Oriol Pinya (SpainCap): "El capital privado en España crea innovación, empleo y rentabilidad"

Fuente: cedida.

CoFundador y CEO de Abac Capital, desde mediados de 2022, Oriol Pinya también está al frente de SpainCap, la asociación que agrupa a las entidades de venture capital y private equity en España. En su última entrevista a FundsPeople, ponía de relieve la importancia de una actividad que gestiona 350.000 millones de euros y ha creado 500.000 empleos para liderar la transformación de un país al ser fuente de financiación de la economía real.

El dinamismo estructural del capital privado se ha visto moderado en los dos últimos años. La actividad de M&A en Europa, por ejemplo, cayó en 2023 un 50%. Esto se ha traducido en una caída del volumen de inversión en capital privado del 46% (con datos a septiembre). “Ha sido un año que está más en línea con lo que fueron 2019 y 2020”, explica Pinya. “El 2021 y el 2022 fueron dos años extraordinarios en la historia del capital privado en nuestro país”.

Sin embargo, “viéndolo con perspectiva, la actividad no hace más que crecer en nuestro sector. Hoy ya representa el 0,7% del PIB, cifra que está en niveles del promedio de la Unión Europa, incluso por encima de países como Italia o Alemania. Aunque por detrás de Francia, Holanda, Suecia o Inglaterra, cuyo peso del capital privado sobre el PIB es mayor”.

El sector tiene aún mucho recorrido. Según Pinya, el papel del capital privado se centra en “fomentar la innovación para que aparezcan nuevas compañías, con nuevos modelos de negocio en sectores en los que hay crecimiento”, explica. Además, “ayudamos a la internacionalización, mejora de la eficiencia, digitalización y hacer más sostenibles a las compañías de nuestro país que necesitan un proceso de transición desde la empresa familiar. Cada vez se nos reconoce más este rol sobre el tejido empresarial”, señala.

A eso se añade la rentabilidad de la industria. “No solo creamos empleo e innovación, sino que además ofrecemos un buen retorno para nuestros inversores”, señala. Como evidencia menciona el informe elaborado por SpainCap y EY que analiza los resultados de la industria del capital privado en los últimos 16 años, periodo en el que registra una TIR neta superior al 11% y un alfa de rentabilidad frente al Ibex 35 y el Euro Stoxx 600.

Un ejercicio de transparencia que, según Pinya, ayuda a despertar el interés por parte del inversor retail, un inversor que no existía hace unos años. “Tradicionalmente ha habido poco inversor privado en nuestro país. Era fundamentalmente inversor público, extranjero y algunos family offices. Pero esto está cambiando, es una tendencia que cada vez va a más”. Además de la rentabilidad, señala tres elementos han facilitado que las bancas privadas hayan manifestado un mayor interés por el capital privado. La primera es la cercanía con el inversor: “son más de 3.000 las compañías participadas y empleamos 500.000 personas. Esto hace que cada vez se nos vaya conociendo más”. El segundo, la regulación con la ley crea y crece. El tercero, la tecnología y la posibilidad de cuentas ómnibus.

Outlook

Después de un periodo complicado, Pinya señala que hay una sensación de que “hemos tocado fondo ya que las subidas de tipos han llegado a máximo. Estamos en una curva de inflexión con una mayor capacidad a los bancos centrales no solo a bajar tipos, también a reducir balance”. Esto implica que las piezas se “van a ir recolocando”. Aunque seguirán focos de incertidumbre y riesgo, sostiene que habrá mayor visibilidad en los planes de negocio lo que facilitará casar operaciones”.

A lo largo de 2023 se ha tenido que recurrir a “instrumentos de earn-out, precios contingentes, ajustes de la participación accionarial en función de resultados, y otras fórmulas de facilitar las operaciones. Sin embargo, sostiene Pinya que el valor intrínseco de la cartera se ha mantenido sino aumentado..

Transparencia y educación

Comparado con otros mercados, el inversor institucional sigue tenido mucho potencial de desarrollo en España. Por un lado, señala Pinya, no hay planes de pensiones de un tamaño significativo. “La regulación no facilita la inversión en capital privado, por las llamadas cascada de comisiones. Sin embargo, si la rentabilidad es atractiva y las comisiones a éxito, las comisiones deberían ser un aspecto secundario para el regulador”.

Por otra parte, hay un elemento cultural. “Los CIOs de los fondos de pensiones tienen un perfil más tradicional en su enfoque de inversión público-privado, y de renta fja vs renta variable o alternativos. Si en España la inversión en alternativos está en torno al 1%, en EE.UU. o Canadá hablamos en niveles del 10%, lo que constituye un benchmark de que otra forma de hacerlo es posible”.

En este proceso, las entidades de capital privado “debemos hacer un esfuerzo para explicarnos mejor”. Ahora bien, las conversaciones que tienen con potenciales inversores son cada vez más sofisticadas.

Respecto a hace 20 años, “hemos andado mucho camino”, sostiene. Aunque “comparado con la renta variable, el capital privado es una gota, cada vez se nos conoce más y se nos pone en valor. El dinero de ahorradores de todo el mundo es invertido en activos no cotizados a través de una inversión profesional y activa. Somos gente que nos levantamos pronto y nos acostamos tarde y buscamos hacer las cosas bien, con transparencia y de forma sostenible”. Pinya defiende que el capital privado en España crea innovación, empleo y rentabilidad.