El progresivo envejecimiento de la población china supone un reto. Aunque es una tendencia demográfica más pronunciada en otros países asiáticos, como Japón, cada vez es más importante en China. Se espera que el envejecimiento de la población se acelere sustancialmente en los próximos 10-15 años como resultado de la caída de las tasas de natalidad. El aumento de la esperanza de vida y la política de un único hijo lanzada en 1980 son otros factores que afectarán a este fenómeno. Cuando se aprobó la medida, el ratio entre personas menores de 15 años y mayores de 65 era de siete a uno. En 2050, más de un 25% de la población será mayor de 65 años, lo que supone un fuerte incremento con respecto a 1980, cuando solo representaban el 5% de la población.
Según Invesco, a medida que la población envejezca, se irá produciendo una disminución de la fuerza laboral, especialmente entre los trabajadores no cualificados. “El fuerte crecimiento económico de China durante el periodo de reformas se vio respaldado por la gran cantidad de mano de obra barata joven procedente del campo, para las fábricas y los talleres ubicados en las zonas costeras. Sin embargo, cada vez hay menos trabajadores de este tipo. Esto está provocando escasez en la oferta de trabajo y, a su vez, aumentos salariales en los sectores más dependientes de la mano de obra no cualificada. No esperamos que China vaya a sufrir escasez de mano de obra a corto plazo, pero un estudio del FMI marca el punto de inflexión dentro de 10-15 años”.
Como respuesta ante las presiones demográficas, en los últimos años se ha puesto el énfasis en fortalecer las prestaciones sociales. El Gobierno chino espera contar con un sistema de pensiones universal para 2020. Espera que todos los ciudadanos tengan acceso a una sanidad barata y de calidad para 2020. Según la OCDE, China ha realizado avances importantes en este sentido, ya que el 95% de la población cuenta con algún tipo de seguro básico de salud. El porcentaje correspondiente al gasto sanitario privado, que en 2001 representaba un 60%, ha caído al 35%. Sin embargo, habrá que destinar más recursos presupuestarios a este sector. Según el FMI, el gasto público en salud, pensiones y otras formas de protección social ronda el 5,7% del PIB, menos de la mitad de lo que invierten otras economías con niveles de desarrollo similares.
Oportunidades de inversión en los sectores de salud y seguros
Es probable que la transición demográfica resulte cada vez más relevante para el crecimiento del país a largo plazo. “Una reducción en la mano de obra disponible implica que China no tendrá que registrar cifras de crecimiento de dos dígitos para dar empleo a la gran masa de mano de obra procedente del campo. No obstante, el aumento de los salarios hará que la mano de obra no cualificada pierda competitividad con respecto a otras zonas de Asia con menores costes laborales, generando nuevos retos. El 12º Plan Quinquenal de China persigue acomodar estos cambios demográficos y fomentar el desarrollo de sectores estratégicos, la fabricación de productos de mayor valor añadido y la mejora del sector servicios”, afirman desde la gestora.
Esto, según Invesco, permitirá superar el problema de la escasez de mano de obra no cualificada y ofrecer oportunidades de crecimiento para una mano de obra china cada vez más cualificada. Otras reformas que podrían estimular el mercado de trabajo incluyen la concesión de permisos de residencia a los trabajadores inmigrantes, facilitando el acceso a vivienda subvencionada, educación y sanidad, o el aumento de la edad de jubilación. “A medida que aumente el gasto público en estas áreas, vemos probable que aumente la demanda. El ocio y los servicios recreativos también podrían experimentar un mayor desarrollo en el futuro a medida que el creciente número de jubilados viaje al extranjero o demande servicios de ocio a nivel interno”, señalan.
Los fondos de pensiones chinos aún invierten poco en renta variable
Según Invesco, la reforma del mercado de capitales también podría recibir un fuerte impulso. China está intensificando sus esfuerzos para desarrollar los mercados chinos de renta fija y renta variable de forma que se conviertan en una eficiente fuente de financiación a largo plazo para las empresas. Uno de los componentes clave de estos esfuerzos se centra en fomentar la participación de los inversores institucionales. El volumen de activos gestionados por los fondos de pensiones chinos es muy bajo con respecto al PIB: tan solo el 6,2%. En comparación, el volumen de Estados Unidos es del 107%, mientras que en el Reino Unido es del 101% y en Japón, del 55%”, afirman.
El porcentaje de inversión en bolsa también se mantiene bajo entre los fondos de pensiones chinos al representar solo el 9,9%. Esto se debe principalmente a las restricciones sobre la participación de los fondos de pensiones en los mercados bursátiles. También aumenta la concienciación sobre la sostenibilidad de las pensiones, ya que los problemas de financiación siguen siendo significativos. No obstante, el sector público cuenta con numerosos activos en forma de empresas estatales, por lo que el sector público podría recurrir a vender esas propiedades para financiar el sistema de pensiones. El desarrollo de un sistema público de pensiones podría convertirse, por tanto, en una fuente adicional de capital para el mercado, indican.