La telenovela en la que se ha convertido el Brexit lleva a muchos inversores a preguntarse si las dudas en torno a su resolución son suficientes como para hacer cambios importantes en la cartera. Los expertos piden cautela antes de cambiar las carteras solo por este riesgo de mercado.
El culebrón en el que se ha convertido el Brexit desde que sorpresivamente saliera adelante tras el referéndum que se celebró en junio de 2016 en Reino Unido va camino de cerrar uno de sus últimos capítulos. En los últimos días han sido varios los estudios y comentarios que analizaban las diferentes posibilidades que se abrían ahora en el Parlamento británico después de que Theresa May pinchara en la primera votación celebrada el 12 de marzo. En la segunda, la que se celebró ayer se el resultado fue el esperado: el Parlamento votó no por 321 votos frente a 278 que se produzca un Brexit sin acuerdo y de ahí que hoy se vaya a acometer una tercera votación en la que se decidirá si se solicita o no una prórroga para retrasar la puesta en marcha Brexit.
Si se vota que no, se materializará el próximo 29 de marzo un Brexit sin acuerdo, pero si se vota que sí, lo más previsible según los expertos consultados, el culebrón se alargará durante varios capítulos más ya que implica solicitar a la UE una extensión en la aplicación del famoso artículo 50. Otra cosa es que Europa acepte el trato ya que como recuerda Bethany Payne, gestora de renta fija global de Janus Henderson, “todos los 27 estados miembros deberían aprobar esa extensión. La Unión Europea se ha mostrado abierta a esa posibilidad siempre y cuando con ello se consiga una ratificación del acuerdo o un cambio en la política del Gobierno. De todos modos, hay que analizar si esa propuesta de extensión viene o no sujeta a condiciones o si implica un gran retraso ya que en esos casos puede que no sea aprobada”.
No en vano, hay que recordar que Jean Claude Juncker ya ha dicho que no está dispuesto a dar una tercera oportunidad a Reino Unido para que acepten el acuerdo la segunda oportunidad llegó esta misma semana apenas unas horas antes de que el Parlamento británico se enfrentara la primera votación. De hecho, no puede descartarse que incluso Reino Unido decida al final celebrar un nuevo referéndum al respecto, que opte por convocar nuevas elecciones o, incluso, que en caso de que la UE rechace la prórroga, opte por volver a votar en el Parlamento el acuerdo otra vez.
Más allá del ruido que se siga escuchando los próximos días la pregunta que deben hacerse los asesores y también los inversores es si deben o no adecuar la cartera a los diferentes escenarios que puedan derivarse de este culebrón.
En líneas generales, la recomendación de los profesionales es que no se lleven a cabo movimientos relevantes solo por el Brexit ya que hay que recordar que solo para este año son muchos los riesgos que pueden mover el mercado con una mayor virulencia. Solo por citar algunos están los efectos de la guerra comercial, una política monetaria errónea por parte de los bancos centrales o una excesiva desaceleración económica, además del efecto que tengan en los mercados de la eurozona las elecciones al Parlamento europeo que se celebran en mayo.
“Hay tantas posibilidades con tantas ramificaciones posibles que es muy difícil ponerse a actuar solo por el Brexit. De hecho, puede que centrarse solo en el Brexit a la hora de construir una cartera puede llevar a muchos a olvidarse de otros riesgos más importantes que pueden traer peores consecuencias para los inversores”, apuntan desde Natixis IM. De ahí que la gestora francesa recomiende a los asesores que “si están contentos y han conseguido construir una cartera diversificada les animamos a que no tomen decisiones solo por el Brexit”.
Una recomendación que también apoya Thomas Lehr, estratega de mercados de capitales de Flossbach von Storch AG: “Muchas de las crisis que actualmente mantienen a los inversores fuera del mercado de valores no deberían asustar a los inversores a largo plazo. Las empresas, por ejemplo, han tenido más de dos años para prepararse para un posible Brexit”, apunta. Y hay que tener en cuenta que gran parte de las empresas, por mucho que coticen en Reino Unido, generan la mayor parte de sus ingresos fuera de este mercado.
Lo que más hay que vigilar es la libra
Otra cosa es que se pueda utilizar este nuevo capítulo sobre el Brexit para revisar la asignación de la cartera por la vía de la divisa. Al fin y al cabo si hay un activo que cotiza los vaivenees del Brexit, ese es la libra. “Sí puede ser un buen momento para revisar la exposición de la cartera a la libra”, de la que se espera que sufra si estas votaciones no llegan a buen puerto y que cotice al alza en el caso de que se consiga la prórroga del artículo 50.
De momento desde Julius Baer mantienen una posición neutral sobre la libra a corto plazo pero, según explican su postura pensando en el largo plazo “sigue siendo positiva porque esperamos más un Brexit suave o incluso un segundo referéndum a que se produzca un Brexit sin acuerdo”. De hecho, tras conocerse el resultado de la votación de ayer la divisa británica se apreció más de un 2% frente al dólar y el euro.