Según el economista jefe de la firma, las cifras de crecimiento en Europa son bastante aceptables, pero se ven amenazadas por las citas electorales, con Francia como máximo exponente.
Léon Cornelissen, economista jefe de Robeco, traslada su visión sobre la economía global y los mercados financieros. Y como no, todo empieza en Trump y en el rally de las bolsas que lleva su nombre, capitalizando los efectos que los planes de estímulo prometidos tendrán sobre la economía y el empleo. Aunque de momento, matiza Cornelissen, la Administración está concentrada en una guerra comercial, lo que es negativo para el crecimiento global. “La nueva era de Trump supondrá un auge del proteccionismo y el aislacionismo, que enrarecerá las relaciones comerciales y no favorecerá el crecimiento”, sostiene el experto.
Y podría pesar sobre los efectos de la política fiscal de desregulación, bajada de impuestos, aumento del gasto militar y del gasto en infraestructuras. Planes que presionarán sobre el déficit público, un terreno incómodo para los Republicanos aferrados al control de los presupuestos. Es por ello que algunas de las medidas exijan “la colaboración entre Trump y el Congreso”, apunta Cornelissen, “concretamente el Senado, cámara en la que los Republicanos tienen una mayoría de solo dos escaños”.
Otro de los riesgos que ha señalado es el aumento del endeudamiento de las empresas de EE.UU apalancadas para recomprar sus propias acciones, y beneficiarse así del pago del dividendo.
En su recorrido geopolítico, Cornelissen destaca unas cifras de crecimiento en Europa bastante aceptables, pero amenazadas por las citas electorales que llegan con Francia como máximo exponente. Los sondeos predicen que Le Pen caerá en la segunda vuelta, pero la victoria del Brexit y Trump también fueron inesperadas. “Que gane Le Pen desataría la ruptura del euro”. En cuanto a Reino Unido, el experto matiza en que Europa no tiene prisa. “Reino Unido puede fantasear con acuerdos con China, pero la Unión Europea es su principal socio comercial”, señala, “Europa es más importante para Reino Unido de lo que Reino Unido es para Europa”.
Mención especial para China y la tensión de las relaciones que alimenta la nueva Administración. Para Cornelissen, cualquier acción de Trump genera una reacción en China, especialmente este año en el que tendremos Congreso del partido en el que harán demostración de poder. Y no sólo las relaciones comerciales es un punto crítico. Está también la situación en el Mar del Sur y el conflicto sobre la soberanía de las islas. “Esta postura aislacionista podría conducir fácilmente a una intensificación de las tensiones geopolíticas, ya que China y Rusia podrían entenderla como una invitación a mostrar su fuerza”, sostiene. Más allá de lo geopolítico, el crecimiento económico del gigante asiático se mantiene firme, lo que permite disipar los miedos de un hard landing. Otro debate será el riesgo de sobrecalentamiento.