Las grandes economías del mundo probablemente registren crecimientos sólidos en 2014 por la desaparición del lastre fiscal y unas políticas monetarias muy favorables. Sin embargo, las presiones inflacionistas seguramente permanezcan en niveles bajos y el entorno positivo para las acciones de los mercados desarrollados debería mantenerse durante más tiempo del que muchos vaticinan. “Esto es una excelente noticia para los inversores, ya que significa que la política monetaria probablemente va a seguir siendo expansiva”, explican en Fidelity Worldwide Investment.
El modelo del reloj de la inversión que guía las asignaciones de activos de la gestora se encamina de nuevo hacia la fase de ‘recuperación’ del ciclo, que es deflacionista, lo que en opinión de Trevor Greetham, director de Asignación de Activos de la entidad, crea un marco positivo para las acciones. “Las fuerzas desinflacionistas en un entorno de crecimiento mundial fuerte son positivas para la renta variable. Siempre que las tasas de inflación de equilibrio en EE.UU. sigan estando cerca de la parte baja de su horquilla, no habrá amenaza inminente de subida de tipos por parte de la Fed y la liquidez seguirá siendo abundante”.
En el plano macroeconómico, Greetham indica que EE.UU. está liderando la expansión mundial, con una confianza empresarial sólida, revalorizaciones de la vivienda y reactivación del crédito bancario. La economía de Japón está recobrándose en todos los frentes y el optimismo sigue aumentando en Europa y el Reino Unido. Por otro lado, una desaceleración gradual de China podría ser positiva para el crecimiento mundial si revierte las presiones sobre la renta de los consumidores en las economías desarrolladas mediante un descenso sostenido de los precios de las materias primas.
En Fidelity siguen siendo cautos sobre la deuda pública y, en general, las inversiones sensibles a los tipos de interés, al tiempo que continúan orientando los fondos multiactivos hacia la renta variable estadounidense y japonesa. “Hemos colocado las materias primas en neutral: el exceso de capacidad y la fortaleza del dólar serán obstáculos estructurales, pero la estabilización de China, la continuación de la relajación cuantitativa de la Fed y una fase de debilidad del dólar a corto plazo podrían darles un impulso”.