Santander divide 2023 en dos: más renta fija en el primer semestre y más renta variable en el segundo

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La división Santander Wealth management &Insurance, integrada por Santander Private Banking y por Santander AM, ha presentado su informe de perspectivas de cara a 2023 que lleva por título El gran ajuste de los tipos de interés.

De él se pueden extraer dos ideas clave. La primera que el pico de inflación no está muy lejos de alcanzarse- pronostican que se tocará en el primer trimestre del año que viene- lo que anima a pensar en una relajación monetaria a lo largo de 2023. La segunda, que el hecho de que no se haya alcanzado aún ese pico y de que por tanto se esperen más alzas de tipos a corto plazo, invita a dividir el año que viene en dos mitades: un primer semestre en el que la renta fija será el activo con más potencial, y una segunda en la que empezará a ser buen momento para ir aumentando posiciones en renta variable.

"Los bancos centrales sí lograrán el equilibrio entre tipos, inflación y crecimiento y acabará por empezar a bajar los tipos con un enfoque en el crecimiento. Creemos que la recuperación se notará primero en la renta fija y después en la renta variable", explica Juan de Dios, director de inversiones global de Santander PB. En concreto pronostican que la Fed seguirá subiendo tipos hasta que se alcance un nivel del 5% y que el BCE lo hará hasta el 3% a lo largo de 2023.

No obstante, avisan de que hay que ir olvidándose de esos años de inflaciones bajas, lo que obliga a tener en cuenta en los posicionamientos de medio y largo plazo a activos con capacidad de ajustarse a la inflación, ya sea renta variable o activos reales como las infraestructuras o el private equity.

Qué esperar de la renta fija

Con todo, su apuesta a corto plazo pasa más por la inversión en renta fija que en renta variable.  "Ahora la rentabilidad de los bonos de la zona euro empieza a ser atractiva", explica José Mazoy, director de inversiones global de Santander AM. Y dentro de este tipo de activo donde ven las mayores oportunidades es en deuda investment grade, y también en deuda pública. "En high yield no lo vemos tanto ya que es un activo más cíclico y empezará a ser atractivo en la segunda etapa del año, al igual que en mercados emergentes". En concreto, pronostican que se puede aspirar a tener rentabilidades del 4% en la curva americana e incluso del 5%, y del 3% sin riesgo en Europa.

Si bien son más optimistas con la renta fija que con la renta variable a plazos cortos, también defienden que los fuertes ajustes vistos en los mercados bursátiles permiten ir tomando posiciones estructurales en renta variable. Unas posiciones que se volverán más estratégicas cuando se produzcan dos cosas.  "Faltan aún dos cosas: que se produzca un ajuste en beneficios, que aun no se ha visto reflejado y todo lo relacionado con el cambio en la política de tipos de los bancos centrales", explica Jacobo Ortega, director de inversiones de Europa en Santander AM. Y concluye: "Hasta entonces no creemos que se momento de elevar la posición a renta variable". Pone fecha a ese "entonces": segunda mitad de 2023.