En el XXIII Congreso del private equity y el M&A en España, los profesionales de la industria debatieron sobre los retos y las oportunidades en la inversión en capital privado.
La industria española del private equity y el M&A ha celebrado su congreso anual en Madrid. Se trata de la XXIII edición de CAPCorp, un evento que reúne a los profesionales del capital riesgo y de las fusiones & adquisiciones en nuestro país, compañías industriales y grupos inversores.
Si el año pasado el marco de referencia era la incertidumbre macroeconómica y la incógnita que suponía en las valoraciones, este año el foco ha estado en la menor actividad corporativa e inversora, a medida que los distintos actores se adaptan a una nueva realidad de tipos de interés más altos.
“El mercado de fundrainsing está bastante seco”, afirma Juan Luis Ramírez, socio fundador de Portobello Capital. “Los inversores (LPs) que tenían programas más avanzados se han quedado con posiciones excesivas en private equity debido al efecto denominador y a la reducción de las desinversiones”, añade. Al mismo tiempo, “nadie quiere perderse la próxima añada”. Según Ramírez, esto ha llevado a algunos inversores a saltarse los límites que se habían establecido para beneficiarse de lo que afirma es una oportunidad.
Se espera que el mercado de fundraising mejore a lo largo de 2024, alimentado por un nuevo canal de demanda que son los family offices y las bancas privadas, y un aumento de las desinversiones que darán a los institucionales margen para invertir en nuevos vehículos.
Oriol Pinya, socio fundador de Abac Capital y presidente de SpainCap, reconoce que 2023 no será bueno en términos de actividad y fundraing, especialmente si lo comparamos con 2022. Sin embargo, advierte que no hay que confundir el ciclo con la tendencia: “desde un punto de vista histórico estamos en un bache”, señala, lo que lleva a gestores e inversores a ser prudentes. Ricardo Miró-Quesada, socio y responsable de Private Equity de Arcano Capital, apunta a la falta de visibilidad en el lanzamiento de los fondos sobre los volumen objetivos que se alcanzarán. Sí que empieza a ver cierta recuperación y dinamismo en la actividad de inversión y desinversión en el segmento de pequeñas empresas, menos ligadas a las necesidades de financiación.
Reto en la financiación
La financiación está siendo un factor clave en las valoraciones de las empresas. “Los niveles de apalancamiento que podemos financiar son menores”, explica Leticia Ruenes, responsable de Pemberton para España, “no porque exista más incertidumbre, sino porque los ratios de cobertura son menores. Ese menor nivel de apalancamiento ha bajado las valoraciones”.
Esto deja una puerta abierta a la financiación alternativa a la bancaria. En palabras de Pablo Burgos, responsable de Direct Lending en ICG, “se habla de una épica dorada para el mundo de la deuda privada. El direct lending se va a consolidar como una fuente de financiación”. Esto implica, según Burgos, que “van a llegar más fondos de deuda. Es un mercado que se está sofisticando”.
Sin embargo, para Ruenes es aún poco conocido en el mundo empresarial español. “Uno de los retos que tenemos por delante es dar a conocer el abanico de actividades que podemos ofrecer”. Para Burgos esto pasa por “hacer entender que las compañías financiadoras y las empresas somos compañeros de viaje. Acompañaremos en todo el proceso”.