Mejorar el acceso para fomentar el crecimiento: promovemos el acceso responsable a la sanidad y los servicios financieros en la India

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Cedida por BMO Global AM

TRIBUNA de Juan Salazar, director y analista de Inversión Responsable, BMO Global Asset Management. Comentario patrocinado por BMO Global AM.

El éxito económico que ha experimentado la India en las últimas tres décadas ha permitido sacar de la pobreza a millones de ciudadanos. Sin embargo, otros muchos millones siguen sin tener acceso a servicios básicos como la sanidad o los servicios financieros, sobre todo si viven en áreas rurales.

Una sanidad asequible

La India suele considerarse la farmacia del denominado sur global. La combinación de bajos costes y acceso a un nutrido grupo de científicos e ingenieros ha convertido al país en un importante núcleo de investigación y desarrollo de medicamentos. El sector farmacéutico se ha centrado en fabricar medicamentos genéricos baratos para mejorar la accesibilidad a los fármacos, tanto en la India como en el resto del mundo.

Sin embargo, la bajísima proporción de fondos públicos invertidos en sanidad como porcentaje del PIB (poco más del 1%) es una de las principales razones por las que el acceso universal a una sanidad asequible, incluidos los medicamentos, sigue sin ser una realidad en la India.

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El pago de los medicamentos y de los tratamientos médicos puede alcanzar cifras astronómicas que acaban arrastrando a los pacientes y a sus familias por la espiral de la pobreza. Un estudio realizado por la Public Health Foundation of India (iniciativa público-privada sin ánimo de lucro para la promoción de la sanidad pública) estima que cerca de 55 millones de indios se vieron sumidos en la pobreza en un solo año tras tener que financiar su propia asistencia sanitaria.

Muchas farmacéuticas indias han registrado grandes avances en la adopción de prácticas innovadoras para proporcionar medicamentos eficientes en costes y asequibles, en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. En este sentido, destacamos a Cipla y a Biocon, dos de las empresas que hemos visitado. La estrategia de acceso a medicamentos de Cipla no solo se basa en el precio sino que incluye campañas de sensibilización a gran escala, educación de pacientes y de médicos y optimización de la logística de distribución para llegar hasta las ciudades secundarias y la India rural. Por otra parte, la estrategia de innovación de Biocon implica el desarrollo de biosimilares (fármacos equivalentes a otros medicamentos biológicos originales o de referencia), con el fin de proporcionar alternativas más asequibles.

También nos reunimos con dos proveedores de servicios sanitarios en expansión cuyos valores se apoyan en la asequibilidad de los tratamientos. Narayana Health y Healthcare Global Enterprises (HGE) han sabido combinar tecnología, unos sistemas de prestación de servicios eficientes y economías de escala para ofrecer, respectivamente, tratamientos de cardiología y de oncología de alta calidad, accesibles y asequibles. Cabe destacar que ambas empresas han desarrollado estructuras de precios que establecen el coste de los tratamientos según el nivel de renta del paciente.

Se ha descubierto que algunas de las principales farmacéuticas indias de productos genéricos modifican sus estándares de fabricación según el país que les compra los fármacos, de forma que venden medicamentos de menor calidad a países con rentas más bajas y una deficiente supervisión regulatoria. Estas prácticas pueden acabar fácilmente con los beneficios ligados a un mayor acceso a medicamentos asequibles.

Hemos tratado esta cuestión en profundidad con Cipla y Alkem Laboratories. Nos ha impresionado el compromiso de Cipla con la calidad y la seguridad: todas sus instalaciones cumplen con los estándares más rigurosos (por ejemplo, los que establecen los reguladores de la UE y de EE.UU.) sin importar en qué mercado se vendan los medicamentos. Además, los indicadores de calidad forman parte de la estructura/scorecard de remuneración de los ejecutivos.

Tenemos la intención de seguir interactuando con las principales empresas farmacéuticas indias para que implementen este tipo de prácticas, poniendo especial atención en la calidad del gobierno corporativo, los estándares de fabricación y la integridad de los datos.

Inclusión financiera 2.0

La India ha dado pasos significativos hacia la inclusión financiera a lo largo de esta última década. Cuando el Banco Mundial publicó la primera versión de la base de datos Global Findex en 2011, tan solo el 40% de los adultos de la India tenía una cuenta bancaria. La segunda versión de la base de datos, publicada en 2018, indicaba que casi el 80% de los adultos de la India tenía una cuenta bancaria, lo que equivale a unos 300 millones de cuentas más en tan solo unos años.

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Cabe destacar que este crecimiento se registró también entre los grupos tradicionalmente excluidos. El número de mujeres con una cuenta bancaria propia aumentó un 30%, un incremento que alcanza el 40% en el caso de los hogares más pobres.

Sin embargo, el país no ha tenido tanto éxito en lo que se refiere al uso de los servicios financieros, ya que se calcula que tan solo un 20% de la población usa su cuenta bancaria. La gente sigue confiando en el sector informal, lo que podría explicar el elevado número de cuentas bancarias inactivas.

Durante nuestro visita a la India, nos reunimos con dos instituciones financieras, Housing Development Finance Corporation (HDFC) y HDFC Bank (en el que la primera mantiene una participación del 21%) para hablar sobre sus iniciativas en el ámbito de la inclusión financiera.

HDFC, el banco hipotecario mas grande del país, ha participado de forma activa en el plan de subsidios del gobierno para facilitar la compra de una vivienda a personas con rentas medias o bajas. En 2018-19, la compañía aprobó un 37% de los préstamos hipotecarios en términos de volumen y un 18% en términos de valor para clientes de los segmentos con rentas más bajas, por ejemplo, aquellos con una renta familiar inferior a los 8.700 dólares anuales.

Nuestra conversación con HDFC Bank se centró en la medición del impacto social y, más concretamente, en la mejor forma de reflejar los resultados y el impacto de los esfuerzos por la inclusión financiera para los clientes, para el banco y para la sociedad en general. En este sentido, será necesario abandonar los parámetros que miden el acceso al sistema financiero, como el número de personas que se abren una cuenta bancaria por primera vez, a favor de otros, más centrados en el uso de las cuentas y en la solvencia financiera.

Compartimos la opinión de que la inclusión financiera puede, y debería, desempeñar un papel importante en la consecución de varios ODS como el fin de la pobreza (ODS 1), la igualdad de género (ODS 5) y el trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8).

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