¿Qué está pasando con el yen japonés?

Japón
Foto: かがみ~, Flickr, Creative Commons

A tan solo 136 yenes por dólar, la divisa nipona roza niveles que no veíamos desde el verano de 1998. La depreciación del yen en estos últimos meses contraste fuertemente con un cuarto de siglo de fortalecimiento casi ininterrumpido. ¿Qué explica ese cambio de tendencia? En opinión de Xueming Song, director de estrategia en divisas de DWS, la explicación está muy ligada a la política monetaria del país.

La corrección más reciente tuvo lugar después de que el Banco de Japón reiterase su compromiso con mantener los rendimientos del bono soberano a 10 años por debajo del límite superior de 0,25 puntos porcentuales. “Estas declaraciones han provocado una estampida entre los inversores japoneses, sobre todo fondos de pensiones y aseguradoras, que han salido del país en busca de rendimientos más altos”, Xueming Song. “Desde 2013, la depreciación del yen ha respondido principalmente a las salidas de flujos de cartera, de los que solo un pequeño porcentaje tiene cobertura de divisa”.

Además, el movimiento del BoJ se tiene que leer en clave global. La depreciación que ha experimentado el yen en los últimos 12 meses coincide en gran medida con el aumento de los rendimientos del treasury estadounidense a 10 años que, a su vez, reflejan la expectativa de un mayor endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos y en gran parte del mundo. El Banco de Inglaterra y el Banco Nacional Suizo subieron sus tipos de interés la semana pasada y parece que el Banco Central Europeo lo hará en julio. Por el contrario, el BoJ sigue dispuesto a comprar todos los bonos gubernamentales que sean necesarios para mantener los rendimientos nacionales en niveles bajos hasta que la inflación supere el 2% de forma sostenible. 

El aumento de los tipos de interés de EE. UU. está debilitando el yen. Fuentes: Bloomberg Finance L.P., DWS Investment GmbH a 21/6/2022.

Consecuencias de un yen más débil

Y este movimiento tiene ramificaciones importantes. Un yen más débil está elevando aún más los precios de importación, detectaSong. Las turbulencias que ha provocado la invasión rusa de Ucrania en los precios mundiales de los alimentos y la energía han potenciado las presiones inflacionistas, incluso en Japón, a lo que el gobierno nipón ha reaccionado con un nuevo paquete de estímulos de cara a las elecciones a la cámara alta, previstas para el próximo 10 de julio. Durante la campaña electoral, los candidatos podrían comprometerse a aprobar más estímulos. Se espera que la inflación acabe animando a los trabajadores a exigir subidas salariales, lo que a su vez empujaría los precios al alza.

En teoría, las señales de presión inflacionista deberían llevar al BoJ a relajar su control de la curva de tipos, lo que contribuiría a la apreciación del yen. “Mejor esperar sentados”, advierte Katrin Loehken, economista especializada en Japón en DWS. “Tras las malas experiencias pasadas, el BoJ querrá ver que las expectativas de inflación efectivamente se están cumpliendo antes de tomar ninguna medida”.

Hasta entonces, el yen podría depreciarse aún más. Pero si cambia la tendencia (o cuando lo haga), las consecuencias para el resto del mundo podrían ser dramáticas, afirma Song. Los activos japoneses ya están baratos en términos comparativos, por lo que no conviene perderlos de vista, por si acaso.