Levering (Wellington): “La invasión rusa de Ucrania acelerará la transición energética de Europa”

Tom Levering. Foto cedida (Wellington)

La inflación, las subidas de tipos y las fuertes incertidumbres geopolíticas por la guerra entre Rusia y Ucrania son los principales factores de riesgo para los inversores en la fase actual del mercado, en un escenario de alta turbulencia y poca visibilidad de futuro. En este contexto, debido a varias de sus características intrínsecas, la infraestructura puede ser una opción ganadora para los inversores. “En el campo de la infraestructura, muchas de las empresas reguladas tienen la capacidad de ajustar los precios de acuerdo con la inflación”, afirma Tom Levering, gestor del fondo con Rating FundsPeople 2022, el Wellington Enduring Assets Fund.

“A veces este vínculo entre precios e inflación es explícito y contractual; en otros momentos está implícito y cuando los costes aumentan, la empresa es capaz de mantener un nivel de retorno acordado aumentando los precios”, explica. En cuanto al impacto de los tipos de interés, Levering admite que una subida brusca e inesperada sería probablemente un factor negativo para el sector a corto plazo. “Sin embargo, a muchos activos de infraestructura regulados normalmente se les permite pasar cualquier exceso de costes al consumidor final, lo que permite que las ganancias permanezcan intactas”, explica.

Y un tercer argumento que presenta Levering. Debido a las incertidumbres geopolíticas, la mayoría de las infraestructuras cotizadas tienen una ciclicidad limitada, lo que, en su opinión, ofrece una relativa inmunidad en caso de una recesión económica

Filosofía del Wellington Enduring Assets

El Wellington Enduring Assets es una estrategia con enfoque global, sin índice de referencia y centrada en la infraestructura líquida. El fondo tiene como objetivo invertir en empresas con activos físicos duraderos que el gestor cree que tienen ventajas competitivas y beneficios estables. “Uno de nuestros elementos característicos es nuestra orientación más defensiva, lo que se traduce en una mejor protección frente a las caídas. Este aspecto se deriva de nuestra preferencia por las actividades reguladas sobre las empresas con mayor sensibilidad a los precios de las materias primas o los ciclos económicos”, explica el experto de Wellington.

"Gracias a nuestro principal indicador de valoración patentado, al que llamamos rentabilidad intrínseca, tratamos de cuantificar el potencial de rentabilidad anual prospectiva de cada inversión añadiendo la creación de valor y cualquier impulso positivo derivado de la inflación y la dinámica al flujo de caja anual de los precios", explica.

Si bien prefieren acciones con un rendimiento intrínseco cuantitativamente alto, evalúan este indicador dentro de un contexto más amplio. Consideran otros factores importantes como la estabilidad y duración del flujo de caja, la solidez del balance, la calidad de la gestión, el coste del capital en el país de origen, los tipos de inflación locales y el impacto global en el riesgo de la cartera. “Hasta la fecha, este indicador se encuentra en la parte superior de su rango histórico”, cuenta.

Vientos de cola para la infraestructura

Si bien la cartera se construye sobre la base de la selección de valores individuales, el Wellington Enduring Assets está posicionado en dos temas seculares principales: descarbonización y macrodatos.

En primer lugar, el apoyo de los gobiernos a nivel mundial, particularmente en EE. UU., la UE y China para la descarbonización del suministro de energía, desde su punto de vista, debería brindar oportunidades para un crecimiento alto y duradero en las redes eléctricas, la generación de energía limpia y baja en carbono.

En segundo lugar, el sector de infraestructura de datos (torres celulares, redes de banda ancha y telecomunicaciones móviles) muestra un potencial de crecimiento alto y de largo plazo, impulsado por la creciente demanda de datos y el apoyo del gobierno (véase el plan de infraestructura de EE. UU.).

Además, el experto espera que la descarbonización se acelere aún más durante la próxima década, dado el deseo de Europa de reducir la dependencia de las fuentes de energía rusas. “Si bien el COVID-19 ha acelerado la digitalización en todo el mundo, creemos que la invasión rusa de Ucrania acelerará la transición energética de Europa”, prevé Levering.

Las acciones en estos sectores representan una parte importante del fondo. Esta dinámica se traducirá en un importante apoyo para el sector de las utilities europeas. Estas empresas deberán triplicar la capacidad eólica y solar y aumentar significativamente las inversiones en sus redes eléctricas, para modernizar las infraestructuras y mejorar las interconexiones internacionales, analiza. “Además, tendrán que invertir más en infraestructura de gas, incluidas las terminales de gas natural licuado, y prepararse para el hidrógeno verde”, dice.

Actualización de la cartera del Wellington Enduring Assets

Los servicios públicos son la mayor exposición del fondo en la actualidad. Esto se debe a que el gestor cree que actualmente están mejor posicionados para beneficiarse de la aceleración de la descarbonización. Otra área de enfoque, como se explicó anteriormente, es la infraestructura de datos, con operaciones en EE. UU., la UE y Asia. A pesar de poseer algunas empresas de transporte, el fondo tiende a tener ponderaciones más bajas que sus competidores e índices.

Finalmente, también posee tres empresas canadienses en el segmento midstream de energía, debido a su menor sensibilidad a las materias primas. “Recientemente invertimos en algunas nuevas empresas. RWE es una empresa de servicios públicos con sede en Alemania que está transformando su combinación de producción de energía de combustibles fósiles a energías renovables. Esto la convierte en una de las empresas líderes comprometidas con la reducción de emisiones de CO2 en Europa”, cuenta el gestor. "AES es una empresa de servicios públicos con sede en EE. UU. que está cerrando plantas de energía de combustibles fósiles mientras invierte significativamente en energías renovables", continúa. “Descubrimos que compañías como RWE y AES, empresas con planes concretos de transición de contaminantes, ofrecen una exposición significativa al crecimiento de las energías renovables, pero a valoraciones que suelen ser mucho más atractivas que las de los desarrolladores puros de energía renovable”, concluye.