Por qué un fondo value muy diversificado es una mejor opción que uno con una cartera concentrada

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Sean Loosier, Flickr, Creative Commons

El M&G (Lux) European Strategic Value es uno de los fondos value de bolsa europea de referencia en el mercado español. Este producto de M&G Investments disfruta este año de Sello Funds People, con las calificaciones de Blockbuster y Consistente. La primera distinción la obtiene por haber superado ampliamente los 100 millones de euros en activos en el mercado español. La segunda, por los buenos resultados obtenidos por rentabilidad/riesgo. Según datos de Morningstar, en los últimos tres años, Richard Halle, gestor de la estrategia, ha generado un retorno anualizado del 5,4%, con una volatilidad de casi el 12%. Halle acaba de estar de visita en España, justo en un momento en el que muchos inversores están volviendo la vista al value.

En una entrevista con Funds People, el gestor de M&G Investments reconoce cómo, durante la última década, todos los años el value ha estado registrando un peor comportamiento relativo frente al growth. “Ha sido un periodo muy difícil para este estilo de inversión. Parece que los inversores han capitulado, sobre todo este año, que ha sido el peor desde 2008. La primera consecuencia de que el value haya sido ignorado en una década es que ahora encuentras en el mercado oportunidades fantásticas, increíbles. Se trata de buenas compañías, sin deuda y con caja en sus balances, que cotizan ofreciendo una rentabilidad por dividendo de entre el 6% y el 8%. Estamos emocionados”, afirma.

Halle tiene una dilatada carrera profesional en la industria, que supera los 20 años. Tal y como él mismo reconoce, durante este tiempo nunca había visto un mercado como el actual. “En ciclos previos, podías encontrar compañías con negocios aburridos cotizando a precios muy atractivos. Ahora es justo al revés. Las empresas con negocios aburridos son caras. Se hace difícil encontrar oportunidades por valoración interesantes en los sectores más defensivos. Cuando analizas la parte más cara del mercado nos da la sensación de que, tras 10 años de mejor comportamiento relativo de estas compañías, es muy complicado generar rentabilidad atractiva a largo plazo dado lo elevadas de las valoraciones”.

El gestor compara la situación actual con la que vivió la bolsa americana en los años 50 y 60, cuando el interés de los inversores se empezó a concentrar en las mismas compañías. “Una década después estos valores registraron un comportamiento inferior”, recuerda.

Sin embargo, a él, lo que más le preocupa como gestor es que un mercado de extremos supone un problema de construcción de cartera. “Prestamos mucha atención a este tema. Muchos gestores value descuidan la construcción de la cartera y concentran en exceso el riesgo. Optan por centrarse en las áreas del mercado más baratas, manteniendo una importante concentración sectorial. Nosotros, en cambio, dividimos y ranqueamos el mercado por sectores, lo que facilita la comparación y permite encontrar las compañías más baratas en cada industria”, explica.

Por qué una cartera diversificada es mejor solución

El resultado de este proceso es que, al contrario que otros gestores value, Halle invierte en áreas como el de la tecnología o la biotecnología, sectores donde las valoraciones se han vuelto, por lo general, más elevadas.

“Mi cartera es diferente a la de mis competidores por varias razones. La primera es la diversificación. Invertimos en 70 valores y competimos con muchos fondos value con carteras muy concentradas que tienden a mantener posiciones muy elevadas en determinadas compañías en las que creen y en las que no siempre aciertan. Si eres un gestor value con una cartera concentrada, aceptar que te has equivocado con una acción es mucho más complicado y dificulta su venta. El gestor tenderá a no desprenderse de ella. En cambio, con un fondo diversificado, si te equivocas la cartera sufre mucho menos y la venta del valor resulta mucho más sencilla”. En el M&G (Lux) European Strategic Value nunca sobrepondera una acción más de un 3%.

Definición de value y proceso de selección

En el proceso de hacer un ranking por sectores para identificar las compañías más atractivas, tiene un gran peso lo que el gestor entiende por value. Para Halle, se trata de encontrar las compañías en el cuartil más barato dentro de cada sector. “No existe una ratio perfecta que sirva para identificarlas de un plumazo, pero si hay una que nos gusta especialmente es el valor contado ajustado (adjusted book value). Es nuestra favorita”, revela.

De ese proceso se extrae un universo compuesto por entre 100 y 200 valores, que posteriormente analizan desde un punto de vista fundamental, siguiendo tres reglas: análisis de la fortaleza financiera de la compañía (balance, riesgos de dilución, estructura de la deuda…); de la durabilidad del negocio (competitividad de la compañía, estrategia, evitando compañías en declive…); y de la capacidad del equipo directivo de seguir generando valor para los accionistas. “Analizamos las decisiones de los equipos directivos y aunque no tenemos obligación de reunirnos con ellos, lo hacemos. No obstante, nuestra experiencia nos dice que no son la mejor fuente de información ya que suelen  ser los menos objetivos”.

Halle se apoya en un equipo de 10 analistas que se dedican a escrutar el universo en busca de oportunidades, si bien la decisión final sobre si incluir o no una acción en cartera es del propio gestor. “En value investing tomar decisiones consensuadas es complicado. Si además tienen que pasar por un comité de inversiones resulta todavía más difícil. Es por ese motivo por el que el proceso debe estar jerarquizado”. También es un inversor tradicional. No utiliza derivados ni stop loss. De media, cuando compra un valor, lo mantiene durante 3 o 4 años en cartera. “La razón por la que estamos seguros de que vamos a batir al mercado es porque somos mucho más tolerantes y pacientes que nuestros competidores, con un horizonte de inversión más largo. M&G es una gran casa para ser un gestor value”.