Steven de Vries, responsable de ventas minoristas de Henderson en Europa, explica la conexión que existe entre ambos conceptos.
La relación entre la rentabilidad obtenida por un fondo y los flujos de entrada hacia ese fondo ha sido largamente analizada por los actores de la industria de activos. La última aportación a esta literatura viene de Steven de Vries, responsable de ventas minoristas de Henderson en Europa. “Existe una conexión entre la performance generada por los fondos y los flujos”, insiste.
Para expresar mejor esa relación, aporta un gráfico que se puede consultar a continuación, en el que las burbujas de color gris representan los flujos de entrada y las rosas, los flujos de salida. El gráfico de la izquierda muestra la evolución de los fondos de gestión activa de renta variable europea y el de la derecha, el de los fondos activos de renta fija europa. “Si el fondo es capaz de mantenerse en el primer cuartil a uno y tres años, se incrementan las probabilidades de atraer flujos de entrada”, resume de Vries. En cambio, indica que si el fondo se encuentra en el segundo cuartil de su categoría, “se incrementa la probabilidad de que registre flujos de salida”.
Esta tendencia se refleja de forma más evidente entre los fondos de renta fija. Para el responsable, esto es debido a que “los inversores de renta fija suelen tener más paciencia que los de renta variable”.
Un año difícil
Estos comentarios no son gratuitos; Henderson experimentó en 2016 uno de los años más duros de su historia más reciente: “2016 ha sido uno de los peores años, al menos de los últimos 5 años. Las turbulencias de los mercados, los eventos de riesgo político y la pérdida de confianza nos hicieron registrar reembolsos de 3.100 millones de euros. Muchos clientes se fueron a efectivo o a ETF”, indica de Vries. Éste añade que “en parte el mal comportamiento de Henderson el año pasado se debió a nuestra amplia gama de renta variable”, en referencia a las tendencias expuestas en el gráfico.
Actualmente, Italia es el país donde Henderson tiene más activos en este momento. “La cultura de los inversores italianos está muy a favor de los fondos”, comenta de Vries. Phil Wagstaff, responsable global de distribución de Henderson, amplía estos comentarios: “Pienso que la razón es que el mercado italiano es muy parecido al británico: ambos tienen una gran comunidad de EAFIs y muchos asesores son emprendedores que hablan con sus clientes y consiguen a través de sus recomendaciones generar flujos de entrada hacia nuestras estrategias. Esto contrasta con mercados como el alemán o el suizo, que están dominados por los bancos, así como otros mercados donde existe un sesgo mayor hacia la inversión en activos domésticos frente a activos de otros países”.
Wagastaff recuerda que el mercado europeo no es homogéneo y que la evolución del patrimonio de Henderson ha ido variando con el paso de los años: “Ahora los flujos proceden de Italia, pero hace tres o cuatro años recibimos muchos flujos procedentes de España. Por eso creo que tenemos que ser activos en todos los países donde tenemos presencia en Europa y analizar qué pasa a nivel macro”.
Un argumento a favor de la gestión activa
De Vries aporta otro gráfico que considera revelador para los planes de negocio de Henderson en 2017. “¿Sabíais que los fondos indexados capturaron menos del 15% de las ventas netas en Europa en 2016?”, pregunta.
La conclusión que extrae el experto es que “aunque el patrón es volátil, las gestoras activas siguen atrayendo más flujos que las pasivas; pensamos que sigue habiendo un lugar para los gestores activos y gracias a la transparencia del mercado, los inversores pueden identificar dónde está la rentabilidad”. De Vries observa adicionalmente que, dentro de la gestión activa, la mayor parte de los flujos se dirigió hacia fondos de deuda. “Los inversores se siguen sintiendo más cómodos con la gestión activa de la renta fija”, concluye.