La distribución de fondos en España es de las más caras de Europa

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La Comisión Europea dedicó buena parte del pasado año a buscar información sobre productos de inversión en las páginas web de los distribuidores más grandes de 15 países de la UE, entre ellos España. Esta investigación se completó con más de 500 mystery shopping en bancos, compañías de seguros, asesores financieros independientes y robo-advisors. Entre las conclusiones de esta investigación, que se acaba de publicar en el Informe sobre servicios financieros a minoristas en la UE, se señala que los fondos de inversión son el producto que más se ofrece a los minoristas, siendo España, junto con Italia, Polonia y Rumanía los países que, de promedio, tienen los costes de distribución más altos de Europa en todos los tipos de fondos.

Frente a ellos, Países Bajos y Reino Unido presentan los costes más bajos. Según el informe esto está potencialmente relacionado con la prohibición de retrocesiones en estos países, que ha provocado que los intermediarios abandonen el asesoramiento y ofrezcan a los consumidores más opciones de bajo coste en solo ejecución a través de sus webs.

Este informe, que busca detectar los obstáculos a la inversión en Europa dentro de los trabajos que está realizando la Comisión Europea para la creación del mercado único de capitales, afirma que las diferencias por países que un inversor medio encuentra a la hora de buscar, comparar y elegir un producto financiero son muy grandes y los son, sobre todo, en los costes que se aplican a productos similares. El informe también recuerda que, como a la hora de hacer una búsqueda online “no existe ninguna obligación legal para que los distribuidores muestren tarifas a los no clientes”, comparar productos y hacer una inversión auto guiada se hace aún más difícil.

Independientes y no independientes

Todos los minoristas de la UE comparten un mismo problema: tienen acceso a una amplia y variada gama de productos, pero el recopilar toda la información necesaria y la legalmente obligatoria para poder comparar e invertir es todo un desafío. Y lo es hasta tal punto que el informe señala que llega a disuadir al inversor de la contratación o, como mucho, a que termine contratando el producto propio de la entidad (banco o aseguradora) de la que ya se es cliente. 

A la hora de buscar asesoramiento, el inversor medio acude al no independiente y ello porque, según el informe, no se percibe el coste implícito y se considera un servicio gratuito. El informe destaca que, cuando se trata de proporcionar los detalles de los productos de inversión recomendados o la advertencia de riesgos, no se encontraron grandes diferencias entre acudir a asesores independientes y no independientes. Por ejemplo, tanto unos como otros mostraron de manera recurrente los rendimientos anteriores y más escasamente una proyección del rendimiento futuro. Pero cuestiones como el examen de idoneidad resultó más flojo ante los asesores no independientes. En general, los asesores no independientes se limitaron a seleccionar, de entre una pequeña cartera de productos internos fabricada ex ante por el equipo de expertos de inversión de la institución, el más adecuado.

Con todo, un mismo perfil inversor recibió recomendaciones muy similares en los diferentes países de la muestra.  La Comisión detectó que, salvo contadas excepciones, los fondos mixtos, los fondos de bonos y los fondos de acciones son, por este orden, los productos que más se ofrecen y son también los que están más disponibles a lo largo de toda Europa en las webs de los grandes distribuidores. En tanto que el nivel de disponibilidad en las web de ETF o de productos de pensiones y seguros de vida varía mucho de un país a otro. Por ejemplo, los seguros de vida en Francia sí son el producto más visible vía web y también el más recomendado. Y los ETF son el producto más recomendado por los robo advisors en todos los países. Aunque algunos robo advisors como los de España, Reino Unido y Alemania también incluyeron fondos mixtos.

Según el informe, de los ETF recomendados a los inversores, los que soportan los costes más elevados son los de España, Dinamarca, Bélgica y Reino Unido. Mientras que los ETF en Portugal tenían los coste más bajos. Del mismo modo, los fondos de bonos también tienen los costes más altos en España e Italia. En tanto que las tarifas más bajas se encuentran en Reino Unido, Países Bajos, Rumanía y Luxemburgo. En promedio, los ETF son casi un 60% más económicos que los fondos de inversión gestionados activamente en esta muestra de 15 Estados miembros.

El informe también compara las diferentes experiencias entre acudir a los supermercados de fondos, los robo advisors, los brokers online o incluso las llamadas plataformas copy trading y hace una cierta aproximación al impacto de lo que llama las nuevas soluciones fintech.

La Comisión recuerda que cuando se hizo está investigación en 2017, normas como MiFID II, PRIIPS y la Directiva de distribución de seguros estaban en un diferente grado de aplicación tanto por calendario como por países. Algunas de las ineficiencias detectadas confían en que puedan verse solventadas tras la implantación generalizada de todo el nuevo paquete normativo.