Charles Zerah, gestor de renta fija de Carmignac Gestion, reconoce que “actualmente existe más incertidumbre en el mercado e incertidumbre significa volatilidad”.
“Los inversores deben entender que la volatilidad en renta fija, que durante años había permanecido en niveles muy bajos, va a aumentar”. Este es uno de los aspectos con los que, según Charles Zerah, gestor del Carmignac Global Bonds y cogestor del Carmignac Emerging Patrimoine, el inversor de renta fija tiene que contar a partir de ahora. “Existe más incertidumbre en el mercado e incertidumbre significa volatilidad”, afirma. En este sentido, uno de los focos de inestabilidad lo encuentra en la ralentización del crecimiento económico de China. El otro, en la posibilidad de que asistamos a un fallo de política monetaria por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Pero no solo los riesgos de eventos extraordinarios tienen el potencial de hacer aumentar la rentabilidad. En una entrevista concedida a Funds People, el gestor reconoce que la vuelta de la Fed a una política monetaria más normal provocará volatilidad en las clases de activos por la incertidumbre que ello genera. “La volatilidad ha vuelto a la renta fija”. La nueva política anunciada por Bernanke no es algo que le preocupe, aunque sí le sorprende el hecho de que considere que el escenario económico en el segundo semestre del año y principios de 2014 vaya a ser tan sólido como para retirar los estímulos. “La visión de la Fed en términos de crecimiento es muy agresiva”.
A su juicio del gestor de Carmignac Gestion, el impacto que ha tenido el Quantitative Easing en el mercado ha sido relativo. “El inversor ha adoptado un mayor riesgo en sus carteras comprando renta variable o deuda de emergente porque los tipos de interés están bajos, no por los programas de flexibilización cuantitativa”, señala. Esto no quiere decir, sin embargo, que haya tenido un impacto. A este respecto, el gestor se muestra convencido de que el mal comportamiento registrado por la deuda emergente se justifica por la nueva política anunciada por la Fed, pero también por la mayor aversión al riesgo registrada en los países europeos.
Zerah no cree que estas fuertes salidas de capitales vayan a representar un problema en términos de liquidez. “Muchos de los países emergentes en los que se han apreciado salida de flujos son mercados que se han vuelto muy maduros, en donde la liquidez es bastante buena en periodos de estrés”. El equipo busca la mejor rentabilidad ajustada al riesgo, prefiriendo en la mayoría de los casos la deuda emitida en moneda local. “Somos inversores que seguimos una aproximación al mercado desde un punto de vista fundamental que se combina con modelos cuantitativos”, asegura el gestor de Carmignac Gestion. Actualmente, se ha movido en duración a territorio negativo.
Europa preocupa, pero menos
En Europa, en cambio, el experto considera que el riesgo se ha reducido. “Lo que ha sucedido en Portugal es parte de la vida política. Lo importante es que el país ha hecho reformas de calado, ha ganado competitividad y además ha logrado volver a financiarse en el mercado”. Hace dos años, los tiras y aflojas de la clase política tenían un fuerte impacto en el mercado. Hoy, la realidad es muy distinta. “Las economías de los países periféricos van en la dirección correcta, pero se necesita tiempo para que las reformas den resultados. España, por ejemplo, ha hecho esfuerzos que, aunque dolorosos, están dando sus frutos.
“Se necesita implantar reformas en países como Francia e Italia y es necesario que continúen de manera activa en España, Grecia y Portugal , aunque es importante que el BCE aplique una política monetaria más laxa”. En su opinión, Portugal ha evidenciado la dificultad de implementar reformas en un entorno sin crecimiento, algo que ya está empezando a afectar a los países ‘core’. En términos generales, Zerah ve a las economías periféricas más equilibradas y competitivas. De hecho, estos mercados ocupan una parte significativa del Carmignac Global Bonds. Este es el caso de la deuda pública española, italiana e incluso portuguesa, donde encuentra oportunidades interesantes. También en deuda corporativa, por ejemplo en algunas entidades financieras.
Otra clase de activo en la que encuentra valor es en las divisas. El dólar es una de las divisas en las que ven más potencial, por la previsible apreciación que podría experimentar con respecto a otras como el dólar australiano, el dólar canadiense, algunas divisas emergentes o el euro, que según sus previsiones debería depreciarse. “La divisa no es una nueva clase de activo para los gestores de renta fija, pero sí que hay que tener muy en cuenta”. Esto, a su juicio, es especialmente relevante cuando inviertes en determinados mercados, como el japonés, donde la depreciación sufrida por su moneda coarta la potencial rentabilidad de la inversión.