Mediciones de temperatura en los universos de renta variable y crédito

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Santiago Nicolau, Flickr, Creative Commons

El 2021 será un año crucial para frenar el cambio climático. Aunque las emisiones mundiales de CO2 se redujeron un 7% en 2020 debido a los efectos de los bloqueos relacionados con el COVID-19, será necesario adoptar medidas más contundentes en la próxima COP 26 para mantener la temperatura por debajo de los 2 °C. Para alcanzar el objetivo de los 1,5 °C será necesario que las emisiones mundiales sean nulas para el año 2050.

Tal y como explica Amundi en su white paper Temperature scores: an innovative tool for ESG fundamental investors, en la actualidad, el sector financiero dispone de nuevas herramientas para medir la alineación de las carteras de inversión con el objetivo de cero emisiones globales netas para 2050. Entre ellas están las mediciones de temperatura.

Para calcular la temperatura de la empresa se compara la trayectoria de las emisiones futuras de esa empresa con la correspondiente trayectoria de su sector, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en consonancia con un mundo en el que el aumento de la temperatura se limita a 1,5°C. Hasta ahora, estas puntuaciones han sido adoptadas por sólo un puñado de inversores. “Todavía hay que trabajar mucho para que los inversores utilicen eficazmente estas puntuaciones en sus estrategias”, aseguran en el documento.

Objetivo del estudio

El objetivo del estudio es presentar una visión de las mediciones de temperatura en los universos de renta variable y crédito. El documento se basa en investigaciones anteriores sobre la distribución de las mediciones de temperatura en los diferentes universos de inversión, utilizando las metodologías de tres proveedores de datos: CDP (Carbon Disclosure Project), Iceberg Data Lab y Trucost. Entre las principales conclusiones destacan las siguientes:

1. Entre todos los proveedores, muy pocas compañías tienen una puntuación de temperatura inferior a 2 °C.

2. El análisis de las distribuciones de temperatura encuentra desigualdades entre geografías. La renta variable estadounidense es la que peor se comporta, seguida de la de los mercados emergentes y la europea.

3. El análisis sectorial muestra grandes discrepancias de temperatura entre los sectores.

4. El gráfico de abajo muestra la proporción de empresas que están por debajo del objetivo de 2°C dentro de cada sector, de acuerdo con la metodología de Iceberg Data Lab. Si bien las cantidades siguen siendo bajas, algunos de ellos van significativamente mejor que otros. Servicios públicos, industriales y consumo discrecional son los sectores con mejores resultados, con más del 10% de las empresas alineadas con los objetivos del Acuerdo de París, mientras que real estate, salud, finanzas y la comunicación no tienen empresas por debajo del objetivo de 2°C.

5. Las técnicas para calcular la temperatura se están desarrollando y podrían evolucionar a medida que los proveedores de datos mejoren sus metodologías.

6. Centrarse en la distribución de las puntuaciones de temperatura en lugar de en la puntuación de una cartera agregada podría ser una forma eficiente de que los inversores utilicen estas métricas.

7. Por último, las mediciones de temperatura podrían ser una métrica relevante para crear productos de inversión innovadores que ofrezcan una trayectoria neta cero fiable. Podrían permitir a los profesionales de la inversión proyectarla en varias dimensiones, incluida la exposición geográfica o un eje sectorial.