El director de inversiones de Deutsche AWM resume en una carta a los inversores su visión para los próximos 12 meses, donde lo único que parece seguro es que el respaldo de los bancos centrales será menor.
“La situación de los mercados dentro de 12 meses dependerá de las expectativas que se tengan en ese momento y no de las expectativas que tenemos ahora”, explica Asoka Wöhrmann. Puede parecer una obviedad pero, para el director de inversiones de Deutsche Asset & Wealth Management (Deutsche AWM), es importante que los inversores recuerden que “la situación de las bolsas y de los tipos de interés en junio de 2016 no dependerá de cómo haya evolucionado la economía y de las acciones de los bancos centrales hasta esa fecha, sino de lo que los mercados esperen para los próximos trimestres”.
Por eso, muchas veces lo que se esperaba no coincide con lo que acaba ocurriendo. “Pensemos en el programa de expansión cuantitativa (QE) del BCE. De forma casi desafiante, los diferenciales de la deuda periférica europea se ampliaron justo cuando el BCE inició sus compras de activos, el pasado mes de marzo. Los bonos alemanes se tomaron al menos un periodo de gracia de dos semanas antes de que empezaran a caer las rentabilidades. Y las acciones europeas se han debilitado desde abril”. Así que, teniendo en cuenta que “lo que importan son las expectativas, no los hechos”, ¿qué podemos esperar en los próximos doce meses?
Bancos centrales, dólar e inflación
Una de las predicciones que parece más segura es que el respaldo de los bancos mundiales se irá reduciendo progresivamente. En opinión de Wöhrmann, dentro de un año “la Reserva Federal estadounidense debería haber aumentado moderadamente sus tipos de interés y el BCE se estará planteando si en septiembre debe continuar con el QE, darlo por finalizado o reducirlo gradualmente (tapering), por lo que el viento de cola que vienen proporcionando los bancos centrales probablemente se convierta en un suave viento de cara”.
En cuanto al dólar, el experto cree que para junio de 2016 habrá alcanzado un máximo, lo que podría resultar positivo para el euro “excepto si continúa sufriendo los efectos de una solución a medias para la crisis griega”. Por otro lado, la continúa mejora del mercado laboral estadounidense y la recuperación del europeo podrían traducirse en presiones inflacionistas que se verían reforzadas por el rebote de la economía china. Pero “también existe la posibilidad de que todo apunte a un menor potencial y a una ralentización del crecimiento económico de los países industrializados”.
De hecho, Wöhrmann reconoce que, en comparación con las perspectivas actuales para los próximos doce meses, las perspectivas dentro de un año serán mucho más pesimistas, tanto desde el punto de vista del respaldo de los bancos centrales como del crecimiento económico.
Nueve apuestas
El experto comparte además las nueve apuestas de la casa alemana tras su última reunión de estrategia:
1. La economía mundial permanece en la senda del crecimiento sólido, que Deutsche AWM cifra en un 3,5% (estimación de crecimiento del PIB mundial en 2015, a 16 de junio de 2015).
2. El crecimiento de las economías desarrolladas podría aplanarse en el medio plazo.
3. La inflación aumenta lentamente en las economías desarrolladas y, según sus previsiones, en 2016 podría situarse en el 1,7% en Estados Unidos, en el 1,5% en Europa y en el 1% en Japón.
4. Los bajos precios de las materias primas provocarán un crecimiento desigual entre los distintos mercados emergentes: mientras que países como China o la India se verán beneficiadas en 2015, otros como Brasil o Rusia verán reducido su PIB.
5. Grecia y las expectativas de subidas tipos en Estados Unidos generarán volatilidad en el mercado.
6. Se revierte la tendencia en los tipos de interés (que empezarán a subir tras más de un lustro en niveles mínimos) y persiste la amenaza de un revés económico.
7. El mercado inmobiliario alemán sigue resultando atractivo.
8. La gestión activa en multiactivos sigue siendo la apuesta ganadora.
9. Asignación de activos de la cartera modelo equilibrada para los clientes de Deutsche AWM en Europa, Oriente Próximo y África: renta fija, 47%; renta variable, 40%; alternativos, 10%; materias primas, 3%.