Due diligence scorecard: la herramienta diseñada por Morningstar para cumplir con MiFID II

Libreta
Oli Dale, Unsplash

A nivel de producto, MiFID II se centra fundamentalmente en dos aspectos clave: calidad y valor. En este sentido, la nueva normativa dedica un capítulo muy extenso a la información que se le de debe proveer al inversor. Entre los requerimientos que exige la norma en lo que respecta a la definición de la gama de producto, MiFID II pone el acento en que los procedimientos sean repetibles y robustos, también en lo que respecta a la información que se le aporte al cliente, documentando los diferentes puntos del proceso y manteniendo un registro de todos los pasos que se han seguido para seleccionar un producto concreto, algo imprescindible en caso de que el regulador requiera dicha información. Dentro de ese marco, Morningstar viene utilizando desde hace años una serie de metodologías que van en línea con lo que ahora exige MiFID II.

Habitualmente, cuando los analistas de la firma se reúnen con los gestores, elaboran un informe en el que incluyen información sobre la cartera del producto, los flujos, las comisiones, los resultados obtenidos o incluso el análisis del performance en distintos escenarios para intentar entender cómo se comportó en el pasado e intentar predecir cómo podría evolucionar en el futuro… Dado que estas reuniones se celebran de manera periódica y que toda esta información es archivada por Morningstar, supone una buena base para hacer un seguimiento del producto, aportando información de manera sólida y recurrente a aquellos clientes de la firma que así lo deseen. “Probablemente, esta herramienta ofrece más información de la que el usuario podría necesitar, pero se puede reducir y adaptar a las necesidades concretas de cada uno”, explica Javier Sáenz de Cenzano, director de Análisis de Morningstar para EMEA.

Ese documento está encuadrado en el marco de análisis de Morningstar. “Cuando analizas un producto, lo que intentas hacer es tratar de averiguar cuál va a ser su comportamiento futuro frente a sus competidores. Nosotros hemos identificado docenas de variables que creemos que tienen un carácter predictivo, las cuales aglutinamos en cinco grandes bloques: equipo gestor, proceso de inversión, resultados, firma gestora y precio. El resultado final de toda la labor analítica es un informe en el que explicamos cuáles son las causas que nos han hecho llegar a ese rating final. Consta de siete páginas y en ellas se explican los motivos de nuestra valoración y de que tengamos una opinión positiva o negativa sobre cada uno de esos cinco pilares anteriormente mencionados. Este documento se puede utilizar externamente, para informar a tus clientes, o de manera interna, para justificar tus procesos”, señala Sáenz de Cenzano.

Utilidades a nivel interno

“A nivel interno, las posibilidades son muy diversas. Por ejemplo: en muchas ocasiones los clientes no pueden cubrir todos los fondos que querrían y les gustaría incrementar su conocimiento sobre una categoría concreta. En este sentido, cada dos meses publicamos una revisión completa de un tipo de activo, en la que explicamos cuáles son nuestros productos favoritos en ese área, por qué nos gustan cada uno de ellos o qué aspectos hay que tener en cuenta a la hora de invertir en ese tipo de activo. El análisis de Morningstar y el acceso directo a los analistas también le puede servir al cliente para tener una segunda opinión, al contar con un agente externo independiente con una visión crítica sobre cuáles son sus propios criterios, para entender las razones del buen o mal comportamiento registrado por un producto o para comprender los cambios que se están produciendo en la industria, tanto a nivel de gestor (cuando se produce algún relevo) como de gestoras (operaciones de fusiones por ejemplo)”.

Las due diligence scorecards: un modelo predictivo made in USA

El siguiente nivel de servicio que ofrece Morningstar son las due diligence scorecards, un modelo a través del cual la firma de análisis elabora un ranking de fondos en base a unas cualidades determinadas. Este modelo fue desarrollado por el equipo de análisis de Morningstar junto con el equipo cuantitativo de la firma afincado en Estados Unidos, formado por 16 profesionales que se dedican exclusivamente a hacer análisis cuantitativos en distintos campos relacionados con los fondos de inversión. Su objetivo es tratar de identificar variables que permitan anticipar el comportamiento futuro de un producto desde un punto de vista cuantitativo. Una vez identificadas aquellas que tienen un carácter predictivo, les otorgan un peso a cada una de ellas con el objetivo de llegar a una puntuación final para cada uno de los fondos, lo cual permite hacer rankings ordenándolos por percentiles y cuartiles.

Morningstar ha desarrollado cuatro modelos diferentes, uno por categoría de producto: renta variable, renta fija, mixtos y fondos pasivos. Los tres primeros permiten incluir fondos activos y pasivos en el análisis. El último modelo se centra únicamente en fondos pasivos y ETF. Las variables que utilizan también son diferentes. En las categorías de renta variable, renta fija y multiactivos, muchas variables predictivas se repiten. En el caso de los productos de gestión pasiva, las que toman en consideración son diferentes. “Una de las ventajas de este modelo es que es maleable y el usuario puede seleccionar el universo de fondos a incluir en ese estudio. El cliente puede hacer el análisis comparativo tomando únicamente como referencia los fondos con los que trabaja o identificando la categoría o el universo que desee”, afirma Sáenz de Cenzano.

Casos prácticos

Por ejemplo, en Funds People hemos querido hacer el estudio sobre los cinco fondos de renta fija corporativa europea con más patrimonio en España: Morgan Stanley Euro Corporate Bond, M&G European Corporate Bond, Schroder ISF Euro Corporate Bond, Henderson Horizon Euro Corporate Bond e Invesco Euro Corporate Bond. Nuestro objetivo es conocer cuál de estos productos cuenta con una puntuación en la due diligence scorecard superior, es decir, qué estrategia, tras el análisis de todas las variables, sale mejor puntuada y, por lo tanto, debería comportarse mejor de cara al futuro. El producto que sobresale es el Schroder ISF Euro Corporate Bond, de Patrick Vogel. Haciendo la suma de la puntuación agregada obtenida por las distintas variables analizadas por Morningstar, el producto aparece en el ranking en el primer decil (ver tabla 1).

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Este análisis está hecho sobre un universo de fondos integrados dentro de una misma categoría: renta fija corporativa europea. Sin embargo, el usuario también podría seleccionar fondos que él tuviese dentro de su peer group, aún a pesar de que estos productos no correspondiesen exactamente a la misma categoría. A modo de ejemplo, hemos solicitado a Morningstar el mismo estudio sobre distintas estrategias de renta fija de corta duración, seleccionando en este caso los cinco productos con más patrimonio en España: el Carmignac Securité, el BGF Euro Short Duration Bond, el Muzinich Enhancedyield Short Term, el Morgan Stanley Short Maturity Euro Bond y el AXA Euro Credit Short Duration. En este caso, son los productos de Muzinich, BlackRock y AXA IM los que aparecen en el primer decil en la due diligence scorecard (ver tabla 2).

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¿Funciona el modelo?

Así pues, según el scorecard de Morningstar, los tres deberían registrar en el futuro un mejor comportamiento que sus comparables. Pero… ¿funciona este modelo? La firma ha analizado su funcionamiento en el pasado. Para ello, aplicaron distintos back testing, empezando por julio de 2008, para saber cómo habría funcionado en los tres años siguientes, repitiendo este ejercicio en todos los meses siguientes. El modelo hace el ranking de los fondos por cuartiles, permitiendo conocer qué evolución habrían registrado los productos del primer, segundo, tercer y cuarto cuartil no solo en un determinado periodo, sino en diferentes entornos de mercado.

“La conclusión es clara: los fondos que mejor quedan puntuados en el scorecard funcionan de media mejor que los demás en períodos subsiguientes. Además, al utilizar variables cualitativas que nuestros analistas utilizan en su día a día a la hora de analizar fondos, el modelo es consistente y aquellos que cuentan con un rating Gold, Silver y Bronze, quedan de media mejor rankeados que los Neutral o Negatives, luego el modelo replica en cierta forma el proceso de toma de decisiones de nuestros analistas”, concluye Sáenz de Cenzano.