que han hecho las diez mayores gestoras por volumen de activos.
Los inversores ya no buscan los fondos de inversión que en el pasado hayan ofrecido las mejores rentabilidades, sino los productos más baratos. En Estados Unidos esta tendencia está siendo muy fuerte, hasta el punto de que actualmente el 83% de los activos están en productos que cobran comisiones por debajo de la media. Las gestoras lo saben y, en consecuencia, a lo largo de los últimos años han estado realizando un importante esfuerzo de reducción de comisiones. El 2017 no ha sido una excepción y las diez mayores gestoras de fondos americanas han bajado sus tarifas. En mayor o menor medida, lo han hecho todas, sin excepción. La que más: Fidelity Investments.
Según un estudio realizado por Morningstar, de las diez mayores firmas americanas, Fidelity Investments ha sido la que el año pasado más vio reducirse su porcentaje de gastos totales (TER) ponderado por patrimonio del 0,59% al 0,53%. Esto fue principalmente resultado de las comisiones de éxito que Fidelity aplica a muchos de sus fondos en Estados Unidos y los cuales fluctúan año a año, dependiendo de cuáles sean los resultados generados por los productos frente a sus respectivos índices de referencia. La gestora también lanzó 80 clases de fondos con comisiones muy reducidas en los últimos dos años y, en 2017, las bajó en 14 fondos indexados, lo que ha contribuido significativamente a esta tendencia.
Vanguard, State Street Global Advisors e iShares son, por este orden, las entidades con unos TER ponderados por patrimonio más bajos. Las tres son gestoras que centran su negocio en la comercialización de ETF, donde en los últimos tiempos ha habido una encarnizada guerra por reducir comisiones. Durante los últimos tres años, la tarifa promedio ponderada por activos de Vanguard disminuyó un 25%, la mayor caída registrada entre las diez gestoras más grandes por activos. Le siguió iShares, con un descenso del 19%. En consecuencia, no es de extrañar que los proveedores de ETF sean las entidades que ostenten los porcentajes de gastos totales más bajos (0,10% en Vanguard, 0,16% en el caso de State Street y 0,25% en iShares).
Sin embargo, el inversor debe saber leer estos datos. El hecho de que Vanguard tenga un TER medio ponderado por activos del 0,10% y iShares del 0,25% no significa necesariamente que los productos de Vanguard sean más baratos que los de iShares. Vanguard dispone de una gama de ETF mucho más reducida que iShares, entidad con una oferta más amplia. En la práctica, esto se traduce en que las dos primeras centran su negocio en la comercialización de productos que replican índices core, mientras que la plataforma de ETF de BlackRock cuenta, además, con estrategias más capilares, productos por lo general con unos TER más elevados, lo que diversifica el patrimonio y tira de la media hacia arriba.
Para saber qué entidad es más barata lo correcto es analizar estrategias comparables, es decir, ETF que replican un mismo índice, por ejemplo el S&P 500, tomando el TER como un indicador, pero no el único. Hoy son muchos los que piensan que, cuanto menor sea el TER que cobra un fondo cotizado, mejor será la rentabilidad generada por el producto. Pero en realidad esto no es así. El TER no guarda una relación tan directa con la rentabilidad del fondo cotizado como se cree. Lo demuestra un estudio realizado por Track Insight, una plataforma de análisis de ETF creada en 2014 dedicada a inversores profesionales que compara y selecciona productos entre toda la gama de ETF registrada en Europa.
Los inversores buscan productos baratos
Esta tendencia a la reducción de las comisiones también afecta a las grandes entidades especializadas en gestión activa. El TER ponderado por activos de todas las entidades del top 10 también bajó, lo cual se explica por la huida de los inversores hacia los productos (y las clases) más económicas, pero también a la reducción de comisiones que están aplicando. La razón es simple: el dinero se está yendo hacia las gestoras que ofertan más competitivas a nivel de coste. Los flujos no deban dudar a duda. Las entradas netas registradas el año pasado en Estados Unidos por Vanguard (346.000 millones de dólares) e iShares (201.000 millones) están muy alejadas de las que recibieron el resto de competidores (State Street y PIMCO, con 33.000 millones, respectivamente).
Sin embargo, reducir comisiones no es garantía de éxito. Es decir: puede darse el caso de que las entidades estén hagan un importante esfuerzo a nivel tarifario y pierdan activos. El año pasado, de las diez gestoras con mayor patrimonio les ocurrió a tres. El caso más llamativo en este sentido fue Franklin Templeton, que en 2017 sufrió salidas netas en Estados Unidos por 28.000 millones de dólares, seguida de T. Rowe Price (11.000 millones) y, en menor medida, J.P. Morgan AM, de la que apenas se fueron 600 millones. En el otro lado de la balanza en lo que a la gestión activa se refiere se situaron, además de la ya citada PIMCO, American Funds (Capital Group), con 17.000 millones de captaciones netas el año pasado en Estados Unidos y Fidelity Investments, con 11.000 millones.