"Sería ideal poder concentrar más peso de las carteras en las buenas ideas"

QuimabrilBMNGESTION2012
FP

No es atípico oír entre los gestores españoles que la bolsa nacional está muy barata en términos históricos y en comparación con sus homólogas europeas o de otras partes del mundo. Pero, después del último rally, primero al calor de las expectativas generadas en torno a los programas del BCE para calmar la crisis de deuda de la eurozona y después tras las medidas tomadas, Quim Abril, responsable del Equipo de Renta Variable de BMN Gestión de Activos, cuestiona ese tópico.

“No creo que la bolsa esté tan barata, sobre todo después del último rally”, dice, y recuerda que los PER están en línea o incluso por encima de los de la bolsa alemana (con una prima del 25% en valoración). El gestor considera que si bien ha aumentado el numerador de esa ratio (el del precio), no lo ha hecho el denominador (el de los beneficios). “Las últimas subidas de la bolsa se deben, sobre todo, a la reducción de la prima de riesgo, pero no a un crecimiento de los beneficios", explica, y añade que es difícil que lo hagan si las compañías no tienen exposición internacional.

En su opinión, la situación española se caracteriza y se caracterizará por la ausencia de crecimiento a medio plazo, algo que le hará mantener su postura de cautela a la hora de gestionar su fondo de renta variable del país, el BMN Bolsa Española, hasta que se produzca un cambio en la situación económica. Eso sí, dice que se están tomando los pasos adecuados: “Soy pesimista con respecto a la situación de España, donde lo único que funciona por ahora son las exportaciones, pero creo que el Gobierno está en el buen camino, por ejemplo la reforma laboral, que seguramente ayudará a una mejora de la productividad beneficiosa para recuperar el crecimiento”, asegura.

15 valores

Debido a este escenario complicado en España, la gestión es diferente ahora que en el año 2007, cuando las cuentas de resultados de las empresas recogían el crecimiento en España. El gestor ha de buscar actualmente, en un universo de inversión de sólo unos 60 valores, aquellas compañías que crecen y que lo hacen como resultado de su exposición a otros mercados, lo que explica la concentración de su cartera en unos 15 valores.

En ella hay nombres como Jazztel, Amadeus, CAF o Vidrala, que tienen un peso mínimo en cartera del 4% y que puede llegar al 10%, siempre cumpliendo los requisitos de diversificación que impone la CNMV. Inditex no está actualmente: Abril vendió la participación cuando consideró que la empresa estaba justamente valorada.

“Sería ideal poder concentrar más peso en las buenas ideas”, dice, ideas de convicción y nunca apuestas tácticas. Y entre las que apenas hay financieras, aunque Abril sí está empezando ahora a incorporar los grandes bancos españoles en el fondo de acciones nacionales, que considera penalizados. En el fondo de bolsa europea de la gestora la exposición al sector se hace a través de ETF.

Tampoco abundan las compañías de telecomunicaciones, debido a que se trata de negocios maduros y sin crecimeinto y por las bajas ratios de cobertura del dividendo. “Preferimos las políticas de recompra de acciones que el pago de dividendo y actualmente no nos gustan las firmas de telecomunicaciones, pues creemos que hay un riesgo de impago en este sentido”, explica.

La concentración en el fondo español, ante la dificultad de encontrar nombres que cumplan los numerosos criterios establecidos por BMN Gestión, no se repite en el fondo europeo, donde hay muchas más posibilidades de inversión. La cartera del BMN Bolsa Europea incluye de 35 a 40 valores, que extrae de un universo de más de 2.000 nombres, con la posibilidad de añadir también firmas de mercados emergentes.

Un mundo de posibilidades que además amplía su atractivo ante la visión global de Abril, pues frente a la crisis que hay en España o Italia, ve signos positivos en la economía global que le hacen prever subidas bursátiles de las plazas internacionales en los próximos meses. Así, el desarrollo inmobiliario en EEUU, las políticas monetarias expansivas o la caída de la inflación son signos que invitan al optimismo.