Planificación patrimonial, pieza imprescindible en banca privada

Luis Crespo_Andbank_noticia
Firma: cedida (Andbank).

TRIBUNA de Luis Crespo, subdirector del Área de Agentes, Andbank España. Comentario patrocinado por Andbank.

Es una evidencia que el sector de la banca privada en España ha elevado su nivel de servicio, calidad y sofisticación en las últimas dos décadas. De igual forma, los clientes han elevado su nivel de conocimiento sobre los productos financieros. En esta coyuntura, el rol del banquero privado ha evolucionado hacia cotas más altas, caminando desde el mero asesoramiento sobre un portfolio de activos tradicionales hacia un enfoque de la gestión del patrimonio desde un punto de vista holístico.

El agente financiero en este proceso de metamorfosis, lejos de quedarse atrás, ha sabido detectar una oportunidad para diferenciarse y poder brindar a sus clientes una oferta de valor absolutamente personalizada que le posicione de manera favorable en un mercado muy competitivo. En esta coyuntura se introduce un término claramente diferenciador, que realmente supone una transformación del servicio que podemos ofrecer a nuestros clientes: la planificación patrimonial.

La planificación patrimonial es un proceso estratégico y complementario a la propia gestión del patrimonio que busca alcanzar objetivos como la ordenación y la protección del patrimonio familiar, tratando de optimizar dichos objetivos con las soluciones financiero-fiscales más adecuadas para el cliente partiendo siempre de circunstancias personales y familiares.

Este servicio ha evolucionado con el tiempo: si bien en el pasado se vinculaba exclusivamente al asesoramiento fiscal, hoy por hoy el término es más amplio y engloba otros aspectos relevantes como la protección, la sucesión ordenada o la planificación del futuro. Este proceso requiere de un análisis inicial de la estructura patrimonial del cliente y abarca no solamente los activos financieros más tradicionales sino todos los activos del patrimonio familiar incluyendo, también los menos líquidos como los inmuebles, empresas familiares, obras de arte… En definitiva, todos aquellos bienes susceptibles de generar un rendimiento o incrementar su valor en el futuro.

La planificación patrimonial ofrece una serie de beneficios significativos siempre que se haya establecido a partir de estrategias sólidas y flexibles que aporten seguridad jurídica al cliente final:

  • Preservación y protección del patrimonio: permite preservar y proteger los activos familiares, diversificando y minimizando los riesgos de cualquier índole, tanto financieros como fiscales.
  • Reducción de impuestos: minimizar las cargas impositivas que recaen en todas las fases vitales de la planificación, desde la acumulación del ahorro hasta la jubilación, la herencia o la transferencia de bienes a las próximas generaciones, todo ello de acuerdo con la normativa en vigor.
  • Ordenación del patrimonio y legado familiar:  se pueden prevenir conflictos y disputas familiares tanto en vida como posteriores al fallecimiento a través de diferentes mecanismos como el pacto sucesorio o el protocolo familiar.

Actualmente en España, las familias están preocupadas en ver cómo pueden gestionar de manera eficiente su patrimonio, tanto desde el punto de vista financiero como desde el punto de vista fiscal. El impuesto sobre las grandes fortunas, el Impuesto sobre el Patrimonio o el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, así como las novedades en doctrina y jurisprudencia que continuamente se producen no dejan de ser un claro ejemplo del entorno complejo.

Este contexto exige una constante necesidad de especialización, actualización y formación sobre todas las novedades que puedan surgir en torno a las materias de índole fiscal, por lo que resulta absolutamente necesario contar con profesionales altamente cualificados que aporten al asesor financiero la prestancia necesaria para afrontar un asesoramiento holístico donde se puedan lograr las dos vías de protección del patrimonio de su cliente: la financiera y la fiscal.

Asistimos a una perfecta comunión entre estos profesionales que se complementan entre sí: el asesor financiero, el asesor fiscal del cliente y los equipos de planificación patrimonial de las entidades, que a su vez están constantemente asesorados. Sin duda alguna, el agente financiero que posea la habilidad de trabajar mano a mano con estos profesionales podrá ofrecer a su cliente una estrategia sólida que aporte seguridad jurídica a sus objetivos marcados. La experiencia nos demuestra que los clientes que perciben este nivel de personalización, compromiso y confianza valoran extraordinariamente la relación con su banquero.