Pasado, presente y futuro de India: lecciones de una gestora que lleva invirtiendo 15 años

Hiren Dasani. Foto cedida (GSAM)

El fondo GS India Equity ha cumplido recientemente 15 años de histórico. Hiren Dasani y Aman Batra, gestores de este fondo con Rating FundsPeople, repasan la trayectoria del país y del mercado en esta década y media y comentan las tendencias más emocionantes que detectan en el largo plazo.

Pasado: del puesto 12 al 5 en potencias económicas

En ese tiempo, la economía de India ha crecido más del 160% en términos de PIB nominal. Por ponerlo esta cifra contexta: ha pasado de ser la duodécima economía más grande del mundo en 2007 a la quinta más grande en la actualidad. Y en opinión de los gestores, aún queda camino por recorrer. “India sigue siendo un mercado en desarrollo con un tamaño de población significativo y una democracia vibrante”, afirman.

De hecho, argumentarían que India no ha alcanzado su verdadero potencial de crecimiento durante el período. Le ha lastrado algunas decisiones de política económica como las medidas de estímulo fiscal del lado de la demanda excesivas después de la crisis financiera mundial, lo que llevó a un entorno inflacionario entre 2010-13, la inacción política en ese período, que estancó el ciclo de inversión, y la desmonetización en 2016 que, a pesar de las buenas intenciones, melló severamente la actividad económica del país.

Presente: un momento dorado de reformas

Dicho lo anterior, los gestores creen que el país ha aprendido de estos episodios.  Y es que en opinión de los gestores, los últimos cinco años parecen haber producido cambios más sustanciales en el panorama socioeconómico de India que toda la década anterior. El país está tomando las medidas económicas y sociales correctas. Los fundamentos macroeconómicos de la India siguen siendo uno de los mejores a nivel mundial. “Esto se refleja en la resiliencia del mercado de valores en 2022, lo que es contrario a lo que sucedió durante la crisis financiera mundial de 2008 y el taper tantrum de 2013”, argumentan.

En el frente económico, destacan medidas regulatorias como el Impuesto sobre Bienes y Servicios (que unificó una plétora de impuestos locales) y el Código de Quiebras de la India (que disuade a los prestatarios de evadir la resolución de la deuda), que han mejorado la gobernabilidad. Las empresas ahora están invirtiendo activamente con una mayor facilidad para hacer negocios.

Además, medidas sociales seleccionadas (vivienda asequible, inclusión financiera, electrificación 100% rural, baños para todos, gas para cocinar para los pobres, transferencias de beneficios directos) han ayudado a empoderar a las personas en la base de la pirámide. “Una confluencia de estos factores le ha dado a India una trayectoria de crecimiento más sostenible”, afirman los gestores.

En cuanto a la gestión de la pandemia, el balance de los expertos es positivo. A pesar de las preocupaciones relacionadas con la infraestructura de atención médica, el espacio fiscal restrictivo y un sistema bancario potencialmente susceptible. El Banco de la Reserva de la India (RBI) también ha apoyado la economía con una política monetaria creíble.

Futuro: las tendencias más emocionantes

Mirando hacia el futuro, más allá del ruido actual, Dasani y Batra detectan seis tendencias estructurales en el país que podrían traer interesantes oportunidades de inversión.

  • Tendencias demográficas estructurales: India tiene una de las poblaciones más jóvenes del mundo. Como probablemente entre en el club de ingresos medios-altos en esta década, es muy probable que el gasto discrecional aumente, lo que presenta oportunidades en industrias relacionadas con el estilo de vida.
  • Consolidación del mercado interno: en los últimos años, las empresas indias han atravesado un test de estrés de facto a su rentabilidad (mayores costos de crédito/materias primas), liquidez (crisis de liquidez de NBFC) y solvencia (Covid-19). Ahora los gestores esperan que las empresas con fundamentos sólidos continúen ganando cuota de mercado.
  • Crecimiento de la manufacturación: El impulso del gobierno a la manufacturación, a través de recortes de impuestos corporativos e incentivos vinculados a la producción, podría convertirse en un tema de inversión mucho mayor en los próximos años.
  • Mayor digitalización y adopción de Internet: India tiene un ecosistema saludable de nuevas empresas tecnológicas que eventualmente saldrán a bolsa. Según estimaciones de Goldman Sachs Global Investment Research, se podrían agregar casi 400.000 millones de dólares de capitalización de mercado a partir de las nuevas OPV en los próximos 2-3 años. Esto la convertiría en el quinto mercado de valores más grande del mundo.
  • Descarbonización: India se ha fijado un objetivo ambicioso de instalar una capacidad de electricidad de combustibles no fósiles de 500 GW para 2030, al tiempo que se compromete a obtener el 50% de su energía requerimientos de fuentes renovables. Esto probablemente crearía oportunidades para invertir en las áreas de energías limpias y mejoras tecnológicas relacionadas.
  • Gasto en infraestructura: El gobierno planea gastar aproximadamente 1,4 billones de dólares para 2025 en su cartera de infraestructura nacional para desarrollar ciudades inteligentes, corredores industriales, ferrocarriles, carreteras, proyectos de energía renovables y viviendas asequibles. Además de proporcionar un efecto multiplicador a la economía, podríamos ver oportunidades dentro de las industrias relacionadas.