El último comunicado del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) introduce sutiles cambios en los mensajes referentes a tipos de interés e inflación.
Tal y como preveía el consenso de mercado, la reunión de noviembre de la Reserva Federal ha sido un mero trámite, de tal manera que la cita importante será la reunión programada para el 13 y el 14 de diciembre. Rick Rieder, director de inversiones de renta fija de BlackRock, indica que el lenguaje empleado en el comunicado del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) preparó el camino para una subida de tipos el mes que viene, al repetir la frase “la posibilidad de una subida de los tipos federales ha continuado reforzándose”.
Igualmente, Rieder indica que ha visto por segundo mes consecutivo “desacuerdos significativos al comunicado”. “Esto nos indica que a la mayoría de los miembros con derecho de voto del FOMC les gustaría ejecutar otra subida de tipos, probablemente en la reunión de diciembre, y eso sería coherente con un ritmo de normalización deliberada de la política monetaria en el contexto de niveles más bajos que la tasa histórica de tipos de interés naturales”, aclara.
En tercer lugar, el experto de BlackRock afirma que hay un importante subtexto en el mensaje de la Fed “al implicar que el banco central permitirá que la inflación se caliente un poco más de lo que ha hecho históricamente”. Rieder aporta tres razones para sustentar esta tesis: “La falta de satisfacción con las expectativas sobre inflación pre existentes; un crecimiento potencial que es orgánicamente más bajo (atribuible a la demografía adversa y al efecto deflacionario de la tecnología) y un abanico más amplio de herramientas monetarias que se pueden emplear para reducir la inflación, en contraposición a las disponibles para incrementarla”.
“Nuestro escenario central de una subida de 25 puntos básicos de los tipos de intéres en diciembre es cada vez más probable; este calendario de subidas podría cuestionarse posiblemente si los dos próximos Informes de Empleo son muy decepcionantes (creación de empleo de media inferior a 130.000 puestos) o si las elecciones provocan una fuerte caída de los activos de riesgo”, anticipa Iván Díez, responsable de ventas de Groupama AM en España.
Al igual que el experto de BlackRock, desde la firma francesa hacen hincapié en los mensajes de la Fed sobre el coste de la vida: “La terminología sobre la inflación ha evolucionado claramente, señalando así que los banqueros centrales tienen una mayor confianza en que la inflación convergerá hacia su objetivo del 2%”. De hecho, encuentran significativo que se haya eliminado del comunicado una frase hasta ahora habitual: “Se espera que la inflación se mantenga baja”.
Díaz apunta a otros cambios en el lenguaje utilizado que sugieren el reforzamiento de la tesis de una subida de tipos antes de fin de año, como la frase indicada por Rick Rieder. También considera importante de Eric Rosengren, presidente de la Fed de Boston, ya no sea un disidente, “lo que sugiere que habría garantías implícitas de que la subida de tipos ocurrirá en diciembre”.
Janwilem Acket, economista jefe de Julius Baer, añade como último dato a favor de este escenario la publicación del dato sobre PIB estadounidense para el tercer trimestre, que fue mejor de lo esperado (2,9% intertrimestral). “Ha proporcionado a un FOMC en dificultades un argumento para señalizar su intención de subir los tipos de interés al final de año, digamos un 0,25% o un 0,75% el 14 de diciembre”, explica.
Además del buen dato de PIB, el experto explica que la evolución de otros indicadores adelantados, como el ISM o las órdenes de bienes duraderos han llevado a la firma a incrementar su previsión de crecimiento para EE.UU. hasta el 1,9% para 2017, y a prever que la Fed acelere su calendario de subidas: “Esperamos que la Fed continúe normalizando su política en marzo y septiembre de 2015, y en general que ejecute tres subidas de tipos del 0,25% cada una hasta finales de 2017”. Esto provocaría un aplanamiento mayor de la curva de tipos estadounidense en su parte corta y fortalecería al dólar, añade el economista jefe.
Menos de una semana para las elecciones
La inmensa mayoría del mercado había descartado cualquier mensaje de la Fed en su reunión de noviembre por situarse muy cercana en el tiempo a las elecciones presidenciales, que se celebrarán el próximo 8 de noviembre. La intención del banco central sería no añadir más leña al fuego, dados los altos niveles de incertidumbre. De hecho, tal y como comenta desde PIMCO Libby Cantrill, responsable de políticas públicas de la firma, “la ansiedad de los inversores en torno al resultado del próximo martes está aumentando mucho, como ha evidenciado el reciente movimiento de los activos de riesgo”.
Cantrill opina que en los próximos días serán “especialmente importantes” los resultados que arrojen los sondeos estatales. “Debido a la manera particular en la que elegimos a nuestros presidentes en EE.UU. – a través del colegio electoral, más que mediante voto popular-, probablemente un puñado de estados clave en el campo de batalla dictará el resultado del próximo martes, como han hecho en competiciones anteriores”, añade. La experta indica que son importantes entre 10 y 12 estados, pero que sin duda serán críticos el electorado de Florida, Ohio, Carolina del Norte y Pensilvania, donde Donald Trump tendría que ganar si Hillary Clinton mantiene el dominio sobre la intención de voto en Colorado, Virginia, Michigan y Wisconsin. “Para simplicar todavía más, es improbable que Trump gane la Casa Blanca si no gana en Florida”, apostilla Cantrill. De la misma manera, cree que Clinton tendrá muchos problemas para convertirse en la primera presidenta de EE.UU. si pierde en Pensilvania.
“En todo caso, con una competición ajustada y un gran número de votantes indecisos en este ciclo electoral, las probabilidades de un resultado electoral inesperado no son intangibles, y esto podría causar la continuación de la corrección en el mercado, como hemos visto en los últimos días”, concluye la experta de PIMCO.