Las gestoras internacionales responden a varias cuestiones: ¿De verdad se paga por comprar crudo? ¿Si compro un ETC sobre esta materia prima puedo jugar el rebote?
No, no se le va a pagar por rellenar el depósito de gasolina. El movimiento de este lunes en el mercado de crudo hacia territorio negativo sin duda dejará unos titulares para la historia, pero la realidad es que no estamos viendo precios negativos reales en el petróleo. Para entender las valoraciones que reflejaban ayer las pantallas de Bloomberg, hay que comprender la peculiaridad de cómo se opera con esta materia prima.
Durante la tarde y noche del lunes, el contrato activo Nymex West Texas Intermediate (WTI), correspondiente al mes de mayo, llegó a cotizar cerca de -40 dólares el barril en su momento más bajo del día. Una corrección del 250%. Es la primera vez en la historia que un futuro de esta materia prima entra en terreno negativo. Aunque pocas horas después rebotó hasta los 1,42 dólares de la apertura de mercado. Este movimiento se aprecia muy bien en el gráfico que comparte Nitesh Shah, director de Análisis en WisdomTree:
A finales de este martes, 21 de abril, el contrato activo pasará a ser el de junio, que mientras escribimos estas líneas se mueve en el entorno de los 21,40 dólares el barril.
¿Qué ha pasado?
Es innegable que acabamos de vivir un día histórico. El lunes aprendimos no solo que los tipos de interés pueden irse a negativo. En la práctica, supone que los productores pagan a los compradores para que se lleven el petróleo. Como con los bunds alemanes: pagar por prestar dinero. Pero los movimientos son, en opinión de James Trafford, analista y gestor de Fidelity International, una peculiaridad del trading de futuros, que se ha extremado en el contexto actual. Destaca varios puntos clave para entender lo que está pasando:
1. Primero, hay que recordar que los futuros del petróleo son contratos para eventualmente entregar el producto físico en particular a una ubicación específica. Cuando miramos los precios de un proveedor de datos financieros como Bloomberg o Reuters, estamos viendo el mercado del papel para los próximos meses (entrega para el próximo mes, o en seis meses, etc). A medida que se acerca la fecha de entrega, estos contratos deben renovarse al período siguiente.
2. Para el WTI, el mes inicial actual es para la entrega en Cushing, Oklahoma, en mayo. Pero este contrato vence el 21 de abril y, a partir del 22 de abril, el nuevo mes inicial será para junio. Cualquier actor financiero o especulador que haya estado largo en el contrato actual de mayo y no quiera recibir un barril físico de petróleo necesita vender el contrato o rolarlo (comprar el siguiente).
3. Lo que vimos ayer en la liquidación del lunes es que no hubo compradores para la entrega física del WTI en mayo porque hay poca demanda. Se están reduciendo las operaciones de refinación y el almacenamiento en Cushing ya ha aumentado a más de 15 millones de barriles en el último mes y se espera que pronto alcance su capacidad máxima por primera vez.
Es cierto que estamos ante un acontecimiento técnico, pero el contexto económico sí influye. Según explica Shah, y coinciden varias gestoras, el precio negativo en el futuro responde a que la capacidad de almacenaje de crudo está muy justa. “Literalmente se está pagando porque se coja el petróleo y se guarde”, afirma. El contrato que está a punto de expirar entregará el barril entre el 1 y el 31 de mayo, así que quienes estén largos el contrato necesitan un lugar donde dejarlo.
Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica en Nordea AM, también ve esa conexión. La razón es que las personas están consumiendo mucha menos gasolina durante la cuarentena. “Por ponerlo en palabras sencillas, Estados Unidos se ha quedado sin espacio de almacenaje a la vez que los productores de esquisto (shale, en inglés) siguen produciendo”, resume.
“El movimiento en los precios confirma que la demanda a corto plazo es muy débil, pero no cataclísmica”, sentencia Trafford. Ciertamente la caída tan drástica del contrato de mayo no se ha traducido por completo en el de junio ni en los precios del crudo Brent, el de referencia en Europa, quienes han corregido ligeramente, pero aún permanecen estables. Y así se aprecia en el segundo gráfico de Shah:
“Puede parecer tentador pensar que se puede generar 60 dólares por barril de la nada en cuanto el contrato de junio comience a cotizar, pero no es así. Salvo que tengas mucho almacenaje físico para guardar el petróleo que se entrega durante un mes”, explica Shah.
Cuáles son las implicaciones
Esto no quiere decir que hayamos visto solo un hipo en el mercado del crudo. Las implicaciones son innegables. En opinión de Galy, podría derivar en grandes cambios en las valoraciones del petróleo. “La oportunidad para los gestores es enorme, particularmente en los mercados emergentes, y la dinámica de los precios del petróleo requieren cierta agilidad en el reequilibrio de las carteras”, afirma. Hay ganadores y perdedores en este proceso. En los próximos días y semanas, veremos una mayor presión para tener otro acuerdo con la OPEP y reducir la producción global en general, lo que podría involucrar a los estadounidenses de una forma u otra, según vaticina.
Philippe Waechter, jefe de Investigación Económica de Ostrum AM (Natixis IM), también ve ramificaciones importantes: “Primero, porque el petróleo ha estado en el corazón del modelo de crecimiento de los países occidentales desde finales del siglo XIX. Si su valor cae a cero, ¿es esto un signo de un cambio en el modelo? Segundo, porque este batacazo del crudo refleja el equilibrio de poder entre los tres mayores productores del mundo: EE.UU., Rusia y Arabia Saudí. Ninguno de los tres quería ser el único a través del cual se podría haber hecho el ajuste. Cada uno ha durado el mayor tiempo posible, pero eso ya no es viable”.
Además, nada impide a día de hoy que no vuelva a ocurrir lo mismo con el contrato de junio. “A pesar de que los recortes de producción y cierto optimismo sobre señales tentativas de un comienzo de la reapertura de actividades, la paralización actual de la economía indica que la demanda de petróleo es todavía mínima y permanecerá así durante un tiempo”, comenta Esty Dwek, responsable de Global Macro Strategy de Natixis IM Solutions.
Michel Salden, gestor de Vontobel AM, tampoco descarta un bis en las próximas semanas: “La OPEP ha hecho su trabajo, ahora los mercados de futuros están aplicando una dolorosa corrección en la producción no OPEP. Si no vemos cierres instantáneos de producción en Canadá y los EE.UU., el futuro del WTI de junio puede ver un recorrido similar al del futuro de mayo. Llevando a pérdidas masivas para los inversores minoristas en los front contracts y en los ETF pasivos. Obviamente, esta aceleración en el cierre de los países no pertenecientes a la OPEP acelerará el reequilibrio. Eso explica por qué los precios de los futuros del 2021 no se derrumbaron ayer”.