Cinco apuestas para el segundo trimestre

Xavier_DENIS
Cedida por Lyxor AM

TRIBUNA de Xavier Denis, director del equipo de Lyxor Cross Asset Research. Comentario patrocinado por Lyxor ETF.

Los mercados han superado el colapso de finales del pasado año. Hay varios factores que en estos momentos sirven de apoyo. Entre ellos, el descenso de la incertidumbre en torno a la guerra comercial entre EE.UU. y China y la disminución de la probabilidad de que no haya un acuerdo para la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE). Los analistas han revisado la previsión de crecimiento del PIB de China al alza, ya que el avance del crédito parece indicar que las nuevas medidas tomadas están dando alas a la economía real. Por último, los bancos centrales están de retirada y parecen decididos a no realizar un ajuste de sus políticas monetarias ni demasiado rápido ni demasiado pronto. 

Pero la tensión no ha desaparecido. Los factores de riesgo están ahí. Entre ellos, la política comercial de EE.UU., que mantiene alerta a los exportadores de coches europeos y japoneses; la incertidumbre en Europa, con un Brexit aún no resuelto y el avance de los populismos ante las elecciones de la Unión Europea en mayo; o la llegada de una recesión, que sigue siendo un riesgo, aunqueremoto, al menos en este 2019.

En este contexto, desde Lyxor se resaltan cinco maneras de invertir de cara a este segundo trimestre del año. Una de ellas es apostar por la renta variable global. El crecimiento ha tocado fondo, y ello ha animado a aumentar la exposición a renta variable. Las revisiones a la baja de las estimaciones de beneficios se han desacelerado y se espera este año crecimientos de los beneficios por acción (BPA) en regiones clave.

Otra apuesta son las acciones de la zona euro. A pesar de los titulares y la desconfianza generalizada, se considera que la eurozona ofrece más potencial de revalorización a los inversores que cualquier otro mercado de renta variable: las sorpresas económicas se están volviendo positivas gracias a una combinación de políticas más decididas, el euro es más competitivo en precio de lo que era, y las valoraciones son más atractivas que en cualquier otro sitio.

Aumentar la exposición a emergentes puede resultar interesante. La relajación de las tensiones comerciales, el abandono casi orquestado de los bancos centrales de sus políticas de ajustes y la debilidad del dólar han apoyado hasta ahora a estas regiones y se estima que lo seguirán haciendo, al menos de momento. La apertura del mercado doméstico de accioneschinas y unos impulsores de crecimiento solidos deberían apoyar un rally de la renta variable emergente.

La renta fija de mercados emergentes también resulta atractiva. Se espera un mayor respaldo por parte de la mayoría de los bancos centrales de estos mercados. Mientras las expectativas de subidas de tipos en EE.UU. se mantengan moderadas, las mejores condiciones de financiación externa de aquellos países sensibles a la moneda o con grandes cargas de deuda externa deberían de darles un respiro. Una menor presión inflacionista ofrece, además, más margen para recortar tipos. La deuda en moneda local y en hard currency debería beneficiarse de este entorno durante un tiempo todavía.

Por último, se da preferencia al crédito sobre la deuda soberana. Se apuesta por una infraponderacionde la deuda soberana de los principales mercados, como EE.UU., la eurozona y Reino Unido; y si se mantienen estos activos en la cartera, son preferibles las duraciones cortas. En cambio, todavía existe cierto optimismo respecto a la futura evolución del crédito, y del high yield en particular, ya que debería ser respaldado por una atractiva rentabilidad ajustada al riesgo, el mantenimiento de una política monetaria blanda y una menor tasa de impagos.